Miami, inagotable mercado del lujo

?Crisis? Seg¨²n para qui¨¦n. Ocurre en todas partes. Siempre hay ricos y sucesores. Mientras unos se mantienen en la cumbre del d¨®lar, no hay problema con que otros se retiren a cualquier cuartel de invierno ante un panorama a¨²n incierto incluso para ellos. Continuamente aparecen m¨¢s. El dinero no ha desaparecido. Alguien lo tiene. La ¨²nica raz¨®n para irrumpir en un escenario es que la oferta sea atractiva y Miami lo es. Los repuestos parecen inagotables para la ciudad del sol.

Nuevos hacendados dispuestos a pagar no s¨®lo muchos millones de d¨®lares por mansiones, sino impuestos de la propiedad anuales que suenan a esc¨¢ndalo porque se trata de cifras equivalentes a otras casas o apartamentos de buen nivel. Es decir, por 'palacios' sobre los 10 millones de d¨®lares, taxes rondando los 300.000. Como m¨ªnimo.

El mercado inmobiliario de Miami sufri¨® tambi¨¦n el tremendo batacazo mundial, pero su propuesta es mucho m¨¢s llamativa que en otros sitios. De ah¨ª que no s¨®lo famosos confirmados, sino ciudadanos adinerados de econom¨ªas emergentes, estilo ruso o brasile?o, han llegado para salvarla. La mayor seguridad jur¨ªdica y los recursos estadounidenses, con el principal aliciente de buen clima, sol y mar caliente caribe?o todo el a?o resulta una buena garant¨ªa. Y eso se paga.

Es lo que ha hecho un nuevo y desconocido ruso (el misterio a¨²n, muchas veces), que ha batido el ¨²ltimo r¨¦cord por una mansi¨®n en Indian Creek, la isla en la costa interior de Miami Beach. Ha pagado 47 millones de d¨®lares, un buen negocio en el fondo pues los constructores empezaron pidiendo 60 y luego tuvieron que bajar a 52.

Pero ha sido un s¨ªntoma de que los tiempos son todav¨ªa de recuperaci¨®n tras las enormes subidas de hace unos a?os.

Rusos y Julio Iglesias, parece, son de los que est¨¢n m¨¢s boyantes. En un gui?o a La vida sigue igual el cantante compr¨® en abril una casa al lado de la que ya ten¨ªa por 15,2 millones. Ampl¨ªa sus dominios y planea trasladarse por Navidad. Punta Cana es otra cosa y nunca ser¨¢ Miami ni Estados Unidos. Los ni?os y su educaci¨®n tambi¨¦n mandan.

Chabeli, Enrique y Julio Jos¨¦, segunda parte. Todo el emporio Iglesias quiz¨¢ superar¨ªa ya los 40 millones que pag¨® el a?o pasado por su palacio aleda?o Edward Lampert, el due?o del conglomerado de empresas Sears y Kmart. No es extra?o, ante tanto poder¨ªo, que la seguridad privada de Indian Creek , con apenas un kil¨®metro cuadrado de extensi¨®n, sea incluso con botes por su costa.

Otro mercado que se ha movido en los niveles m¨¢s altos es el de joya m¨¢s al sur, Star Island, enfrente mismo de South Beach. All¨ª est¨¢ la casa m¨¢s conocida de Gloria y Emilio Estefan, que mantienen siempre aunque ahora cuidan mucho su hotel Costa d¡¯Este, en Vero Beach, 215 kil¨®metros al norte de Miami.

La actriz y presentadora Rosie O¡¯Donnell s¨ª vende su mansi¨®n de 1.100 metros cuadrados por 19,5 millones. La compr¨® en 1999 por 6,75. Doce habitaciones y 11 ba?os y medio. Quiz¨¢ demasiado para su coraz¨®n. Acaba de desvelar casi seguido un ataque que sufri¨® y su matrimonio secreto el pasado mes de junio con su novia Michelle Rounds.

Al lado, tras divorciarse, el ya retirado gigante de la NBA, Shaquille O¡¯Neal vendi¨® en 2009 por 16 millones la suya que le cost¨® 18,8 cinco a?os antes. El comprador, nada raro, otro ruso, Vladislav Doronin, el novio de Naomi Campbell y presidente del emporio inmobiliario Capital Group. Otro vecino, confirmando que los rusos son los grandes multimillonarios del momento, aunque su gran centro est¨¢ m¨¢s al norte, por Sunny Isles (donde pulula el inefable Donald Trump), ha sido su compatriota Roustam Tariko , due?o del Russian Standard Bank y del Russian Standard Vodka. El verano de 2011 bati¨® la plusmarca entonces al adquirir otra propiedad en Star Island por 25 millones.

No fue un chollo como la subasta de la residencia del empresario venezolano Claudio Osorio a ra¨ªz de su quiebra tambi¨¦n el a?o pasado. Alfonso Rey, un desconocido empresario, la compr¨® por 12,7 millones.

De Miami se fueron hace a?os Madonna o Sylvester Stallone. Y tambi¨¦n se siguen yendo, o los echan, como a Osorio. Por distintos motivos, pero quiz¨¢ siempre al fondo empujados porque no se puede mantener tanto valor inmobiliario y sus impuestos en los nuevos tiempos de crisis. Es decir, se trata tambi¨¦n de soltar lastre antes de quedar al borde del precipicio 'estilo Nicolas Cage'.

