Las dudas de Francia
Tres concepciones distintas de Europa se enfrentan en las elecciones presidenciales
Reflejo de la nueva realidad y de la crisis econ¨®mica, Europa se ha metido de lleno en la precampa?a de las presidenciales francesas. Condici¨®n necesaria, aunque no suficiente, para que gane el actual presidente, Nicolas Sarkozy, es que consiga ya en la primera vuelta del 22 de abril recuperar esa parte del electorado que le apoy¨® en 2007, pero que luego se ha pasado al Frente Nacional de Marine Le Pen. No sorprende que Sarkozy haya acentuado su giro a la derecha, prometiendo, entre otras propuestas, revisar el Tratado de Schengen si a trav¨¦s de las fronteras exteriores de la UE se siguen colando inmigrantes que, seg¨²n asegur¨®, hacen imposible mantener el nivel de protecci¨®n social en Francia. Es la recuperaci¨®n de un discurso m¨¢s propio de movimientos populistas y xen¨®fobos que de un presidente de la Rep¨²blica.
?Sarkozy evita el t¨¦rmino ¡°proteccionismo¡± ¡ªdel que hace gala Le Pen con su pretensi¨®n de que Francia salga del euro¡ª, pero exige m¨¢s ¡°protecci¨®n¡± europea, ¡°reciprocidad comercial¡± y favorecer por ley el consumo de lo fabricado en Europa, en la l¨ªnea marcada por EE UU. Como con Schengen, si en el plazo de un a?o no hay resultados tomar¨¢ medidas nacionales.
Su verdadero rival, el socialista Fran?ois Hollande ¡ªtranquilo por su ventaja en los sondeos, especialmente con vistas a la segunda vuelta¡ª no anda tan lejos al hablar de ¡°intercambios justos¡±, pero critica abiertamente la ¡°austeridad ciega¡± que ha invadido a la UE y pide renegociar el Pacto Fiscal firmado por 25 Estados socios. Adem¨¢s propugna, en una l¨ªnea socialdem¨®crata cl¨¢sica, la redistribuci¨®n de ingresos y propone un impuesto del 75% para los que ganen m¨¢s de un mill¨®n de euros anuales, cuando hace cinco a?os Sarkozy les promet¨ªa a los franceses ¡°reconciliarles con el ¨¦xito¡±. Los tiempos han cambiado.
En un pa¨ªs que ya en 1954 tumb¨® la Comunidad Europea de Defensa y en 2005 la Constituci¨®n Europea, y a punto estuvo en 1992 de hacerlo con el Tratado de Maastricht, ahora se enfrentan en estas elecciones tres concepciones de Europa: la de Sarkozy, la de Hollande y la de Le Pen. La precampa?a est¨¢ dejando claro que no se puede hacer ya casi nada, en Francia o en los otros Estados miembros, sin hablar de la UE. Pero si Sarkozy pretende hacer una Europa a la francesa, en estos a?os lo que se est¨¢ configurando es una Uni¨®n a la alemana o, m¨¢s precisamente, como la quiere Merkel, con la que tendr¨¢ que seguir tratando el ganador, sea quien sea.
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