Fuego

El d¨ªa 26 de agosto se hab¨ªan quemado este a?o en Espa?a 153.159,66 hect¨¢reas, el triple que en 2011. Pero la cifra ya est¨¢ obsoleta porque el infierno suma y sigue. Despu¨¦s del 26 hay que a?adir Robledo de Chavela (1.200 hect¨¢reas), Toledo (700) y el horror de M¨¢laga (8.200). En Robledo han encontrado artefactos incendiarios; en Girona detuvieron a dos menores por iniciar ocho fuegos y grabarlos en v¨ªdeo. Llevamos siete muertos, varios heridos graves, decenas de miles de animales achicharrados, centenares de casas quemadas y de familias arruinadas, miles de personas que han tenido que ser desalojadas y que han vivido d¨ªas de terror. Porque incendiar el monte es terrorismo.

Como todos, me pregunto qu¨¦ ocurre: ?c¨®mo es posible que de pronto haya tantos pir¨®manos y que no se consiga descubrir qu¨¦ intereses hay detr¨¢s? El s¨¢bado, en La Gomera, 3.000 personas (all¨ª son much¨ªsimas) participaron en una manifestaci¨®n apartidista contra el incendio que ha calcinado el 11% de la isla. Ese terrible fuego me parece un emblema de todos los dem¨¢s: en ¨¦l hubo recortes insensatos (el Gobierno Canario baj¨® un 60% las partidas antiincendios); hubo una gesti¨®n catastr¨®fica del siniestro (entre otras cosas, redujeron el nivel de gravedad antes de una anunciada ola de calor); hubo pir¨®manos; hubo desd¨¦n y descuido, con el presidente insular y¨¦ndose de la isla y con los ministros en los toros o de vacaciones; hubo una guerra de acusaciones necias entre los diversos partidos mientras todo ard¨ªa. Hubo ineptitud y sectarismo. Los gomeros han dicho basta y est¨¢n pidiendo responsabilidades. Esa es la palabra, responsabilidad. En otros pa¨ªses, cuando suceden cosas tan graves, hay gente que dimite. Aqu¨ª nunca dimite nadie: se quedan agarrados a su estupidez y su codicia. Habr¨¢ que imitar a los gomeros y plantarse y echarlos.