Periodismo ciudadano

Efectivamente hay de todo. A algunos no nos gust¨® la informaci¨®n de pr¨¢cticamente toda la prensa de los sucesos de Barcelona en la manifestaci¨®n de estudiantes. Cuando otros muchos miles la celebraron pac¨ªficamente.

La super abundancia de blogueros hacer pensar que algo no va bien en el periodismo y en el diario El Pa¨ªs. Qui¨¦n sensatamente piensa que se puede leer cuanto se escribe? Evidentemente, nadie est¨¢ obligado a hacerlo. Pero crea la duda razonable en el lector que la empresa de este peri¨®dico contrata a periodistas -de diferente calibre humano e ideol¨®gico- con el prop¨®sito de provocarle (al lector) un cierto envenenamiento con noticias contradictorias que le lleven a participar, casi siempre, en di¨¢logos teledirigidos por el autor del blog quien tiene licencia para borrar o no publicar e incluso para desaparecer aqu¨¦l comentario que despu¨¦s de publicado considera inconveniente para su omnipotente ego e incalificable soberbia que, de por s¨ª, le descalifica como periodista y humano. Lo expongo por experiencia propia. No me refiero al comentario barriobajero o al insulto soez que, curiosa y significativamente, se mantiene publicado (por qu¨¦ ser¨¢, lagarto, lagarto) sino al comentario hecho con conocimiento de causa que, en alguna ocasi¨®n, resulta o es discrepante con el criterio que sostiene el bloguero.Tal descrita contradicci¨®n muestra con total claridad que el periodista cuestionado lo es en tanto el lector le "baile" su particular "ag¨¹ita", pero deja de serlo justo en el momento en que el bloguero cae en la cuenta de que la discrepancia le resulta inconveniente. El ejemplo m¨¢s lamentable de lo dicho, aunque hay infinidad de muchos m¨¢s, tuvo lugar con ocasi¨®n de la soflama/mit¨ªn period¨ªstico que lamentablemente protagoniz¨® Juan Luis Cebr¨ªan el d¨ªa 18 de julio de 2011 en El Pa¨ªs cargando toda su mala baba contra el entonces presidente del Gobierno de Espa?a, Jos¨¦ Luis Rodriguez Zapatero, por motivos personales y materiales que, pese al tiempo transcurrido, ning¨²n periodista de este diario, con independencia del cargo que ostente y detente en el escalaf¨®n, ha tenido la verg¨¹enza torera de contarnos a cuenta de que vino tal cantidad de exabruptos en fecha tan desafortunada en la historia de Espa?a. Y uno no le queda m¨¢s remedio que preguntarse: y para que sirve el periodismo? Para encanallar la convivencia envenen¨¢ndola un d¨ªa y otro tambi¨¦n? Se ha olvidado lo dicho por Pulitzer de que la prensa canalla, demag¨®gica y mercenaria convierte a sus lectores en villanos? O aquella famosa reflexi¨®n de Martin Luther King cuando nos transmiti¨® de que actuando de forma tan despreciable se llega a odiar a la v¨ªctima y comprender y aplaudir al opresor?

Yo s¨ª estoy de acuerdo con la opini¨®n ciudadana y que no exista censura para ella. De la ¨²nica menra que el pueblo se puede defender de Gobiernos como los que imperan hoy en el mundo es haci¨¦ndose notar a trav¨¦s de las p¨¢ginas que se les brindan para ello. Por supuesto que hecha la ley, hecha la trampa y que habr¨¢ muchos que emplean esto a su propio beneficio pero por lo menos, habemos de los que nos gusta opinar, intercambiar opiniones con otros y desahogarnos, por lo menos, ante tanta injusticia que abunda en este mundo.