El biquini negro de Val¨¦rie Trierweiler no era ¡®necesario¡¯
Condenada una revista por publicar unas fotos de playa de la compa?era del presidente franc¨¦s Hollande
No ha pasado ni un mes desde que la revista francesa VSD provocara la ira de Val¨¦rie Trierweiler al publicar en portada una fotograf¨ªa robada de la primera dama a punto de darse un ba?o en el sur de Francia con el presidente Fran?ois Hollande. La periodista no tard¨® en demandar al magazine por vulnerar su intimidad. En un pa¨ªs en el que el derecho a la imagen y el respecto de la vida privada son sagrados y justifican un tratamiento judicial en urgencia, el tribunal acaba de darle la raz¨®n. El semanal ha sido condenado a una multa de 2.000 euros en concepto de da?os y prejuicios. Se trata de una victoria a medias para la inquilina del El¨ªseo, que reclamaba 30.000 euros.
?La r¨¢pida actuaci¨®n de la justicia y el estatuto de la demandante podr¨ªa hacer pensar que la primera dama se beneficia de un trato de favor, pero lo cierto es que la justicia francesa se toma muy en serio el ¡°derecho de todos al respecto de su vida privada¡± estipulado el art¨ªculo 9 del c¨®digo civil. El no respeto de este derecho puede motivar una tramitaci¨®n judicial acelerada de una demanda al respecto para reparar de forma urgente el da?o provocado.
Los tribunales ya dieron la raz¨®n a la princesa Carlota de M¨®naco en su lucha con la prensa esta primavera, al condenar a diferentes revistas por publicar unas im¨¢genes de la hija de Carolina con el c¨®mico franc¨¦s, Gad Elmaleh. Tambi¨¦n el actor Vincent Lindon logr¨® multar reciente a Voici por publicar unas instant¨¢neas de su presunto idilio con la pol¨ªtica Rachida Dati.
¡°No era necesario para la leg¨ªtima informaci¨®n del p¨²blico mostrar a la compa?era del presidente de la Rep¨²blica en la playa del fuerte de Br¨¦gan?on¡±, en la costa Azul donde verane¨® la pareja, ¡°en contra de su voluntad¡±, indica en su decisi¨®n tomada este martes la jueza Anne-Marie Sauteraud. ¡°Las im¨¢genes no pueden ser calificadas de anodinas, en particular teniendo en cuenta que la retratan en ba?ador cuando ella nunca acept¨® posar los objetivos en este traje¡±, a?ade.
La jueza sin embargo considera que la primera dama ¡°no pod¨ªa ignorar el riesgo de ser fotografiada en la playa de la residencia oficial del jefe de Estado, la cual, aunque no est¨¦ abierta al p¨²blico, es visibles desde el mar¡±, por lo que limita la multa a 2.000 euros. La propia Trierweiler hab¨ªa explorado la zona antes de iniciar el periodo de descanso all¨ª para controlar los posibles puntos de vista de los paparazis que abundan en la zona.
La fotograf¨ªa en cuesti¨®n, tomada a mediados de agosto, mostraba a Trierweiler en biquini negro, cogida del brazo de Hollande, entrando al agua en la playa que se encuentra frente a la residencia estival presidencial. En portada, VSD titulaba Normales hasta en el ba?ador, un gui?o a la imagen de normalidad asumida por el mandatario y de la que hab¨ªa hecho alarde en los d¨ªas anteriores posando para las c¨¢maras de fot¨®grafos y turistas mientras paseaba con su compa?era por las calles del pueblo vecino de Bornes-les-Mimosa. La juez de hecho aclara con algo de iron¨ªa que la instant¨¢nea ¡°tampoco puede constituir una ilustraci¨®n pertinente de la normalidad reivindicada por la pareja presidencial¡±. La revista ya ha anunciado que recurrir¨¢ la decisi¨®n.
Tambi¨¦n public¨® im¨¢genes de pol¨¦mica serie la revista Paris Match, aunque a diferencia de VSD no las llev¨® a portada. Pero sobre todo, se trata del magazine para el que Trierweiler trabaja desde hac¨ªa d¨¦cadas y en el que sigue publicando dos cr¨®nicas culturales mensuales. La primera dama ha preferido no enfrentarse a su empleador en los tribunales, dejando al descubierto la dificultad de asumir su nuevo papel p¨²blico sin renunciar a su profesi¨®n de periodista.
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