Asma el Asad lo llama amor, los sirios lo consideran una provocaci¨®n
La primera dama de Siria se deja ver en un gimnasio jugando al b¨¢dminton con una camiseta que tiene escrita: ¡°Oh, mi dulce pa¨ªs¡±.- La oposici¨®n critica la aparici¨®n de la esposa del dictador
La oposici¨®n lo considera como un corte de mangas, como una nueva provocaci¨®n de Asma el Asad, la primera dama de Siria y esposa del dictador Bachar el Asad. Cuando el pa¨ªs est¨¢ sumido en una guerra civil Asma ha intentado de nuevo dar esa imagen de sosiego y felicidad, ajena a la sangre derramada, que propaga en cada una de sus apariciones en p¨²blico. Esta vez la que en su d¨ªa fue calificada como "la rosa del desierto" ha sido fotografiada en un gimnasio de Damasco en el que se entrena el equipo de b¨¢dminton de Siria que participar¨¢ en los Juegos Paral¨ªmpicos de Londres. Se supone que acudi¨® all¨ª a darle ¨¢nimos. Asma sonr¨ªe, como de costumbre, mientras agarra una raqueta en sus manos. Viste casual, con un pantal¨®n vaquero. Va descalza y sus u?as est¨¢n pintadas de rojo.
Pero lo que ha irritado a muchos sirios ha sido la inscripci¨®n en ¨¢rabe que figura en la camiseta azul que lleva puesta: ¡°Oh, mi dulce pa¨ªs¡±. Siria pudo ser un pa¨ªs ¡°dulce¡±, por su patrimonio arqueol¨®gico o la c¨¢lida acogida de sus gentes, pero con m¨¢s de 15.000 muertos desde marzo de 2011, seg¨²n la oposici¨®n, hace tiempo que ha dejado de ser un lugar ideal.
Las dos instant¨¢neas se tomaron el s¨¢bado pasado y las difundi¨® por la agencia Abaca. Fueron publicadas por el diario alem¨¢n Bild Zeitung y por el semanario franc¨¦s Le Journal du Dimanche. La sonrisa de Asma es la misma que exhibi¨® en otras ocasiones ante la c¨¢mara como, por ejemplo, cuando fue grabada en abril, junto a su esposo, envolviendo paquetes de ayuda humanitaria para las v¨ªctimas de Homs, la ciudad m¨¢s bombardeada por la artiller¨ªa del Ej¨¦rcito.
Es probable que esta mujer, que cumplir¨¢ 37 a?os en agosto, se haya re¨ªdo menos que en las fotos cuando, en marzo, la Uni¨®n Europea prohibi¨® las exportaciones a Siria de productos de lujo empezando por perfumes y cremas cosm¨¦ticas. La sanci¨®n estaba, en buena medida, dirigida contra ella despu¨¦s de que el diario brit¨¢nico The Guardian difundiese algunos correos suyos en los que mostraba su afici¨®n por el lujo y las compras que efectuaba, v¨ªa Internet, en Par¨ªs y Londres.
Asma naci¨® en Londres, en el seno de una familia musulmana sun¨ª originaria de Homs, estudi¨® en el prestigioso King¡¯s College y empez¨® a trabajar en banca en la capital brit¨¢nica. ?Puede una mujer criada y educada en el Reino Unido respaldar totalmente a su esposo en estas circunstancias? ?Quiere, de verdad, permanecer a su lado aunque ella y sus hijos arriesguen su vida si, como parece probable, el r¨¦gimen cae en las pr¨®ximas semanas?
Aquellos que la han conocido debaten de lo que de verdad puede pensar la primera dama que, hasta ahora, nunca se ha distanciado de Bachar. El diario egipcio Al Masri al Youm asegur¨®, en enero, que Asma intent¨® escaparse del pa¨ªs, junto con sus hijos y otros miembros de su familia, pero que dio media vuelta al toparse con los rebeldes en la carretera del aeropuerto de Damasco.
El Ej¨¦rcito Sirio Libre no ha logrado controlar, por ahora, en ning¨²n momento esa carretera, pero varias fuentes diplom¨¢ticas europeas aseguran que Asma trat¨® en una ocasi¨®n, a finales del oto?o pasado, de ponerse a salvo junto con sus reto?os y no lo consigui¨®. Las versiones difieren algo sobre las circunstancias de su frustrada huida, pero coinciden que lo intent¨®.
Dese entonces la rebeli¨®n ha alcanzado Damasco y hasta se han producido disparos en el barrio de Al Mazze, a algo m¨¢s de un kil¨®metro del palacio presidencial. El estruendo del enfrentamiento ha debido llegar a o¨ªdos de los moradores de palacio. Es probable que Asma siga teniendo muchas ganas de huir.
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