¡°Soy el George Clooney de la tele francesa¡±
Una charla con el nutricionista autor de 'He decidido adelgazar¡¯ que acusa a la dieta Dunkan de llevar a la depresi¨®n
Pregunta. ?Usted ha hecho su dieta o viene as¨ª de f¨¢brica?
Respuesta. No, no. Yo nac¨ª gordo. Por eso creo ser un buen nutricionista. Hasta los 18 a?os, en que decid¨ª adelgazar, fui gordo, y estaba seguro de que no ten¨ªa capacidad de seducci¨®n.
P. ?Y ahora ha mejorado en eso o sigue siendo un desastre?
R. Adelgac¨¦, me liber¨¦¡ Y ahora soy el George Clooney de la televisi¨®n francesa.
P. No s¨¦ si es m¨¢s conocido por m¨¦ritos propios o por ser el anti-Dukan.
R. En Francia soy conocido por mis m¨¦ritos, porque era conocido bastante antes que el se?or Dukan. En los dem¨¢s pa¨ªses he sido conocido por ser el ¨²nico que hab¨ªa hablado contra ¨¦l.
P. ?Qu¨¦ ha hecho con los 3.000 euros de la multa que la justicia le conden¨® a pagarle por no estimar difamaci¨®n?
R. Pagar al abogado.
P. Acusa a la dieta Dukan de cancer¨ªgena, y de que puede llevar a la depresi¨®n. ?No son palabras mayores?
R. No. Se han demostrado depresiones o problemas renales. En el caso del c¨¢ncer, es m¨¢s dif¨ªcil demostrarlo, pero la ciencia hace ver que por debajo de ocho gramos de ¨¢cidos grasos trans por d¨ªa se dobla la posibilidad de c¨¢ncer de mama en la mujer. Y con los reg¨ªmenes disociados, prote¨ªnicos, se est¨¢ absolutamente por debajo de esos ocho gramos.
P. En su libro dice ofrecer ¡°un c¨®ctel de emociones¡±. ?Con un c¨®ctel de emociones yo pierdo cent¨ªmetros y volumen?
A CORTA DISTANCIA
El encuentro es en un despacho de la editorial, donde le han llevado canap¨¦s y frusler¨ªas para que siga enlazando una entrevista con otra, aunque el carburante no se ajuste a los patrones que exige el guion. Mucho hidrato, vive Dios. As¨ª no vamos a ninguna parte. Cohen, autor de ¡®He decidido adelgazar¡¯, llega a remedar a Fran?oise Hardy contando lo que le cantan sus hijas para que no se le suba el ¨¦xito a la cabeza. Si es tan nutricionista como cantante, podr¨ªamos pensar que estamos aviados.
R. S¨ª. Con los reg¨ªmenes se olvida decir que la comida en algunas situaciones es un medicamento, y no un alimento. Cuando a alguien se le suprime el placer en un r¨¦gimen, de hecho se le ha suprimido su medicamento. Las emociones alimentarias son extremadamente importantes.
P. Sarkozy es paciente suyo. ?Le ve usted cara de c¨®ctel de emociones?
R. S¨ª. La gente no conoce a Nicolas Sarkozy. Es muy emotivo, muy amigable, tiene prontos, se enfada a menudo con mucha gente, pero tres meses m¨¢s tarde se le ha olvidado.
P. Pues yo cre¨ªa que tendr¨ªa m¨¢s c¨®ctel de emociones Carla Bruni.
R. Carla Bruni es otra emoci¨®n. Hay emociones alimentarias y emociones nocturnas.
P. ¡°Cada uno debe asumir su cuerpo con amor¡±. Pongamos que yo quiero asumir mi cuerpo, pero queri¨¦ndome unos kilos menos.
R. No es un asunto de kilos. Ni siquiera a las personas m¨¢s bellas les gusta su cuerpo.
P. ?A usted le gusta el suyo?
R. No. No m¨¢s que a usted el suyo. Yo tendr¨ªa que tener alg¨²n kilo menos. Todos proyectamos sobre nuestro cuerpo otras cosas: el estr¨¦s del d¨ªa, la irritaci¨®n, la frustraci¨®n.
P. Dice que las explicaciones son psicol¨®gicas. ?A alguien que tenga, por ejemplo, una carencia afectiva, aparte de darle sus recetas, puede encontrarle un novio?
R. Pues s¨ª, puedo encontrarle un novio. Con frecuencia, una carencia afectiva o un problema psicol¨®gico provoca una repercusi¨®n alimentaria. Y si viene a verme para seguir un r¨¦gimen, cambia en sus comportamientos y se vuelve m¨¢s apta para encontrar a alguien.
P. En su libro hay cien recetas de chocolate. Empezamos bien.
R. No, no se puede empezar por el chocolate. Pero como no est¨¢ prohibido, quiero explicar que en un r¨¦gimen es interesante integrar recetas de chocolate, pero intentando fabricarlas con un poco menos de energ¨ªa.
P. Piensa que se puede comer de todo y beber vino. ?Cu¨¢nto champ¨¢n puedo beberme sin perder la virtud?
R. Dos copas por d¨ªa. A partir de dos no es que cuente el n¨²mero de calor¨ªas, es que cambia el metabolismo del h¨ªgado.
P. ¡°No me he dejado emborrachar por la espiral medi¨¢tica¡±. ?Es una forma de decir que es modesto y sencillo?
R. No. Es que tengo la suerte de tener una mujer y tres hijas perfectamente equilibradas que, cuando me piden aut¨®grafos por la calle, se encargan de burlarse de m¨ª y de ponerme los pies sobre la tierra.
P. En su libro dice que es usted un h¨¦roe. ?Se ve enterrado en Los Inv¨¢lidos?
R. Eso debo de decirlo como broma, para burlarme de m¨ª mismo. Yo no he hecho m¨¢s que reproducir lo que otros me han ense?ado. Mi ¨²nico talento consiste en decirlo mejor que los dem¨¢s.
P. No siga: enterrado en Los Inv¨¢lidos.
R. Oiga, que mi vida no ha terminado a¨²n, ?eh? El se?or Sarkozy corre el peligro de no ser reelegido. Luego est¨¢ el se?or Hollande. Y despu¨¦s puede haber otro, quiz¨¢ yo.
P. Que esperen los mausoleos.
R. Si es para que me coman los gusanos, me dan igual los gusanos de Los Inv¨¢lidos que otros.
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