¡°Nunca fui anor¨¦xica ni heroin¨®mana¡±
Kate Moss se pronuncia sobre su supuesta adicci¨®n a las drogas duras y sus complejos en una biografr¨ªa que se publicar¨¢ en noviembre
Junto con su talento para posar, una de las virtudes de Kate Moss (Croydon, Londres 1974) es la de haber mantenido la boca cerrada. Salvo las inevitables entrevistas pactadas de mano de millonarios contratos con marcas como Topshop, Rimmel o Mango, la modelo se ha resistido a hablar con los medios, convirtiendo su figura en un enigma de lo m¨¢s rentable. El libro que se publicar¨¢ en noviembre sobre Moss se mueve en esas coordenadas y a pesar de que cuenta con la contribuci¨®n personal de la modelo, no ser¨¢ una de esas autobiograf¨ªas que lavan trapos sucios. Kate: The Kate Moss Book (editorial Rizzoli), se limita a ser una retrospectiva gr¨¢fica sobre la trayectoria de la maniqu¨ª.
El diario brit¨¢nico Daily Mirror? adelanta que en ¨¦l Moss se pronuncia sobre las acusaciones que la responsabilizaron de promover la anorexia y la adicci¨®n a las drogas duras, algo sobre lo que hasta Bill Clinton se pronunci¨® en 1993. ¡°Si hubiera sido anor¨¦xica o heroin¨®mana, hubiera soltado un ?oh!, pero no era nada de eso¡±. Otra de sus escasas revelaciones tiene que ver con sus complejos f¨ªsicos al principio de su carrera. ¡°De adolescente, odiaba mis pechos. Hac¨ªa cualquier cosa para no quitarme la camiseta. Llor¨¦ durante a?os¡±
Moss confirma que su reticencia a pronunciarse en p¨²blico nace de un consejo de su exnovio Johnny Depp: ¡°Nunca hay que quejarse y nunca hay que dar explicaciones¡±. Por esta raz¨®n, por ejemplo, no tiene cuenta en Twitter: ¡°No quiero que la gente sepa qu¨¦ es verdad, eso es lo que mantiene el misterio¡±.
En todo caso, la top ha matizado la sugerencia de Depp y la ha llevado a un terreno m¨¢s expl¨ªcitamente hedonista. Su amigo el locutor de radio brit¨¢nico Nick Grimshaw revel¨® recientemente al diario The Guardian el tipo de recomendaciones que le dio Moss antes de empezar en la BBC: ¡°Cari?o, tienes que hacer lo que yo. Unas veces ir a trabajar, otras llegar con resaca y otras ni aparecer. A la gente le encanta lo impredecible¡±.
Kate... no deja de ser la historia en im¨¢genes de c¨®mo una adolescente poca cosa dej¨® su barrio a las afueras de Londres, rompi¨® con la era de las s¨²permodelos y se convirti¨® en el rostro que define el cambio de milenio. Dedicado a su marido Jamie Hince y con la colaboraci¨®n de Jefferson Hack, el padre de su hija, el libro tendr¨¢ ocho portadas diferentes, incluir¨¢ fotograf¨ªas in¨¦ditas y comentarios personales de la modelo.
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