?ngeles, momias y calzoncillos: museos y monumentos de lo m¨¢s ins¨®litos
Sensuales, espeluznantes, sugerentes, inquietantes, er¨®ticos, secretos, morbosos, extravagantes, divertidos, inclasificables¡ (Iba a ponerbizarros, pero mi ¨¢ngel de la guarda me ha dicho que mejor no). Una colecci¨®n de atractivos tur¨ªsticos que quiz¨¢s no est¨¦n en tu gu¨ªa.
1.- GAYUMBOS DE COLECCI?N
¡°Si alguien te intimida, imag¨ªnatelo en calzoncillos¡±. El Mus¨¦e du Slip, es decir, el Museo del Calzoncillo (y de la Braga), en Bruselas (B¨¦lgica), una creaci¨®n del corrosivo artista belga Jan Bucquoy, va m¨¢s all¨¢ y re¨²ne una colecci¨®n de prendas ¨ªntimas de personajes famosos, en su mayor¨ªa pol¨ªticos. Una de las salas muestra piezas supuestamente aut¨¦nticas usadas al menos una vez por su donante. En otra, los retratos de aquellos que no quisieron compartir su intimidad, con una prenda (¨ªntima) por montera.
Como apuntaba en un comentario desde Bruselas Andr¨¦s Tob¨ªas Rubio, ¡°la autenticidad de algunas piezas (como las bragas de la Reina Fabiola o los calzoncillos del Rey Balduino) es dudosa, pero el sitio es divertido. Est¨¢ en el centro de Bruselas, muy cerca de la Grand' Place (Rue des Eperonniers, 52)".
2.- "?NGEL DE LA GUARDA, DULCE COMPA??A¡"
A m¨ª, de peque?o, el ?ngel de la Guarda me daba miedo, como los ?ngeles Llorones (Weeping Angels) que sal¨ªan en un episodio de la serie de televisi¨®n Dr. Who. No parpade¨¦is.
Algunos son inquietantes, como el arc¨¢ngel de m¨¢rmol con alas de bronce, obra del escultor Guglielmo della Porta, que entre 1577 y 1753 coron¨® la fortaleza romana de Sant'Angelo (el antiguo mausoleo de Adriano). Hoy se exhibe en uno de los patios, el llamado Cortile dell¡¯Angelo.
Otros son luciferinos, como el de la fuente del ?ngel Ca¨ªdo del Retiro, en Madrid, obra del escultor Ricardo Bellver.
O como el de la Fontana del Frejus, en la Piazza Statuto de Tur¨ªn, donde seg¨²n una leyenda est¨¢ la puerta del Infierno.
Hay ¨¢ngeles terror¨ªficos, como el esqueleto alado y besuc¨®n de El beso de la muerte, una escultura en m¨¢rmol de Jaume Barba que decora el mausoleo del empresario catal¨¢n Josep Llaudet Soler en el cementerio barcelon¨¦s de Poblenou.
Y otros amables y enamoradizos, como el que se deja caer desde la berlinesa Siegess?ule (Columna de la Victoria) en la maravillosa pel¨ªcula El cielo sobre Berl¨ªn, de Wim Wenders, rotagonizada por Bruno Ganz.
3.- 'BELLAS DURMIENTES' QUE PROVOCAN PESADILLAS
A lo largo de los siglos XVIII y XIX, artistas italianos como Clemente Michelangelo Susini (1757-1814), Giuseppe Astorri (1785-1852) y Cesare Bettini (1801-1855) trabajaron para las escuelas de medicina de varias universidades europeas esculpiendo, con fines did¨¢cticos, modelos anat¨®micos en cera de los cad¨¢veres que pasaban por las salas de disecci¨®n.
Todos ellos son muy realistas, pel¨ªn desagradables, y en especial, las desasosegantes Venus Anat¨®micas de Clemente Susini (quien adem¨¢s de cera empleaba cabellos humanos, perlas y cristal de Murano) que se conservan en museos m¨¦dicos como el de la Specola, en Florencia; el Museo Anat¨®mico de Cera de la Universidad de Bolonia, o el Josephinum de la Universidad de Viena.
