Biomasa: prevenci¨®n contra el fuego
Activar, incentivar, desarrollar la utilizaci¨®n de biomasa forestal para la producci¨®n de energ¨ªa es fundamental y estrat¨¦gico para el bosque y el mundo rural
Siento de nuevo la necesidad de escribir un art¨ªculo de Opini¨®n, aunque sinceramente no pens¨¦ que tocar¨ªa hacerlo tan temprano.
Mi generaci¨®n creci¨® durante muchos a?os viendo aquellos reportajes de F¨¦lix Rodriguez de la Fuente, y conservo el recuerdo imborrable de aquellos gritos que un pastor lanzaba al aire desesperado anunciando que ven¨ªa el lobo. La misma sensaci¨®n tengo cada vez que los incendios aparecen, los periodistas y los pol¨ªticos se rasgan las vestiduras y durante el per¨ªodo de incendios la opini¨®n p¨²blica llora la desgracia colectiva.
Nuestros montes van creciendo y conquistando una nueva superficie que en el pasado les fue arrebatada por la agricultura y la ganader¨ªa. Es cierto que esto es una buena noticia, pero no menos cierto es que a su vez est¨¢n m¨¢s envejecidos, cerrados, y el combustible le?oso se va acumulando cada a?o. Cuando las condiciones de temperatura, viento y humedad sean favorables y la chispa se produzca de manera natural o humana, de nuevo ser¨¢ demasiado tarde.
Durante muchos a?os no hemos realizado en nuestros bosques la silvicultura necesaria, porque era demasiado caro y, a los propietarios, estas operaciones les costaban mucho dinero para la poca rentabilidad que de ellos obten¨ªan. La Administraci¨®n trat¨® de amortiguar estos desequilibrios a trav¨¦s de subvenciones, pero nunca fueron suficientes.
Nuestros montes necesitan de un mercado que use la madera, la le?a y los productos forestales para que podamos mantenerlos en buen estado. Actualmente tenemos herramientas m¨¢s potentes que nunca para la gesti¨®n sostenible, pero necesitamos que se cree una demanda por parte de la sociedad que consuma nuestros productos.
En esta l¨ªnea de aprovechamientos de nuestros recursos naturales, tenemos abierta la esperanza con la biomasa, una fuente de energ¨ªa renovable, social y ambientalmente sostenible. Activar, incentivar, desarrollar la utilizaci¨®n de biomasa forestal para la producci¨®n de energ¨ªa es fundamental y estrat¨¦gico para el bosque y el mundo rural.
Desarrollar este mercado generar¨¢ puestos de trabajo en los pueblos, cada vez m¨¢s abandonados y envejecidos
A nadie se le puede escapar que desarrollar este mercado generar¨¢ puestos de trabajo en los pueblos, cada vez m¨¢s abandonados y envejecidos. Tambi¨¦n ser¨¢ fuente de ingresos para ayuntamientos y propietarios que pueden ayudar a sanear la dif¨ªcil situaci¨®n econ¨®mica que actualmente atraviesan.
Pero adem¨¢s nuestros montes estar¨¢n m¨¢s limpios, tendr¨¢n menos plagas y enfermedades, y el riesgo de que se produzca un incendio ser¨¢ menor, adem¨¢s en caso de producirse ser¨¢ m¨¢s f¨¢cil abordarlo, extinguirlo y tanto menos costoso.
Potenciar la utilizaci¨®n de biomasa forestal para fines energ¨¦ticos puede reducir los costes que actualmente se destinan a la extinci¨®n de incendios, debiendo dirigir la estrategia de control del fuego a labores de prevenci¨®n que es lo que siempre se ha defendido en los c¨ªrculos forestales.
En estos momentos tenemos dos opciones, hace cinco a?os solo una: La primera opci¨®n es dejar que nuestra le?a se vaya acumulando esperando ser devorada por el fuego, de manera incontrolada, con todas las consecuencias que eso tiene para la ecolog¨ªa y el paisaje de la zona afectada. La segunda opci¨®n es recoger, como ya hicieron nuestros mayores en otra ¨¦poca, las le?as de manera racional y siguiendo los criterios de sostenibilidad, y quemarlas de manera controlada para la producci¨®n de energ¨ªa.
Para la primera opci¨®n nuestros pol¨ªticos no tienen que hacer nada, solo esperar a que los inviernos sean m¨¢s secos, y el arbolado se vaya cerrando cada vez m¨¢s, fruto de un mayor abandono del pastoreo y la agricultura, y que en los veranos se den las temperaturas adecuadas para que se active la tragedia. Para la segunda, los dirigentes deber¨ªan potenciar, trabajar y activar el uso de la energ¨ªa obtenida a trav¨¦s de la biomasa. Deber¨ªan desarrollar una pol¨ªtica forestal integral que tuviera en consideraci¨®n el monte y las zonas rurales como un todo que hay que gestionar de manera global.
La energ¨ªa as¨ª obtenida, no tiene nada que ver con la fotovoltaica o la e¨®lica, es una energ¨ªa que requiere de la participaci¨®n de los propietarios, la ingenier¨ªa tecnol¨®gica, los explotadores forestales, el mundo rural y finalmente pero sin ninguna duda de la voluntad de los pol¨ªticos.
Es el momento de elegir una opci¨®n, dejar que la le?a se consuma en un incendio o quemarla de manera controlada para producir energ¨ªa como ya hacen muchos de los pa¨ªses del norte de Europa.
Juan Miguel Villarroel es ingeniero de Montes y gerente de la Asociaci¨®n Forestal de Navarra (FORESNA-ZURGAIA)
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