Liberalismo acrisolado

Parece ser que Esperanza Aguirre es partidaria de que en los grandiosos garitos que piensa abrir en alg¨²n sitio de los alrededores de Madrid se pueda fumar (es de esperar que arbitre alg¨²n medio para que los empleados de tales locales y los lud¨®patas no fumadores puedan librarse de la cancer¨ªgena contaminaci¨®n del humo del tabaco). Parece ser que ella no es fumadora, que lo que le anima a esa permisividad es un esp¨ªritu liberal del que se dice defensora. Es el mismo esp¨ªritu que animaba a Jos¨¦ Mar¨ªa Aznar a alentar el consumo del buen vino de Castilla la Vieja a quien condujera un autom¨®vil (tampoco parece que arbitrara ning¨²n medio para evitar los da?os a terceras personas que una conducci¨®n as¨ª animada pudiera causar). Sea como fuere, lo que incita a tan preclara mujer y a tan insigne hombre del PP a esas opiniones ¡ªseg¨²n proclaman ellos mismos¡ª es su acrisolado liberalismo.

?Pues bien, ?por qu¨¦, en nombre de ese amor a la libertad individual, no hacen cuanto est¨¦ en su mano ¡ªy ser¨¢ mucho¡ª para permitir el libre consumo de estupefacientes? Si as¨ª lo hicieran, todos los pobres delincuentes de la droga que ahora sobreviven a costa del Estado en las c¨¢rceles se convertir¨ªan en honrados comerciantes; la calidad del producto que venden, que lamentablemente ¡ªm¨¢s por la falta de calidad que por su ¨ªnsita nocividad¡ª sigue causando tantas v¨ªctimas, estar¨ªa controlada por Sanidad. Los consumidores, por ¨²ltimo, con la toma de tales productos, antes que un delito, ejercitar¨ªan un derecho sin causar da?o a nadie; el mismo derecho que invocan a cada paso los m¨¢s ilustres miembros del partido que nos gobierna.¡ª Juan D¨ªaz de Atauri Rodr¨ªguez de los R¨ªos. Madrid.