?Qui¨¦n se atreve con el clan de Emilio y Gloria Estefan?

¡°?Es liban¨¦s!¡±, dice Roberto Benito, un exiliado cubano jubilado especialista en calificar con agudeza y sin complejos a sus compatriotas. ¡°Con eso se resume todo¡±, a?ade. Se refiere a los ancestros de Emilio Estefan, uno de los hombres m¨¢s influyentes de Miami y cerebro gris de todo un emporio. ¡°Es un gran hombre de negocios. Lo lleva en su sangre fenicia, claro¡±. Y ya, entre risas abiertas, especifica: ¡°Es que detr¨¢s de una gran mujer siempre est¨¢ un gran hombre¡­¡±.

Esta imagen parece ajustarse bastante al concepto que muchos cubanos exiliados tienen de la pareja. Con luces y sombras, los Estefan son una elocuente marca registrada latina en EE UU, un ejemplo de superaci¨®n tras un exilio forzado. Ambos repiten siempre que el sue?o americano se puede alcanzar. En su caso es indiscutible. Su fortuna es un gran secreto, pero de las actuaciones de Gloria Estefan y sus 100 millones de discos con la producci¨®n de Emilio han salido inversiones m¨²ltiples para apuntalar un enorme patrimonio. A su imperio musical, que por s¨ª solo puede rondar los mil millones de d¨®lares, se ha unido su condici¨®n de due?os minoritarios del equipo de f¨²tbol americano Miami Dolphins, de los restaurantes Bongos y Larios, o de los hoteles Cardozo, en Miami Beach, y Costa d¡¯Este, en Vero Beach, m¨¢s al norte. All¨ª tambi¨¦n se compraron una casa para tener m¨¢s intimidad que la de Star Island, en plena bah¨ªa de Vizcaya, en Miami, por donde primero pasan los cruceros tur¨ªsticos en su ruta para ense?ar las mansiones de los famosos.

A su imperio musical, que por s¨ª solo ronda los mil millones de d¨®lares, se suman restaurantes, hoteles y una participaci¨®n en los Miami Dolphins

Emilio cumple ma?ana 59 a?os. Con 14 sali¨® de Cuba hacia Espa?a, donde lo pas¨® muy mal, antes de llegar a Miami. Se fue con su padre y dej¨® en la isla a su madre y a su hermano mayor. No se reunir¨ªan todos hasta a?os despu¨¦s. Su camino fue arduo. Ya desde ni?o le gan¨® la batalla a su trastorno de d¨¦ficit de atenci¨®n. Empez¨® tocando m¨²sica por los bares solo por las propinas. Hab¨ªa sido acordeonista autodidacta en Cuba y en Miami demostr¨® su capacidad de organizador, de creador de grupos. Primero, con los Miami Latin Boys, donde ya cant¨® Gloria, y desde 1978, a?o en que se casaron, con la Miami Sound Machine.

Hace un a?o, en la presentaci¨®n de su libro autobiogr¨¢fico, Ritmo al ¨¦xito: c¨®mo un inmigrante produjo su propio sue?o americano, volvi¨® a recordar lo que ha repetido muchas veces: ¡°Yo lo ¨²nico que quiero es que mi pa¨ªs sea libre alg¨²n d¨ªa¡±. En el camino tambi¨¦n ha promovido otro libro emblem¨¢tico: La historia del exilio cubano. Un viaje hacia la libertad. ¡°Me siento orgulloso de no haber abandonado nunca mis ra¨ªces¡±, coment¨®. Se le ve siempre feliz y positivo, con frases muy expresivas: ¡°Ning¨²n sue?o es poco si siempre se puede alcanzar¡±, ¡°Jam¨¢s olvido de d¨®nde vengo. Es lindo ser sencillo y agradecido. Doy gracias a Dios todos los d¨ªas por poder levantarme cada ma?ana¡±. As¨ª ha logrado no solo el ¨¦xito econ¨®mico, sino el reconocimiento de universidades y pol¨ªticos.

Gloria Estefan naci¨® como Gloria Mar¨ªa Milagrosa Fajardo Garc¨ªa. Cuatro a?os m¨¢s joven que Emilio, sali¨® de Cuba apenas con 14 meses y mucho m¨¢s abruptamente. Su padre fue guardaespaldas de la mujer del entonces presidente cubano Fulgencio Batista y despu¨¦s intervino en la fracasada invasi¨®n de Bah¨ªa de Cochinos. Enrolado m¨¢s tarde en el ej¨¦rcito de EE UU, incluso fue a Vietnam, donde sufri¨® los efectos del gas naranja usado por sus propias tropas y contrajo una enfermedad degenerativa incurable. Las ra¨ªces asturianas de Gloria le vienen por su madre; su abuelo era de Pola de Siero, localidad que visit¨® durante su gira de 1996. Gloria altern¨® sus comienzos en la m¨²sica en los a?os setenta con estudios de psicolog¨ªa y comunicaciones. Incluso trabaj¨® en la aduana del aeropuerto de Miami y daba clase de guitarra tres noches por semana.

