Revoluci¨®n en la ciencia

El Laboratorio Europeo de F¨ªsica de Part¨ªculas Elementales (CERN) dio a conocer ayer lo que puede ser uno de los descubrimientos m¨¢s importantes de los ¨²ltimos tiempos en lo que se refiere a la naturaleza ¨²ltima de los componentes y las interacciones m¨¢s elementales del mundo f¨ªsico. Se aport¨® s¨®lida evidencia en favor de la existencia de la part¨ªcula de Higgs, necesaria para completar la teor¨ªa que describe las interacciones entre part¨ªculas elementales. M¨¢s all¨¢ de las consecuencias puramente cient¨ªficas que este descubrimiento puede deparar, y de la emoci¨®n que ha producido en la comunidad cient¨ªfica, que sigui¨® con enorme inter¨¦s las informaciones del CERN, hay que remarcar la apuesta inversora y el ¨¦xito del complejo proyecto de colaboraci¨®n europea que supone la existencia de dicho laboratorio.

Los pa¨ªses europeos han contribuido a la construcci¨®n del acelerador y, especialmente, al dise?o y construcci¨®n de los dos enormes detectores en los que se han registrado estos resultados. Multitud de universidades y centros de investigaci¨®n en Europa (y otras partes del mundo) se han puesto de acuerdo para responsabilizarse de parte de la instrumentaci¨®n, que ha debido ser ensamblada posteriormente a partir de elementos fabricados en lugares distantes, o del an¨¢lisis o la transmisi¨®n y tratamiento de los datos, en una distribuci¨®n de tareas que ha funcionado sin fallos para llegar al resultado apetecido. Muchas empresas europeas, a trav¨¦s de contratos del propio CERN o de los equipos que deb¨ªan contribuir en especie a los detectores, han debido trabajar para cumplir las especificaciones requeridas, con lo que han puesto a punto su capacidad para posteriores desaf¨ªos. Sin olvidar la tupida red de conexiones inform¨¢ticas que cubren Europa y que han transmitido, almacenado y tratado billones de datos tomados en los detectores y han permitido la reconstrucci¨®n de los intrincados procesos registrados en su interior.

Queda claro ¡ªy es un momento muy oportuno para recordarlo, en la Espa?a de los ajustes¡ª que invertir en ciencia es necesario e importante; y se ha demostrado que la colaboraci¨®n es posible y que da resultados, inalcanzables para cada una de las partes, por muy potente que sea cada una de ellas. Ojal¨¢ que este ejemplo pueda extenderse a otras ¨¢reas de la investigaci¨®n cient¨ªfica (ya lo est¨¢ haciendo, por ejemplo, en el campo de la fusi¨®n nuclear o la biotecnolog¨ªa) y de la actividad social.