Ricky Martin tiene residencias en Nueva York, Puerto Rico y en una isla en R¨ªo de Janeiro. Pero en abril vendi¨® su casa de Miami en North Bay Road, que da al intracoast, a la bah¨ªa de Vizcaya, por 10,6 millones de d¨®lares. La hab¨ªa comprado en 2005 por 10, pero lleg¨® a tenerla a la venta en 2007 en 16,9 y hasta en 19,5 en 2008.

Supuestamente, porque no aparece en los registros del condado, tambi¨¦n vendi¨® otra casa de casi 1.000 metros cuadrados en Golden Beach, al borde del Atl¨¢ntico, por 6,3. Un mal negocio, pues la compr¨® en 2007 por 16,5 y tambi¨¦n se arrepinti¨® pronto al ponerla a la venta ese mismo a?o por 22,5. Ha acabado en un baj¨®n espectacular. Pero esos eran los precios por la zona en septiembre de 2011. Otro ruso, Sergey Solonin, due?o de Qiwi, una empresa de pago aplazado, compr¨® otra en diciembre con 200 metros cuadrados menos por los mismos 6,3 millones.

Un poco m¨¢s al norte, en La Gorce, otra gran isla desgajada hacia el interior del cayo principal que es Miami Beach, ha puesto a la venta su casa de m¨¢s de 800 metros cuadrados el cantante Billy Joel. Pide 14,7 millones, m¨¢s de los 13,5 que pag¨® hace seis a?os, lo que a veces s¨ª demuestra el repunte de los precios. Al parecer, le compensa mantener su mansi¨®n de Nueva York y venir s¨®lo de hotel a Miami. Deja sus siete dormitorios y ocho ba?os, aparte de la piscina y el embarcadero que todas tienen.

En febrero, Anna Kurnikova vendi¨® por 7,43 millones su casa m¨¢s peque?a de 600 metros cuadrados, en Sunset Island, m¨¢s al sur. Su plan es construir otra con Enrique Iglesias , su pareja consolidada. Pero dif¨ªcilmente en Indian Creek, cerca del padre.

Una venta m¨¢s sorprendente, pero real, fue la del jeque Tarek el Fassi, miembro de la agitada familia saud¨ª en el poder y uno de los due?os de la potente corporaci¨®n kuwait¨ª Al-Jumaa. Por s¨®lo 8,5 millones se desprendi¨® el pasado mayo de las dos casas que hab¨ªa unido en Pinetree Drive, muy cerca de Sunset, en 1991 por apenas un total de tres.

El mismo mes, sin embargo, el r¨¦cord lo marc¨® la venta del mucho m¨¢s moderno penthouse de tres pisos en el Continium sur, situado en la punta de South Beach. Del piso 40 al 42, con cinco habitaciones, siete cuartos de ba?o y medio, repartidos en 600 metros cuadrados, seis terrazas, una piscina, ascensor particular y ventanales de m¨¢s de cinco metros de altura. Una aut¨¦ntica caja de cristal de oro en el cielo. En el edificio m¨¢s caro y atractivo, enfrente de la exclusiva Fisher Island, a la que pueden vigilar al otro lado de la misma bocana del puerto de Miami por donde salen y entran los cruceros y mercantes.

Alex Birkenstock, uno de los miembros de la familia due?a de la marca de zapatos alemana, que dej¨® el negocio en 2008, lo vendi¨® por 25 millones a un inversionista italiano. Gran operaci¨®n, pues lo hab¨ªa comprado en 2009 por apenas 9.

Precisamente en Fisher Island, que lleg¨® a ser el distrito postal m¨¢s caro de Estados Unidos, ha trascendido que muchos propietarios han tenido serios problemas econ¨®micos con la crisis. All¨ª la mayor¨ªa son apartamentos, pero los embargos hipotecarios se han sucedido. Eso s¨ª, ninguno de propietarios conocidos como Oprah Winfrey, Andre Agassi o Julia Roberts, a los que nunca se ve ni se sabe que llegan en barco o helic¨®ptero.

Pero por el peligro de embargo s¨ª est¨¢ de nuevo a la venta la antigua casa de Gianni Versace, en pleno centro de Ocean Drive, el paseo de Miami Beach al borde del mar y en cuyas escaleras de entrada fue asesinado el dise?ador en 1997. Casa Casuarina, con sus 1.900 metros cuadrados, 10 habitaciones, 11 ba?os, una piscina de 18 metros y una decoraci¨®n deslumbrante se vende por 125 millones. Esa cifra s¨ª bate todos los r¨¦cords.

Su propietario, el empresario de telecomunicaciones Peter Loftin, la compr¨® en septiembre de 2000 a los herederos de Versace por 19 millones e intenta as¨ª zanjar una complicada situaci¨®n hipotecaria en la que est¨¢ envuelto. Actualmente la tiene alquilada y funciona como hotel-restaurante. Tal vez es la maldici¨®n que sobrevuela el recuerdo.

En Miami hay mucha luz, pero tambi¨¦n bastantes sombras.