Otro Kennedy llama a la puerta
Joseph, nieto de Robert, toma el relevo pol¨ªtico de la familia m¨¢s famosa de EE UU, apoyado por su t¨ªa Carolina
Parec¨ªa que la familia m¨¢s famosa de EE UU, como en una novela de Giuseppe Tomasi di Lampedusa, estaba abocada a la desaparici¨®n y al olvido, despu¨¦s de que Patrick Kennedy abandonara el Capitolio hace m¨¢s de un a?o. Incluso perdieron su fortaleza al ceder su mansi¨®n de Massachusetts a una fundaci¨®n. Pero ahora parece que la historia va a tener un ep¨ªlogo. Joseph P. Kennedy III, de 31 a?os, nieto del malogrado fiscal general Robert Kennnedy, asesinado en Los ?ngeles en 1968 cuando aspiraba a la presidencia, quiere llegar al Capitolio. Se trata de un abogado de cuadrada mand¨ªbula y ondulada cabellera pelirroja, con la sonrisa de su abuelo y la mirada melanc¨®lica com¨²n en toda la familia.
Anoche, la t¨ªa segunda de Joseph, Caroline, hija del presidente John F. Kennedy, se dispon¨ªa a presidir una cena en su lujoso apartamento de Manhattan, con un precio de 5.000 d¨®lares por cubierto, para financiar su campa?a a uno de los esca?os de Massachusetts, el que ahora deja vac¨ªo en la C¨¢mara de Representantes el congresista Barney Frank.
Las primarias ser¨¢n el 6 de noviembre. En las encuestas, Joseph va por delante. Todo parece indicar que ser¨¢ un triunfo f¨¢cil. Massachusetts es a la familia Kennedy lo que Camelot era a la corte del rey Arturo. Les pertenece emocionalmente y por derecho.
Casi todo en Joseph es puramente Kennedy, sobre todo su educaci¨®n en la prestigiosa y cara universidad de Stanford y su afici¨®n al deporte de lacrosse. Hay otras cosas que no lo son: no consume alcohol. Y bebe leche en cantidades industriales, hasta el punto de que su apodo en la universidad era el lechero. En enero le pidi¨® la mano a su novia, Lauren Anne Birchfield, que como ¨¦l es abogada. Tiene, adem¨¢s, un hermano gemelo, Matthew Rauch Kennedy, que trabaja en el Departamento de Comercio, aqu¨ª en Washington.
Joseph es ahora la cara m¨¢s visible de la cuarta generaci¨®n Kennedy, y el primero de ella en zambullirse en la pol¨ªtica. La primera generaci¨®n la encarn¨® el gran patriarca, con el que comparte nombre: Joseph Kennedy senior, embajador y alto funcionario. La segunda fue la de John y Robert Kennedy, y la de Edward Kennedy, el le¨®n del Senado, fallecido en 2009.
En la tercera hubo algunos congresistas y su estertor lo represent¨® la fallida candidatura de Caroline para ganar un esca?o en el Senado por Nueva York, en 2009. En enero de 2011 Patrick, hijo de Edward, dej¨® su esca?o en la C¨¢mara de Representantes. Por primera vez en seis d¨¦cadas no hab¨ªa nadie de esa familia de patricios en el Capitolio o en la Casa Blanca. Se retrat¨® como el fin de una era. Hab¨ªa muerto el rey. Pero ahora llega Joseph tercero, para a?adir: que viva el nuevo rey.
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