Orangutanes con iPad
En varios zool¨®gicos experimentan con tabletas entreteniendo a los simios con juegos electr¨®nicos para ni?os
Empez¨® como una noticia falsa de un tabloide brit¨¢nico y va camino de convertirse en un verdadero experimento de antropolog¨ªa. La mona Puppe y su hijo Budi, ambos orangutanes y residentes en el zool¨®gico de Toronto, llevan unos meses utilizando un iPad para dibujar con la aplicaci¨®n Doodle Buddy, asociar los signos escritos de los n¨²meros con el sonido de sus nombres ¡ªmediante un programa dise?ado inicialmente para las guarder¨ªas Montessori¡ª y ejercitar su memoria con el juego de cartas Memo Pocket. Lo m¨¢s sorprendente es que lo saben utilizar. Juegan y no lo hacen como un n¨²mero de circo para los visitantes del zoo, sino por placer y en sus ratos libres.
Los cuidadores tomaron la idea del diario sensacionalista brit¨¢nico The Sun, y solo despu¨¦s repararon en que se trataba de una inocentada de las que se publican en ese pa¨ªs el 1 de abril. Debe ser una de las pocas veces en que las invenciones de ese peri¨®dico se hacen realidad.
La experiencia, que la ciudad canadiense comparte con los zool¨®gicos estadounidenses de Milwaukee y Miami, no es propiamente un experimento cient¨ªfico, pero ya ha revelado algunos detalles curiosos. Una diferencia notable con los humanos es que los orangutanes no pueden coger el iPad en sus manos. Cuando los cuidadores les permiten hacer eso, lo primero que hacen Puppe y Budi es desmontarlo y luego, como es natural, no atinan a recomponer ese galimat¨ªas. As¨ª que, en vez de eso, el cuidador se lo tiene que ense?ar desde fuera de la jaula, donde pueden utilizarlo con sus largos dedos, pero no despiezarlo.
Aunque los especialistas han intentado interesar en el iPad a los chimpanc¨¦s, los bonobos y los gorilas, la cosa solo parece funcionar con los orangutanes. Estos primates no son los m¨¢s pr¨®ximos a nosotros en t¨¦rminos evolutivos, pero parecen ser los ¨²nicos que atesoran la suficiente curiosidad y perseverancia para progresar en el uso del aparato. Puppe y Budi destacan por su inter¨¦s por lo nuevo, y tambi¨¦n por su paciencia. Bien es cierto que todav¨ªa no han tenido que padecer a ning¨²n inform¨¢tico.
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