4.- LA ELEFANTA QUE EDISON ELECTROCUT?
Entre los monumentos m¨¢s raros de Nueva York se encuentra el Topsy Memorial del Museo de Coney Island. Se trata de un viejo mutoscopio, un aparato que permit¨ªa ver im¨¢genes en movimiento, que sol¨ªan ser er¨®ticas, introduciendo unas monedas. El del Museo de Coney Island muestra la muerte por electrocuci¨®n en 1903 de Topsy, una elefanta de circo que hab¨ªa matado a los due?os que la maltrataban. El encargado de la ejecuci¨®n fue Thomas Alva Edison, el inventor de la bombilla.
Todo por un qu¨ªtame all¨¢ esos Vatios: Edison (pel¨ªn codicioso, a la par que genio) estaba que echaba chispas porque el sistema de transmisi¨®n de electricidad que ¨¦l hab¨ªa patentado, la corriente continua, perd¨ªa terreno frente a la corriente alterna, inventada por el croata Nikola Tesla. Para desprestigiar a su rival, Edison se dedic¨® durante un tiempo a electrocutar animales mediante calambrazos de alto voltaje. Alternos, eso s¨ª. En Youtube se puede ver un v¨ªdeo de la haza?a (es duro, advierto). Dan ganas de apagar (o de no pagar) la luz.
5.- FOTOMAT?N PARA ZOMBIS
Si las Venus Anat¨®micas te dieron yuyu, no sigas leyendo (aunque te perder¨¢s el ¨²ltimo apartado, que va de SEXO), porque este otro tema da mucho miedo. Va de momias, pero no de las egipcias, sino de las que, desde hace m¨¢s de un siglo vienen apareciendo en el cementerio de Guanajuato (M¨¦xico). En 1865 se descubri¨® el primer cuerpo momificado, y ya se han encontrado m¨¢s de un centenar de cad¨¢veres en las mismas condiciones, preservados por las caracter¨ªsticas del suelo donde fueron enterrados, que alimentan un aut¨¦ntico museo de los horrores (han salido en pel¨ªculas como Nosferatu, vampiro de la noche, de Werner Herzog (1979), y en varias de la saga mexicana Santo, el Enmascarado de Plata).
Las momias, de todas las edades, llevan ropas contempor¨¢neas, lo que las hace m¨¢s aterradoras si cabe.
6.- EL ARTE DE PECAR (Y VIVIR PARA CONTARLO)
Diez siglos de sexo separan el De diversis fornicationibus de las Glosas Silenses y la serie de televisi¨®n Californication de la cadena estadounidense HBO. A pesar de ser considerado un pecado capital por la doctrina cristiana, el apetito de los deleites carnales ha servido como tema de creaci¨®n art¨ªstica desde la prehistoria, casi siempre resaltando sus aspectos positivos y l¨²dicos, cuando no su car¨¢cter religioso, como ocurre con el hinduismo t¨¢ntrico. No en vano el deseo sexual es uno de los tres pilares, junto al hambre y la sed, de la supervivencia.
Entre los que m¨¢s cultivaron (y disfrutaron) el ars amandi, est¨¢n los romanos: en el Gabinete Secreto del Museo Arqueol¨®gico de N¨¢poles (Italia) se puede ver una colecci¨®n de frescos, mosaicos y esculturas de car¨¢cter er¨®tico o pornogr¨¢fico hallados en las ruinas de Pompeya (que era algo as¨ª como el Benidorm de la antig¨¹edad, pero con los nombres de las calles en lat¨ªn y salsa garum en vez de Ketchup).
La ciudad, junto a la vecina Herculano, fue enterrada con sus habitantes durante la violenta erupci¨®n del Vesubio del 24 de agosto del a?o 79 D.C. Del polvo, al polvo; perd¨®n, ceniza.
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