Memorias de Adriana
"Da igual que los mascarones de proa de '?Hola!' ¨Cesas Preysleres, esas Natys, esas Lapiques¨C le hagan el vac¨ªo en cuanto se da la vuelta. Adriana Abascal se basta y se sobra para mojarles la oreja"
Estaba yo tan contenta con el lanzamiento del sost¨¦n Aumentax Sin porque por fin iba a poder ponerme escotes ba?era, halter y asim¨¦tricos sin palmar el busto en el intento, y va Adriana Abascal, vuelve a la madre patria, y se me acaba la competici¨®n de verano antes de empezarla. Hasta aqu¨ª hemos llegado, que dijo Javier Arenas en el balc¨®n del PP de Sevilla la noche de las andaluzas: tiro la toalla. Porque Abascal ¨Cexmiss M¨¦xico a los 18; exviuda del amo de Televisa Emilio Azc¨¢rraga a los veintipocos, y esposa que fue de Juan Vilallonga, exmandam¨¢s de Telef¨®nica, de los 30 a los 40¨C, ser¨¢ lo que sea, pero juega en otra liga y no es la nuestra. La suya s¨ª es una epopeya de belleza, poder, ambici¨®n y enredo pol¨ªtico y no aquellas memorias de su tocayo Adriano que escribi¨® Marguerite Yourcenar y se vendieron como churros porque Felipe Gonz¨¢lez las ten¨ªa en la mesilla de noche.
El prota de Yourcenar fue emperador de Roma, ?y qu¨¦? Adriana no ceja en su empe?o de erigirse emperatriz del ?Hola! Da igual que los mascarones de proa de la cabecera ¨Cesas Preysleres, esas Natys, esas Lapiques¨C le hagan el vac¨ªo en cuanto se da la vuelta. Ella se basta y se sobra para mojarles la oreja. ?Que la ponen de advenediza, ordinaria y cazafortunas para arriba? Pues va y se marca un reportaje en su mansi¨®n de Hollywood o en la de Par¨ªs o en la de Londres que para s¨ª lo quisieran las aludidas. ?Que no la invitan a sus eventos por miedo a que les levante el marido? Pues se planta en el fiest¨®n de la revista Shangay del bracete de Boris y deja bizca a la pe?a gay, hetero y mediopensionista. ?Que los de Su¨¢rez no le renuevan el contrato como imagen de sus joyas? Pues estrena a bombo y platillo su videoblog en hola.com para ilustrar a la plebe con sus tips (sic) de belleza y estilo: un post a la semana, tampoco es cosa de herniarse.
El arte de la transici¨®n, se titula su ¨²ltima entrada, no te la pierdas, sin ¨ªnfulas que est¨¢ la azteca. C¨®mo reinventarse seg¨²n va la feria, c¨®mo sacarse partido a los 41 y todo eso. Vestida con unos shorts vaqueros y unas botas de corsaria que valdr¨¢n un congo, no lo dudo, pero la hacen pel¨ªn chonipija de barrio, aunque sea del XVI? arrondissement parisiense. Te advierto que lo de la Transici¨®n no est¨¢ mal visto. Con Felipe no s¨¦ si se trata, pero con Aznar y se?ora no hay sinton¨ªa. El Adriano de Yourcenar ser¨ªa de armas tomar: l¨ªos con efebos, guerras b¨¢rbaras, devaneos epic¨²reos. Pero nuestra Adriana tampoco es manca: all¨¢ por donde pasa deja guerras de herencias, divorcios caros y cismas sucesorios.
Ya le puso la cruz en su d¨ªa la presidenta consorte Ana Botella por liquidar el matrimonio de su ¨ªntima Concha Tallada y Juan Villalonga. Creo que desde entonces, Jos¨¦ Mari y Juanito, compa?eros del colegio del Pilar, est¨¢n de morros. Total, que con Adriana por Espa?a, salir es tonter¨ªa. Su vida s¨ª es un clip, que dec¨ªa el anuncio de las medias Marie Claire en los ochenta, y no la m¨ªa. Y me callo ya, que hoy estoy vintage perdida y como siga chocheando me prejubilan.
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