En el mundo de las primicias, el portal TMZ es el rey

En el mundo del cotilleo en Internet, el m¨¢s r¨¢pido es el rey. Y tan r¨¢pido es el portal TMZ, que en 2009 anunci¨® la muerte del cantante Michael Jackson seis minutos antes de que la certificaran los propios m¨¦dicos. Las exclusivas de esa p¨¢gina de Internet le han encumbrado a lo m¨¢s alto de la versi¨®n digital del papel cuch¨¦. Recibe 20 millones de visitantes ¨²nicos mensuales, seg¨²n comScore. Y cada uno de ellos busca una peque?a exclusiva, o una gran muestra de lo peculiares que son las vidas de algunos famosos.

Desde la primicia de la muerte de Jackson en su mansi¨®n de Los ?ngeles, TMZ se ha convertido en el portal de referencia a la hora de planificar obituarios. Es indiscutiblemente la p¨¢gina que informa con m¨¢s celeridad del fallecimiento de las celebrities. As¨ª sucedi¨®, por ejemplo, con la muerte de la cantante Donna Summer, el 17 de mayo, o con la de Mary Kennedy, miembro del c¨¦lebre clan de pol¨ªticos estadounidenses, un d¨ªa antes.

Este martes, TMZ dio una exclusiva que seguramente no quisiera haber dado: la de la muerte de uno de sus fundadores, el productor Jim Paratore, a los 58 a?os, de un ataque card¨ªaco, mientras estaba de vacaciones en Francia. Paratore fue presidente de Telepictures, una divisi¨®n empresarial de Warner Brothers, entre 1992 y 2006, y desde ese puesto respald¨® la creaci¨®n de TMZ. Adem¨¢s, cre¨® el programa vespertino de Ellen DeGeneres, despu¨¦s de que esta declarara abiertamente su homosexualidad.

Paratore fue quien ide¨®, junto al tambi¨¦n productor Harvey Levin, la idea de un espacio de coraz¨®n donde primara la inmediatez. Esta se logra, en muchas instancias, con dinero. TMZ paga por fotograf¨ªas, y por pistas que lleven a exclusivas. Tiene informantes en todos los rincones de lo que se llama Thirty Miles Zone (en ingl¨¦s, la zona de las treinta millas, el ¨¢rea en Los ?ngeles donde se hallan los grandes estudios cinematogr¨¢ficos), cuyas siglas conforman el nombre del portal web.

Puesto en marcha a finales de 2005, dentro del conglomerado multimedia de Warner Brothers, TMZ estableci¨® un nuevo estilo informativo, si se le puede llamar como tal. En algunas ocasiones logra exclusivas. En otras, simplemente muestra a los famosos en las actividades m¨¢s mundanas, con el ¨²nico objetivo de exhibirles ante los lectores. Las compras de Britney Spears. La ropa que Whitney Houston dej¨® en la habitaci¨®n en la que muri¨®. El biquini que luce Naomi Campbell.

Al a?o de comenzar a operar, TMZ logr¨® cierta fama al informar del arresto de Mel Gibson por conducir bebido, y de sus insultos antisemitas. En mayo de 2007 difundi¨® im¨¢genes policiales de la paliza propinada por el cantante Chris Brown a su entonces novia la tambi¨¦n cantante Rihanna, instant¨¢neas que dieron la vuelta al mundo. La apoteosis le lleg¨® a TMZ con la muerte de Michael Jackson, en junio de 2009. En una semana, alcanz¨® con aquella noticia en primicia 7,9 millones de lectores ¨²nicos. Y su prestigio se consolid¨®.

En septiembre de 2007, TMZ lanz¨® su propio programa de televisi¨®n, producido por Warner y emitido por cadenas como Fox o CW. El espacio carece plat¨® o presentadores. Es una conversaci¨®n animada entre los redactores del sitio web, en el que hablan de los temas y los personajes del d¨ªa. De nuevo, nada de informaci¨®n pura y dura, m¨¢s bien un desfile, involuntario, de famosos de toda ¨ªndole.