La mujer del bill¨®n de d¨®lares
Frida Giannini est¨¢ cambiando las pautas de una industria, la de la moda, de egos desmedidos En tan solo un lustro, ha batido las cifras de su predecesor en Gucci, Tom Ford, con ventas r¨¦cord Anoche concedi¨® en la Mostra de Venecia el Gucci Award for Women in Cinema
La moda es un negocio sensible. Una peque?a salida de tono puede devenir en cat¨¢strofe. Tras experiencias como la de las desafortunadas palabras que apartaron a John Galliano de Dior, la paranoia en la liga de las grandes marcas es tal que resulta complicado leer entrevistas a dise?adores que interesen a nadie m¨¢s que a los equipos de comunicaci¨®n que las gestionaron. Por eso, charlar con la dise?adora de Gucci resulta refrescante. Frida Giannini (Roma, 1972), famosa por poco m¨¢s que su trabajo, ostenta uno de los cargos m¨¢s importantes de la industria. Y pese a ello, le gusta hablar. Es franca. Capaz de reconocer ciertos errores e inseguridades, algo particularmente infrecuente. Y hasta referirse sin demasiados complejos al hombre con quien comparte su vida, m¨ªnimo, desde octubre del a?o pasado, Patrizio di Marco. Nada menos que el consejero delegado de la empresa en la que ella lleva 10 a?os trabajando.
Recibe en una suite del exclusivo hotel Cipriani de Venecia. Con un aparatoso collar¨ªn. En un fotog¨¦nico evento trufado de celebridades y al que han invitado a EL PA?S. ¡°Me ca¨ª de mi caballo la semana pasada. Tengo dolores de cabeza y estar¨¦ as¨ª un par de semanas m¨¢s, pero estoy bien, no hay nada roto¡±, r¨ªe con sorna. Despu¨¦s del cierre de esta edici¨®n, Giannini ejercer¨¢ de anfitriona de la segunda gala del Gucci Award for Women in Cinema, un premio que busca dar visibilidad a mujeres que trabajan en la industria del cine tras las c¨¢maras (¡°yo misma me di cuenta de lo mucho que ignoraba su existencia¡±) y al que este a?o est¨¢n nominadas cinco luminarias (las oscarizadas dise?adora de vestuario estadounidense Colleen Atwood y la montadora de La invenci¨®n de Hugo, Thelma Schoonmaker, entre otras), de las que la dise?adora habla con pasi¨®n. No es su ¨²nica contribuci¨®n a esta industria: en el marco de la muestra ha presentado tambi¨¦n El caso Mattei (cinta de 1972 de Francesco Rosi, que ayer recibi¨® un homenaje en el festival). Es la novena joya cl¨¢sica del celuloide de cuya restauraci¨®n se ha hecho cargo la marca italiana como patrocinadora de The Film Foundation. Una entidad capitaneada por Martin Scorsese que ha devuelto esplendor a pel¨ªculas como El gatopardo, La dolce vita o ?rase una vez en Am¨¦rica.
¡°Con Madonna siempre me enzarzo en discusiones. Si quieres defender tus ideas ante ella sin que te destruya, tienes que ser firme ¡±
Horas antes de que la artista Marina Abramovic, el cineasta Wim Wenders, la actriz Salma Hayek o Carlota Casiraghi desembarcaran en la exclusiva isla veneciana libre de paparazis que alberga la gala, Giannini recuerda sus primeros encuentros con la lista infinita de celebridades que han colaborado con la firma. ¡°Al principio, me sent¨ªa como una adolescente conociendo a su ¨ªdolo, un shock. No quiero decir que ahora est¨¦ m¨¢s relajada, porque nunca lo estoy: frente a una personalidad tan fuerte, nunca sabes cu¨¢l ser¨¢ la reacci¨®n. Madonna fue de las m¨¢s duras¡±, reconoce. ¡°Tiene una opini¨®n sobre todo, siempre nos enzarzamos en discusiones. Si quieres defender tus ideas sin que te destruya, tienes que mantenerte fuerte en tu posici¨®n. Resulta de lo m¨¢s inspiradora. Es una m¨¢quina¡±
