Una sobredosis de dolor
Espa?a podr¨ªa convertirse en la pr¨®xima econom¨ªa europea derribada por la mala gesti¨®n alemana de la crisis de la zona euro. No se trata de algo inevitable, pero ocurrir¨¢ a menos que la canciller Merkel y sus aliados pol¨ªticos de dentro y fuera de Alemania reconozcan que no hay pa¨ªs que pueda hacer frente a las deudas ahogando su crecimiento econ¨®mico.
Austeridad, la pastilla milagrosa que todo lo cura recetada por Merkel, no funciona en ninguna parte. (¡)
Los objetivos de d¨¦ficit de Rajoy parecen inalcanzables aunque se ajuste con rigor en la aplicaci¨®n de sus duras partidas presupuestarias. Las estimaciones m¨¢s optimistas prev¨¦n una ca¨ªda del 2% del PIB, y cuanto m¨¢s se contraiga este, m¨¢s caer¨¢ la recaudaci¨®n fiscal, lo que conllevar¨¢ recortes presupuestarios todav¨ªa m¨¢s duros. Es un ciclo destructivo. (¡)
Rajoy reconoci¨® las dificultades de conseguir el objetivo de d¨¦ficit cuando pidi¨® que el de 2012 se relajara hasta el 5,8% (¡), pero en vez de acceder a tan sensata petici¨®n, los ministros de Econom¨ªa europeos le impusieron un nuevo objetivo del 5,3%. Los mercados de bonos r¨¢pidamente supusieron que Espa?a muy probablemente no conseguir¨¢ ese objetivo y subi¨® la prima de riesgo, haciendo que el objetivo sea a¨²n menos realista. (¡)
Los da?inos recortes podr¨ªan haberse evitado si Merkel y sus desacertados colegas reconocieran de una vez que la recuperaci¨®n de la competitividad del econ¨®micamente debilitado sur de Europa requiere m¨¢s inversiones en reformas y crecimiento y menos obsesiones con la aritm¨¦tica deficitaria cortoplacista.
Nueva York, 13 de abril
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