El accidente de tr¨¢fico que sufri¨® en 1990, cuando su carrera en solitario empezaba a ser un ¨¦xito, le provoc¨® una grave fractura de dos v¨¦rtebras cervicales que pudo dejarla paral¨ªtica. Un cami¨®n embisti¨® por detr¨¢s el autob¨²s en el que descansaba la banda, estacionado en un arc¨¦n de Scranton (Pensilvania) a causa de una tormenta de nieve. Tras m¨²ltiples operaciones para insertarle varillas met¨¢licas de sujeci¨®n en la espalda y una dur¨ªsima rehabilitaci¨®n, sali¨® adelante, dio una hermana, Emily, a su primer hijo, Nayib, y se lanz¨® hacia la cumbre de su carrera. Aunque las desgracias no cesaron. En 1995, un estudiante muri¨® al estrellarse su moto acu¨¢tica contra el yate de los Estefan. Aunque no fue responsabilidad suya, les qued¨® el trauma por la tragedia.

LA "MAFIA DE LOS ESTEFAN"

A Emilio se le ha acusado siempre de que nadie se mueve o triunfa en la m¨²sica de Miami si ¨¦l no quiere o se le enfrenta. Pero grandes nombres le deben su lanzamiento o buenos empujones. De Ricky Martin a Shakira, pasando por Madonna (que tuvo residencia en Miami en los noventa), Marc Anthony, Jennifer Lopez, Cachao o Alejandro Fern¨¢ndez. Siempre ha sido un ojeador avezado para descubrir talentos. Pero tambi¨¦n le han llovido las cr¨ªticas. La ¡°mafia de los Estefan¡± es una extrapolaci¨®n de la pol¨ªtica. Desde la Cuba oficial, todo el exilio es mafioso y a Emilio le llaman incluso El Padrino.

Gloria lleg¨® a declarar en una ocasi¨®n: ¡°Eso de la mafia de los Estefan me hace mucha gracia siempre que lo escucho. La ¨²nica intenci¨®n de esa supuesta mafia es promover la m¨²sica latina en EE UU y que los artistas latinos triunfen¡±. Emilio fue quien presion¨® para que se dieran los premios Grammy Latinos por separado ante el maltrato anglo. Por algo le llaman ¡°el rey Midas de la m¨²sica latina¡±.

Gloria declar¨®: "Eso de la mafia de los Estefan me hace gracia. La ¨²nica intenci¨®n de esa mafia es promover la m¨²sica latina en EE UU"

Ser¨¢ por su influencia, por su poder o porque tiene buen criterio, pero casi nadie en Miami le critica p¨²blicamente. Solo Manol¨ªn, el M¨¦dico de la Salsa, se quej¨® con crudeza hace tres a?os de que Emilio, tras decirle que ten¨ªa mucho talento y que contar¨ªa con ¨¦l, le ignor¨®. Y de que las radios de Miami no ayudan a los m¨²sicos cubanos. Aunque a Manol¨ªn se le oy¨® incluso en la televisi¨®n. La mafia del exilio a la que aludi¨® en sus cr¨ªticas ¨Cy a la que se alude desde la isla y muchos otros sitios¨C es relativamente poderosa.

¡°Te¨®ricamente, el lobby cubano parece ser muy influyente¡±, reflexiona Roberto Benito, que sali¨® de Cuba al principio de la revoluci¨®n y se gan¨® la vida trabajando en una compa?¨ªa a¨¦rea en EE UU. ¡°Pero en la pr¨¢ctica no lo es nada. Para las peque?as miserias, es decir, para pasar facturas a los que han salido muy tarde de Cuba o han contemporizado con la revoluci¨®n, quiz¨¢. Pero el que es bueno sale adelante como m¨²sico o como plomero. Lo ¨²nico real es que hace apenas dos meses se han cumplido ya 53 a?os desde que Fidel Castro entr¨® en La Habana, y sigue vivo, o sea, en el poder. No parece entonces un exilio tan poderoso si no ha conseguido terminar con ¨¦l. Tampoco los Estefan¡±.

