Argentina, cuesta abajo
La historia de incumplimientos de sus compromisos internacionales es interminable. Se trata del pa¨ªs con m¨¢s causas activas por denuncias presentadas por empresas e inversores de toda condici¨®n
Tras d¨¦cadas de olvido por parte de la doctrina neocl¨¢sica, el an¨¢lisis econ¨®mico contempor¨¢neo ha recuperado con cierto entusiasmo que ¡°las instituciones importan¡±. A partir de los trabajos seminales de Ronald Coase y los posteriores de Douglas North se ha llegado a la conclusi¨®n de que las instituciones son las reglas del juego que rigen el comportamiento de las personas y las empresas, proporcionando la estructura de incentivos y el conjunto de reglas que favorecen la reducci¨®n del oportunismo en los intercambios, que extienden la mutua confianza entre los agentes y, con ello, la viabilidad a largo plazo de la ejecuci¨®n de los contratos y el ahorro de costes de transacci¨®n.
En el avance de los pa¨ªses hacia la eficiencia institucional desempe?a un papel central la noci¨®n de compromiso. Es por eso que all¨¢ donde exista un mal dise?o, o un mal uso, de las instituciones pol¨ªticas, el valor de los compromisos alcanzados por los agentes ser¨¢ reducido, las pol¨ªticas ser¨¢n de baja calidad e, inevitablemente, tendr¨¢n un sesgo hacia el corto plazo. Todo lo cual tendr¨¢ efectos negativos sobre la evoluci¨®n del pa¨ªs de que se trate, mermando sus posibilidades de crecimiento sostenido en el tiempo. En definitiva, las instituciones se entienden como procedimientos para estabilizar expectativas y convertir as¨ª el tiempo hist¨®rico en tiempo l¨®gico.
Los determinantes institucionales del desarrollo econ¨®mico argentino han sido analizados por organismos multilaterales y por varios expertos de ese pa¨ªs. Entre los primeros, el Informe 2006 del Banco Interamericano de Desarrollo sobre el progreso econ¨®mico y social en Am¨¦rica Latina, avalado tambi¨¦n por la Universidad de Harvard, clasifica a las naciones latinoamericanas en tres categor¨ªas (¡°alta¡±, ¡°media¡± y ¡°baja¡±) seg¨²n la calidad de sus pol¨ªticas p¨²blicas. Pues bien, el Informe considera que las correspondientes a la Rep¨²blica Argentina presentan una ¡°baja¡± calidad en materia de ¡°estabilidad¡±, ¡°aplicaci¨®n efectiva¡±, ¡°coherencia¡± y ¡°eficiencia¡±, otorgando tambi¨¦n la calificaci¨®n ¡°baja¡± al ¨ªndice global de las pol¨ªticas. En este mismo ranking se reconoce una puntuaci¨®n ¡°alta¡± en el ¨ªndice global a Brasil, Colombia, Costa Rica, El Salvador, Guatemala, M¨¦xico y Uruguay, reserv¨¢ndose para Chile la categor¨ªa de ¡°muy alta¡±. En el mismo Informe se recoge tambi¨¦n que Argentina presenta un nivel ¡°alto¡± de corrupci¨®n en materia de inversi¨®n empresarial, frente al ¡°bajo¡± nivel de Chile o el ¡°medio¡± de Brasil, Colombia y M¨¦xico. Y, como conclusi¨®n, afirma que ¡°ciertas caracter¨ªsticas clave de las pol¨ªticas p¨²blicas, como su estabilidad y su calidad, son tan importantes como el contenido espec¨ªfico de las mismas para el desarrollo econ¨®mico¡±. Algo que advierte tambi¨¦n la CEPAL (ONU) cuando, refiri¨¦ndose a Argentina, se?ala que ¡°una econom¨ªa en donde las condiciones futuras son muy inciertas y donde, al mismo tiempo, se desconf¨ªa mucho de la discrecionalidad del Gobierno, tendr¨¢ dificultades para establecer un marco apropiado de pol¨ªticas¡±.
Entre los temas pendientes en el Club de Par¨ªs est¨¢ la deuda que mantiene con Espa?a
Unos a?os antes, los profesores Pablo Spiller y Mariano Tommasi realizaron una serie de recomendaciones para dar mayor coherencia y estabilidad a las pol¨ªticas p¨²blicas de Argentina, tras llegar a la conclusi¨®n de que las caracter¨ªsticas institucionales y la inestabilidad pol¨ªtica hab¨ªan conducido a un Congreso ¡°no profesional y cortoplacista¡±, a una Administraci¨®n P¨²blica ineficiente y a una Justicia poco independiente e ¡°incapaz de ejercer un contrapeso suficiente de los dem¨¢s poderes¡±. Estos mismos autores documentaron en 2007 la volatilidad en varias pol¨ªticas de gran relevancia (fiscal, comercial, regulatoria, social), una circunstancia que conduce a resultados econ¨®micos y sociales muy inferiores a los deseables.
La historia de incumplimientos de sus compromisos internacionales es, en el caso de Argentina, interminable. No en vano se trata del pa¨ªs con m¨¢s causas activas en el CIADI por denuncias presentadas por empresas e inversores de toda condici¨®n. Y otro tanto cabr¨ªa decir de las deudas millonarias con el Club de Par¨ªs, asociaci¨®n de 19 pa¨ªses que negocia el pago de deudas bilaterales entre Estados y que fue creada a mediados del siglo XX para resolver, precisamente, otra suspensi¨®n de pagos, otro default, de Argentina. Entre los temas pendientes en el Club de Par¨ªs est¨¢ la deuda que el pa¨ªs austral mantiene con Espa?a.