Nadie sabe muy bien c¨®mo la dise?adora consigui¨® embarcar a Carlota Casiraghi en una campa?a de publicidad que, como Giannini admite, ¡°es la envidia de mucha gente¡±. ¡°Surgi¨® de manera muy natural. Me busc¨® y quedamos en Roma. Quer¨ªa prendas especiales para competir como jinete. Empezamos a trabajar juntas y un d¨ªa me trajo algunas piezas antiguas de Gucci personalizadas para su abuela y su madre. Yo estaba embarcada en la celebraci¨®n del 90? aniversario de la firma y cre¨ªmos que ser¨ªa interesante una colaboraci¨®n que rescatara los iconos legendarios del pasado, sin fines estrictamente comerciales¡±. Tras la etapa de Ford, que ignor¨® la italianidad de la firma, reivindicar la herencia ha sido la obsesi¨®n de la dise?adora. ¡°Sent¨ªa que faltaba respeto por el pasado de la compa?¨ªa. Creativamente, creo que la decisi¨®n m¨¢s acertada que he tomado ha sido poner el acento en la artesan¨ªa, en la calidad, en el made in Italy, actualizar iconos de la casa, como el bolso Bamboo o el Jackie¡±. Y en ese viaje al pasado, ?c¨®mo eludir los detalles m¨¢s oscuros de la familia Gucci? Un culebr¨®n de asesinatos, pasiones y altas traiciones que enfrent¨® durante generaciones a padres e hijos y a maridos y mujeres, y que Ridley Scott ha proyectado llevar al cine. ¡°Estoy enamorada de la historia de la familia: es como una novela de romance y pasi¨®n¡±. Con todo, reconoce ¡°muchos¡± errores en su propia gesti¨®n revivalista. ¡°El principal: abusar de los logotipos al principio. Aunque las cifras de venta fueran buenas¡±.
¡°Si despu¨¦s de explicarle la colecci¨®n repetidas veces a alguien, sigue obsesionado con Tom Ford, no hay nada que hacer¡±
Con una facturaci¨®n en el primer semestre de 2012 de 1.727 millones de euros y un ritmo de crecimiento anual pr¨®ximo al 20%, la etapa de Giannini ha sido la m¨¢s exitosa de la historia de Gucci. Por encima de la de Tom Ford y pese a la coyuntura econ¨®mica actual. Sin embargo, la cr¨ªtica fue dura con ella en sus inicios. ¡°A lo mejor ten¨ªan raz¨®n. Quiz¨¢ yo tampoco entend¨ªa lo que estaba haciendo¡±, reflexiona. Pero ?importa lo que escriba un periodista cuando los n¨²meros te respaldan? ¡°Soy muy cuidadosa con las cr¨ªticas. De algunas he aprendido. La percepci¨®n medi¨¢tica es ahora muy buena, pero al principio s¨ª pudo ser muy negativa. Pensaba en esos art¨ªculos, los rele¨ªa. En alguna ocasi¨®n ha habido gente realmente grosera. Y cuando ha reincidido tres, cuatro, cinco veces, he decidido dejar de invitarla al desfile, porque es completamente in¨²til. Si despu¨¦s de explicarle la colecci¨®n repetidas veces, una persona sigue obsesionada con Tom Ford, qu¨¦ se le va a hacer. Honestamente, esto solo ha ocurrido una vez. Pero lo cierto es que miro mis primeros a?os en Gucci y creo que pod¨ªan tener cierta raz¨®n. Estoy creciendo con la compa?¨ªa, ahora tengo m¨¢s experiencia, me siento m¨¢s segura. No es tan f¨¢cil, requiere tiempo desarrollar una visi¨®n¡±.
El pasado octubre, Giannini y el jefe, Patrizio di Marco, hac¨ªan p¨²blica una relaci¨®n que podr¨ªa haber generado controversia. No fue as¨ª. ¡°Estoy muy contenta. En el pasado estuve con alguien a quien no le importaba nada la moda ni lo que yo hac¨ªa, y a veces era frustrante¡±. El proceso de hacerlo p¨²blico no fue sencillo. ¡°En el momento en que nos dimos cuenta de que esto era mucho m¨¢s que un rollo de verano, fuimos a informar al due?o [Fran?ois-Henri Pinault]. Ambos est¨¢bamos preparados para abandonar la compa?¨ªa si as¨ª lo cre¨ªa necesario. No quer¨ªamos estar en la clandestinidad, somos dos profesionales, no est¨¢bamos bromeando. Y ¨¦l respondi¨® que le sab¨ªa mal por nosotros, ya que significaba que ¨ªbamos a estar a¨²n m¨¢s horas trabajando. Eso no es ning¨²n problema. Todo ha ido bien. Puede que nosotros nos peleemos, pero eso no tiene por qu¨¦ afectar a la empresa¡±.
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