Entre Margaret Thatcher y Madonna

La diputada brit¨¢nica m¨¢s cool, seg¨²n muchos de sus 100.000 seguidores en ?Twitter, acarrea a sus 41 a?os un animado curr¨ªculo que transita desde sus tiempos laborales en la industria musical y el consumo de drogas duras hasta su conversi¨®n en novelista de ¨¦xito y finalmente el desembarco en la C¨¢mara de los Comunes. El perfil de Louise ?Mensch no casa en absoluto con el de los parlamentarios tories al uso, pero quiz¨¢ por ello apenas le han bastado dos a?os en el esca?o para afianzarse una proyecci¨®n medi¨¢tica que ha sido la envidia de muchos colegas.

El inesperado anuncio, esta misma semana, de que abandona el acta de Westminster ante la incapacidad para conciliar el trabajo con su vida familiar ha sorprendido a quienes ve¨ªan en ella a una futura estrella del Partido Conservador. Mientras los analistas hacen c¨¢balas sobre ese gesto, Mensch est¨¢ ya preparando las maletas para trasladarse a Nueva York, la ciudad en la que reside su segundo marido y m¨¢nager del grupo de ?rock duro Metallica.

Su dimis¨®n priva al primer ministro, David Cameron, de uno de los rostros m¨¢s j¨®venes y refrescantes con los que pretend¨ªa renovar la imagen de su rancio partido

Con su repentino apeo de la pol¨ªtica, Mensch no solo deja su esca?o por Corby a merced de las ambiciones de la oposici¨®n laborista (en oto?o habr¨¢ una elecci¨®n parcial en esta circunscripci¨®n del norte de Inglaterra), sino que sobre todo priva al primer ministro, David Cameron, de uno de los rostros m¨¢s j¨®venes y refrescantes con los que pretend¨ªa renovar la imagen de su rancio partido.

Presencia constante en diversidad de publicaciones (incluidos posados de modelo para los magacinesdominicales) y asidua de los debates de la peque?a pantalla, que la hicieron popular porque siempre dec¨ªa lo que pensaba, la teleg¨¦nica y deslenguada diputada adquiri¨® talla nacional durante sus intervenciones en la comisi¨®n que investig¨® el esc¨¢ndalo de las escuchas ilegales en la prensa brit¨¢nica. En su condici¨®n de miembro del comit¨¦ parlamentario encargado de dirigir las sesiones, achicharr¨® literalmente a preguntas a Rupert Murdoch y su hijo James sobre los pinchazos telef¨®nicos supuestamente perpetrados por el extinto tabloide News of the World.

A los pocos d¨ªas de que la dipu?tada inquiriera al magnate de la comunicaci¨®n si pensaba dimitir por el papel de su grupo en el esc¨¢ndalo de las escuchas, fue contactada por un ¡°periodista de investigaci¨®n¡± que pretend¨ªa indagar sobre su relaci¨®n de juventud con las drogas. ?Mensch cogi¨® el toro por los cuernos y, sin declararse ¡°arrepentida¡± como suelen hacer los pol¨ªticos anglosajones con sus pecadillos, s¨ª confirm¨® p¨²blicamente que hab¨ªa consumido sustancias ilegales durante su etapa laboral en el sello discogr¨¢fico EMI.

Su relato de c¨®mo las drogas llegaron a mermar algunas de sus capacidades (como la p¨¦rdida de memoria) no gust¨® demasiado entre los tories, pero le mereci¨® el respeto general por su sinceridad y se tradujo en un aumento del n¨²mero de seguidores de su cuenta de Twitter, probablemente la m¨¢s nutrida de la que pueda alardear un miembro electo del Parlamento. Hace dos meses decidi¨® lanzar su propia red social, Menshn, despu¨¦s de que uno de sus seguidores en Twitter escribiera amenazas contra sus hijos. ?Menshn funciona de forma similar a la famosa plataforma de micro?blogging, pero entre sus distintos foros de debate destacan los de contenido pol¨ªtico.

Ese ¨¦xito de convocatoria en las redes ha sido el reflejo del ascenso mete¨®rico en la pol¨ªtica de esta hija de la clase media acomodada inglesa, nacida en ?Sussex en 1971, educada en un colegio cat¨®lico y, tras su paso por la Universidad de Oxford, responsable de prensa en EMI y luego de marketing en la compa?¨ªa Sony. A los 23 a?os decidi¨® dedicarse a tiempo completo a la escritura, donde se estren¨® con el t¨ªtulo Career girls, la primera de las 14 novelas que lleva escritas dentro del g¨¦nero conocido en las islas como chick lit (algo as¨ª como literatura para mujeres j¨®venes). Las ambiciones literarias de estos libros habitados por j¨®venes hero¨ªnas urbanas son tan limitadas como exitosa su acogida comercial.

Admiradora de Margaret That?cher y de Madonna a partes iguales, Louise Mensch ha sido af¨ªn a los conservadores desde su primera juventud, si se except¨²a un breve coqueteo con el laborismo de Tony Blair. Liberal en lo social y conservadora en temas econ¨®micos, seg¨²n su propia definici¨®n, pronto regres¨® al redil de los tories, que en 2010 acabaron plante¨¢ndole el reto de arrebatar al Labour el esca?o de Corby.

Su relato de c¨®mo las drogas llegaron a mermar algunas de sus capacidades no gust¨® demasiado entre los tories, pero le mereci¨® el respeto general por su sinceridad

Su triunfo electoral la convirti¨® en protegida de Cameron y le abri¨® las puertas de la C¨¢mara de los Comunes, a la que accedi¨® con su apellido de soltera y de novelista, Bagshawe, reci¨¦n divorciada de su primer marido y padre de sus tres hijos. En junio del a?o pasado celebraba una nueva boda con el promotor musical Peter Mensch, que le lleva 19 a?os.

La pareja ha residido desde entonces en casas separadas por miles de kil¨®metros de distancia (ella, en Londres, y ¨¦l, en Nueva York), una situaci¨®n que la parlamentaria joven m¨¢s famosa de Reino Unido acaba de zanjar con su salida abrupta de la escena pol¨ªtica.

Muchas articulistas se han lamentado estos d¨ªas de la decisi¨®n de esta feminista declarada, poniendo el acento en las dificultades para la conciliaci¨®n familiar que afrontan las dipu?tadas brit¨¢nicas. Los juicios menos c¨¢ndidos, sin embargo, apuntan a un gesto calculado de Mensch, cuando las encuestas empiezan a denotar la erosi¨®n del apoyo a los conservadores. La ambici¨®n permanecer¨ªa intacta. Con su marcha al otro lado del Atl¨¢ntico solo cambiar¨ªa el escenario y la b¨²squeda de una nueva actividad profesional en la que volver a brillar.