La amnist¨ªa fiscal tambi¨¦n es ideolog¨ªa
Una amnist¨ªa fiscal tiene costes morales respecto a los contribuyentes y costes reputacionales respecto a todos los ciudadanos, contribuyentes y defraudadores
Paul Krugman en su habitual columna de EL PA?S, del pasado domingo 3 de junio, terminaba diciendo: ¡°La recuperaci¨®n econ¨®mica nunca ha sido el objetivo; la defensa de la austeridad siempre ha pretendido utilizar la crisis, no resolverla¡±. Esto es lo que est¨¢ sucediendo en Espa?a con una pol¨ªtica econ¨®mica del Gobierno que, a pesar de parecer improvisada y err¨¢tica a las instituciones europeas y los mercados, es fr¨ªa y calculada para beneficiar a los poderosos y laminar nuestro incipiente Estado de bienestar. La crisis, la reducci¨®n del gasto p¨²blico, incrementar la recaudaci¨®n, son las excusas perfectas para plantear recortes en educaci¨®n, el copago en sanidad, para hacer m¨¢s dif¨ªcil el acceso a la universidad de los j¨®venes o para plantear una amnist¨ªa fiscal. En definitiva, la crisis econ¨®mica es, en parte, una coartada para implantar un programa ideol¨®gico conservador. Habr¨¢ que concluir con Krugman que la derecha, m¨¢s que luchar contra la crisis, la usa como excusa para imponer cambios que en otro contexto ser¨ªan inaplicables por el amplio rechazo social que generan.
La amnist¨ªa fiscal de manera directa supone la reducci¨®n de los impuestos a las rentas m¨¢s altas y a las grandes corporaciones, por la v¨ªa del perd¨®n de los impuestos a los defraudarores. Ahora, con la nueva Orden del Ministerio de Hacienda y Administraciones P¨²blicas de 31 de mayo, se va a permitir blanquear dinero negro, incluso con or¨ªgenes que pueden ser delictivos. El objetivo declarado del Gobierno es la recaudaci¨®n, pero no debemos olvidar que el relato impositivo de los neoliberales, ese ha sido el de Montoro estos ¨²ltimos a?os, es que bajando los impuestos a los m¨¢s pudientes se incrementa el ahorro y las posibilidades de la inversi¨®n privada. Por el contrario, ser¨¢ la clase media con una alta propensi¨®n a consumir, haciendo un sobre esfuerzo, la que soporte el coste de los servicios p¨²blicos, ello ir¨¢ en detrimento del consumo y de la reactivaci¨®n econ¨®mica.
Una amnist¨ªa fiscal tiene costes morales respecto a los contribuyentes y costes reputacionales respecto a todos los ciudadanos, contribuyentes y defraudadores. A cambio, b¨¢sicamente recauda pero, por s¨ª sola poco. El an¨¢lisis econ¨®mico la contempla como una medida excepcional que puede tener sentido s¨®lo en un contexto de endurecimiento de los controles antifraude (Leonhard y Zeckhauser, 1987). Justo lo contrario de lo que sucede con el Gobierno del PP, cada nueva norma jur¨ªdica que aprueba el mencionado Gobierno hace m¨¢s laxa la lucha contra el fraude. Otra referencia cl¨¢sica en la literatura sobre las amnist¨ªas fiscales (Stella, 1991) dice que generalmente no consiguen aumentar la recaudaci¨®n. Lo que s¨ª consiguen es debilitar la confianza en el sistema fiscal.
Cada nueva norma jur¨ªdica que aprueba el PP hace m¨¢s laxa la lucha contra el fraude
Desde luego, el Banco Mundial se muestra muy esc¨¦ptico. El economista jefe de la OCDE Carlo Padoan ha dicho que ¡°la lucha contra la evasi¨®n fiscal no deber¨ªa ser frustrada con amnist¨ªas¡±. La OCDE alerta del riesgo de las mismas.
Pero hay que a?adir que la amnist¨ªa fiscal regulada en el Real Decreto-ley 12/2012 ha sido improvisada, torpe y con fundadas dudas legales. En primer lugar, con serias dudas de constitucionalidad, por ser contraria a lo dispuesto en el art¨ªculo 31 de la Constituci¨®n que expresamente prev¨¦ que ¡°todos contribuir¨¢n al sostenimiento de los gastos p¨²blicos de acuerdo con su capacidad econ¨®mica mediante un sistema tributario justo inspirado en los principios de igualdad y progresividad¡±.
En segundo lugar, el Real Decreto no tiene el rango adecuado para dar cobertura a la amnist¨ªa penal, de tal manera que el Gobierno, seg¨²n lo publicado en los medios de comunicaci¨®n, ahora va a modificar el C¨®digo Penal. Asimismo, ante un comienzo torpe, tiene que completar el Real Decreto de amnist¨ªa inicial, aprovechando el Real Decreto-ley 19/2012, de 25 de mayo, de medidas urgentes de liberalizaci¨®n del comercio. Y aprueba una Orden del Ministerio de Hacienda que se extralimita en el desarrollo del incompleto RDL 12/2012, extendiendo la excusa absolutoria al delito de blanqueo de capitales.
En definitiva, la amnist¨ªa fiscal del Gobierno de Espa?a, es injusta (con los que pagamos impuestos), ineficaz (porque no va a recaudar lo que pretende) e improvisada (por el penoso dise?o t¨¦cnico).
Pedro Saura Garc¨ªa es portavoz de hacienda del Grupo Parlamentario Socialista en el Congreso de los Diputados.
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