Telma y Luis
"La decisi¨®n de la herman¨ªsima de no invitar ni a Letizia ha hecho correr r¨ªos de tinta, pero a m¨ª no me extra?a nada. Estos modernos no tienen t¨¦rmino medio"
Mientras Merkel nos interviene o Dragui nos rescata, yo este finde me voy a hacer terapia de grupo con las ¨ªntimas. O sea, a cogernos el Dacia Duster, comernos el atascazo de la autov¨ªa de Valencia y acampar en el apartamento de Cullera a rajar como posesas. Bueno, y a pillar bronce, ponernos ciegas de mojitos y hacer que somos muy sofisticadas y muy cosmopolitas, ?o las proletarias no tenemos derecho a nuestro poquito de glamour de vez en cuando? A ver si solo va a ser fina Fiona Ferrer y sus amigas. ?Qu¨¦ Fiona? La de Shrek no, v¨ªboras, la otra. Una se?ora bien ¡°mundana, ambiciosa, cool y ¨²nica¡±, seg¨²n definici¨®n propia, que debuta como escritora y presenta su ¨®pera prima arropada por Carolina Herrera j¨²nior, Cari Lapique s¨¦nior y dem¨¢s flor y nata de la sociedad madrile?a. Wacu Girls, se titula el incunable. Una galer¨ªa de ultrapijas que va por la segunda edici¨®n, dice la autora, modestia aparte. Vale, lo m¨ªo es envidia. Pero ?para qu¨¦ est¨¢n las revistas sino para pasarnos por los morros que hay otra vida y no es la nuestra?
A todo esto, Rosa Clar¨¢ y Manuel Mota est¨¢n que trinan. Ellos venga a dise?ar vestidos exclusivos y va Telma Ortiz y se casa de trapillo, con muletas y casi de inc¨®gnito. La decisi¨®n de la herman¨ªsima de no invitar ni a Letizia ha hecho correr r¨ªos de tinta, pero a m¨ª no me extra?a nada. Ahora, o se casan dos veces en Letonia y Espa?a con un a?o de diferencia y tres trajes por ceremonia como Carlos Baute y Astrid Klisans, o se desposan en pantalones y sin invitar a nadie, como Telma y Jaime del Burgo. Estos modernos no tienen t¨¦rmino medio. Se ve que ¨¦l es cat¨®lico, apost¨®lico y navarro a muerte, o quieren procrear con permiso de los monjes de Leyre. Si no, no se entiende tanta prisa. Ella, adem¨¢s de los esqu¨ªs en Aspen, se ha debido de caer del caballo como san Pablo, porque para tener a su ni?a no necesit¨® tantas bendiciones.
En lo tocante a parientes de palacio prefiero a Luis Alfonso. El Borb¨®n de la otra rama, digo. El chico no ser¨¢ la alegr¨ªa de la huerta, pero no da un disgusto. Presidi¨® el funeral por su abuela Emmanuela Dampierre en Par¨ªs con m¨¢s pompa que Hollande a su llegada al El¨ªseo. All¨ª iban de luto hasta los monaguillos. Todos menos Carmen Mart¨ªnez Bordi¨², que embuti¨® su cuerpazo serrano en un presunto Chanel gris plata y se plant¨® en el funeral de su exsuegra aunque no pod¨ªan verse ni en pintura, que para eso su ni?o es aspirante al trono de Francia. Ten¨ªas que ver a Margarita Vargas llorando a l¨¢grima viva por su abuela pol¨ªtica. Dicen las envidiosas que la venezolana se aburre en Espa?a. Pero para m¨ª que ¨¦l la tiene fenomenalmente servida, y eso que ella est¨¢ m¨¢s forrada que ¨¦l de aqu¨ª a Caracas.
Hablando de herederas, Adriana Abascal sigue a lo suyo con su autobiograf¨ªa. ¡°Ya no mezcl¨¢bamos la ropa en la maleta¡±, evoca sobre su divorcio con Juan Villalonga. Ni Phillip Roth, ni Richard Ford, ni Jonathan Franzen, por mucho que lo lea Obama. Eso es una definici¨®n de una ruptura cool y mundana y no las de esos advenedizos de la novela americana. Toma nota, Fiona.
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