A la conquista de Florida

La m¨²sica fue el principio, pero no el ¨²nico fin de los Estefan. Poseen dos hoteles, el Cardozo, en Miami Beach, y el Costa d¡¯Este, en Vero Beach, m¨¢s al norte; cuatro restaurantes de comida cubana Bongos Caf¨¦ y el emblem¨¢tico Larios on the Beach. Un libro, ¡®La cocina Estefan¡¯, con 60 recetas tradicionales cubanas, fue la guinda del pastel. Tras el ¨¦xito del primer Bongos, inaugurado en 1997 en el parque Disney de Orlando, sigui¨® el del American Airlines Arena, donde juegan los Heat de la NBA y en el que se han celebrado los Latin Grammys, los Latin Billboard Music Awards, los MTV Video Music o los Premios Lo Nuestro. La cadena sigui¨® con otro en el aeropuerto de Miami y un ¨²ltimo local en el casino hotel Hard Rock de los indios Seminoles en Fort Lauderdale, unos 80 kil¨®metros al norte de Miami, famoso porque all¨ª muri¨® la ¡®exconejita Play Boy¡¯ Anne Nicole Smith. Pero la joya Estefan es el Larios de South Beach (en la foto). Aunque Miami Beach ya no es el centro absoluto de la far¨¢ndula, que se ha extendido a otras zonas, como Brickell, sigue acogiendo famosos. El Larios est¨¢ en el mismo centro de Ocean Drive, el paseo al borde del mar con los edificios ¡®art d¨¦co¡¯. Curiosamente, se encuentra a la altura de la calle 8,como la tradicional del centro de Miami, la Peque?a Habana. Al lado est¨¢ su hotel Cardozo, situado en la esquina de la calle 13. Y mucho m¨¢s cerca, el New¡¯s Caf¨¦, donde desayunaba habitualmente Gianni Versace, y desde donde camin¨® hacia su mansi¨®n, en cuyas escalinatas de entrada fue tiroteado en 1997 por el chapero Andrew Cunanan.

Emilio y Gloria han estado siempre en primera l¨ªnea para presionar al Gobierno de la isla y en busca de la libertad de su pueblo. Pero con unas posturas cada vez menos dr¨¢sticas al comprobar que la l¨ªnea dura no abre resquicios. Ya sufrieron los ataques de los m¨¢s intransigentes de Miami cuando defendieron que los artistas de la isla pod¨ªan cantar en EE UU, justamente porque prohibirlo ser¨ªa hacer lo mismo que la dictadura castrista. Es impensable un concierto en Cuba de Gloria Estefan, que exigir¨ªa una libertad imposible de asumir por la revoluci¨®n. Para empezar, imaginando que quisiera ir, como s¨ª ha dicho ya Willy Chirino, otro de los iconos musicales del exilio, tampoco la dejar¨ªan entrar. Es demasiado s¨ªmbolo del imperio. Simplemente, no le contestar¨ªan a su petici¨®n de visado, humillante tr¨¢mite que practica el r¨¦gimen con sus ciudadanos para entrar en su propio pa¨ªs. La pr¨®xima visita del Papa a Cuba, del 26 al 28 de marzo, ser¨¢ otra prueba de fuego en el exilio para un r¨¦gimen con tan ins¨®lito derecho de admisi¨®n.

La casa de los Estefan en Star Island, enfrente de Miami Beach, ha sido y es punto de reuni¨®n para numerosas fiestas ben¨¦ficas. Sus gestos solidarios no pasan inadvertidos. Tampoco los pol¨ªticos. Gloria ha cantado en la Casa Blanca varias veces, pero los Estefan tambi¨¦n han llegado a ser anfitriones de los ¨²ltimos presidentes de EE UU con el tema de Cuba siempre de fondo. Precisamente la ¨²ltima visita de Barack Obama, en abril de 2010, fue un ¨ªndice de su cambio de mentalidad. Apenas tres semanas despu¨¦s de convocar una multitudinaria manifestaci¨®n en apoyo de las Damas de Blanco, fueron muy criticados por el exilio duro republicano. Osaron recibir en una t¨ªpica cita recaudatoria de fondos al mandatario que ha suavizado las relaciones con la isla al entender que abriendo puertas se hace m¨¢s da?o a un r¨¦gimen cerrado.

Obama se llev¨® unos dos millones de euros para su campa?a, pagadas por unas 160 personas, a raz¨®n de 25.000 por pareja. Los Estefan aprovecharon para darle una carta de la madre de Orlando Zapata, fallecido tras una huelga de hambre dos meses antes. La se?ora y su familia recibieron permiso para instalarse en Miami poco despu¨¦s, aunque recientemente se ha quejado de que tiene problemas econ¨®micos. ¡°Es la eterna canci¨®n cubana¡±, comenta Roberto Benito. ¡°Mientras unos se buscan la vida y tienen que dar muchas gracias por las facilidades de entrada que EE UU les da en comparaci¨®n con los emigrantes de otros pa¨ªses, siempre hay un grupo al que le parece poco. Hay mucho descarado e ignorante que se cree que en la Yuma todo cae del cielo. Y est¨¢n muy equivocados. Aqu¨ª no hay libreta, hay que trabajar muy duro. Por eso, gente como los Estefan, aunque tengan sus sombras, son de alabar¡±.