Guindos

Rajoy no discrimina. Como sus ministros hablan idiomas, pueden ir largando por el mundo el mismo rollo que sueltan en casa. As¨ª, hasta Merkel se ha mostrado comprensiva con ¡°la dif¨ªcil herencia¡± del pobre Mariano. Mientras el pol¨ªglota De Windows vuelve a quedarse en De Guindos, conservando a duras penas la distinguida preposici¨®n que muy bien puede caerse ¡ªdel guindo¡ª en cuanto que Draghi le pegue otro meneo, Angela protege a su colega de los catastr¨®ficos resultados de la gesti¨®n de Bankia intentando echarle la culpa a Zapatero, que para eso est¨¢. Y nuestro presidente respira aliviado, como si todos sus compatriotas fu¨¦ramos tontos.

No somos tontos, Mariano. Yo comprendo que a veces lo parecemos. Ahora que una diputada de Coalici¨®n Canaria ha explicado con qu¨¦ argumento la presion¨® Montoro para que votara contra el gobierno socialista en 2010 ¡ª¡°deja caer a Espa?a, nosotros la levantaremos¡±¡ª, es comprensible, por ejemplo, que tu ministro de Hacienda piense que hay millones de espa?oles idiotas. Tendr¨ªa sus razones, porque muchos votantes del PP creyeron honestamente en su diagn¨®stico, y al caerse del guindo, se han hundido en la sima m¨¢s honda que hemos conocido en d¨¦cadas.

En esta situaci¨®n de desgobierno absoluto, mientras tus ministros se quedan alelados mirando las gr¨¢ficas de la Bolsa como si fueran el ¨²nico idioma que no conocen, la alusi¨®n de Merkel a la herencia es la guinda, y nunca mejor dicho. Quiz¨¢s, Mariano, podr¨ªas enviar a alguien que dominara el alem¨¢n para explicarle a tu socorrista a qu¨¦ partido pertenece Rato, y qui¨¦nes gobernaban en Madrid y Valencia para poner y quitar consejeros en Cajamadrid y Bancaja, mientras alardeaban de la mod¨¦lica gesti¨®n de ambas cajas y de la pujanza de sus respectivas econom¨ªas. No vaya a ser que, al final, en Europa acaben opinando que el m¨¢s tonto de todos eres t¨².