Por otro lado, si algo distingui¨® al Gobierno argentino tras la suspensi¨®n de pagos que antecedi¨® al famoso corralito, la m¨¢s abultada y prolongada de la historia econ¨®mica contempor¨¢nea, fue acompa?ar los impagos (m¨¢s de 900.000 millones de d¨®lares) con insultos a los acreedores privados de todo el mundo, a quienes el presidente Kirchner calific¨® en numerosas ocasiones de timberos, ahorristas buitres y jugadores de casino. Todo ello despu¨¦s de intentar una quita-tr¨¢gala de m¨¢s del 75% de la deuda. Pero quiz¨¢s lo m¨¢s irritante fue que un Gobierno especialista en tirar por la calle del medio, en incumplir los compromisos firmados y pisar los derechos de propiedad pudiera atreverse a pedir explicaciones y a reclamar la ¡°comprensi¨®n y cooperaci¨®n¡± de los inversores extranjeros, al tiempo que destru¨ªa los ¨²ltimos restos de su confianza. Y mientras esto suced¨ªa, los capitales aut¨®ctonos huyeron en estampida a las primeras de cambio, esperando al abrigo de cualquier contratiempo unas circunstancias favorables para el regreso oportunista, en una m¨¢s de sus demostraciones patri¨®ticas preferidas. Ahora puede estar repiti¨¦ndose el proceso.
Durante el mandato de N¨¦stor Kichner, un presidente caudillista pr¨®ximo al chavismo que jam¨¢s reuni¨® a su Consejo de Ministros, Argentina aument¨® hasta l¨ªmites insufribles la inseguridad jur¨ªdica de las empresas oferentes de servicios p¨²blicos utilizando diversas f¨®rmulas, como congelaciones irracionales de tarifas o el establecimiento de impuestos abusivos a la exportaci¨®n. Por su parte, grupos de piqueteros oficialistas, parados que recib¨ªan subsidios del Gobierno y obedec¨ªan directa y ciegamente a los Kichner (por ejemplo, para bloquear durante meses el puente que une Argentina con Uruguay), se desplegaron por supermercados y gasolineras para impedir manu militari el aumento de precios. Una original pol¨ªtica de lucha contra la inflaci¨®n, complementada con el hostigamiento a la prensa independiente y con la persistente manipulaci¨®n del ?ndice de Precios elaborado por el Indec, Instituto de Estad¨ªstica. Manipulaci¨®n que se ha vuelto ahora a retomar.
Los Kichner iniciaron la ¡°reargentinizaci¨®n¡± de empresas de inversores extranjeros
En paralelo, los Kichner iniciaron la ¡°reargentinizaci¨®n¡± de antiguas empresas p¨²blicas y privadas propiedad de inversores extranjeros, sobre la base de presiones sin cuento, para que sus due?os dieran entrada en el accionariado, m¨¢s o menos por la cara, a empresarios argentinos pr¨®ximos a la Casa Rosada. Posteriormente se procedi¨® a expropiar Aerol¨ªneas Argentinas y a nacionalizar los fondos privados de pensiones, hecho que movi¨® a declarar al alcalde de Buenos Aires, Mauricio Macri, que los Kichner hab¨ªan convertido el Estado en ¡°un estafador en serie¡±. M¨¢s comedidos, los medios de Wall Street calificaron la decisi¨®n de ¡°gran verg¨¹enza¡± y ¡°error de proporciones monumentales¡±. De este modo, el Gobierno argentino provoc¨® el ¨¦xodo de empresas multinacionales (Shell y Suez, entre otras) y que la inversi¨®n directa internacional prefiriera recalar en pa¨ªses como Chile, M¨¦xico o Brasil. Un informe de CEPAL se?al¨® en 2008 que la Rep¨²blica de El Salvador super¨® a la Argentina en el saldo neto de inversiones extranjeras en el bienio anterior.
Pues bien, el remate final de este proceso le ha puesto la presidenta Fern¨¢ndez con la expropiaci¨®n del 51% de las acciones de YPF propiedad de Repsol, incumpliendo las normas del Derecho Internacional y el Acuerdo para la protecci¨®n rec¨ªproca de inversiones entre Espa?a y Argentina, de 3 de octubre de 1991. Una decisi¨®n duramente criticada por todos los pa¨ªses serios del mundo y que incrementar¨¢ m¨¢s, si cabe, el aislamiento internacional (EE UU expuls¨® recientemente a Argentina de su Sistema de Preferencias Generalizadas) de un pa¨ªs cuyo Gobierno se mueve cada vez m¨¢s en el nacional-populismo, jaleado por grupos dogm¨¢ticos de creaci¨®n propia, mientras tiene a casi medio pa¨ªs sometido al clientelismo pol¨ªtico y por debajo del umbral de pobreza. Algunos analistas argentinos consideran que este desprop¨®sito no se hubiese realizado sin negociaci¨®n previa con Repsol de haber vivido N¨¦stor Kichner, de quien se dec¨ªa que sol¨ªa ¡°recurrir a los actos para enmendar sus palabras¡±, muchas veces lapidarias y destinadas al consumo del populismo interno. Es imposible de saber. Lo ¨²nico cierto es que su esposa contin¨²a conduciendo no ya sin rumbo sino cuesta abajo a un pa¨ªs que, como dice el tango de este t¨ªtulo, est¨¢ hastiado de ¡°arrastrar por este mundo la verg¨¹enza de haber sido y el dolor de ya no ser¡±.
Roberto Velasco es catedr¨¢tico de Econom¨ªa Aplicada. Universidad del Pa¨ªs Vasco.
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