Cumplea?os ajetreado

Las redes sociales han sido ¨²tiles a la hora de movilizar a ingentes cantidades de ciudadanos para expresar su posici¨®n ante asuntos de gran relevancia. Por ejemplo, para enfrentarse al exceso de poder de determinados reg¨ªmenes autoritarios. En 2009, las calles de Ir¨¢n se vieron desbordadas por una marea verde que protestaba contra el supuesto fraude electoral que dio el poder a Mahmud Ahmadineyad frente al opositor Mir Husein Mosavi, y luego vinieron las concentraciones que desencadenaron las distintas primaveras ¨¢rabes. Am¨¦n, claro, de otras m¨²ltiples convocatorias en las que las redes sociales tuvieron un importante protagonismo y que juntaron en distintos lugares del mundo a decenas de miles de personas para forzar un cambio de rumbo, ya fuera en citas electorales ¡ªcomo la espa?ola de 2004¡ª o en conflictos m¨¢s espec¨ªficos. Pero del mismo modo que las redes sociales movilizan a la gente para causas de alto contenido pol¨ªtico, tambi¨¦n la hacen salir de casa para divertirse. Es lo que ocurri¨® la pasada semana en Haren, una peque?a localidad del norte de Holanda: llegaron unos 4.000 j¨®venes a celebrar un cumplea?os y arrasaron la ciudad entera: 34 detenidos, 29 heridos y destrozos valorados en millones de euros.

Merthe cumpl¨ªa 16 a?os y decidi¨® invitar a sus amigos a una fiesta a trav¨¦s de Facebook. El problema es que no lo hizo como evento privado sino como cita p¨²blica, y un mont¨®n de j¨®venes sedientos de pasarlo bien se apuntaron de inmediato. Fueron unos 25.000 los que anunciaron que no se perder¨ªan el festejo, y el Ayuntamiento de Haren tuvo que decirles que no ser¨ªan bienvenidos.

Fueron menos de una quinta parte de los que se apuntaron, pero la armaron. La atm¨®sfera mod¨¦lica de una localidad pac¨ªfica se vio alterada por unos cuantos b¨¢rbaros que se enfrentaron a la polic¨ªa lanzando botellas, adoquines, bicicletas y lo que encontraron a su paso.

Las redes sociales no solo sirven para causas nobles. Pueden tambi¨¦n generar un desprop¨®sito. Merthe solo quer¨ªa soplar las velas de su tarta de cumplea?os. Los que llegaron a acompa?arla arramblaron con todo en una bacanal de pura violencia sin proyecci¨®n alguna.