Batalla judicial por el reparto de elBulli
El chef Ferran Adri¨¤ niega haber estafado a un exsocio al comprarle parte del restaurante Los hijos de este defienden poseer el 84%, pese a que su padre entr¨® en el negocio con un 20%.
El empresario catal¨¢n Miquel Horta fue, para algunos, un mecenas que dio a elBulli un empuj¨®n decisivo cuando el restaurante a¨²n no se hab¨ªa convertido en un fen¨®meno de fama mundial. Para otros, como Ferran Adri¨¤, su papel se asemej¨® m¨¢s al de un banquero, un socio capitalista que ech¨® un capote en un momento de dificultad. Horta se ve¨ªa a s¨ª mismo como una suerte de protector del chef. Y Adri¨¤, seg¨²n la familia del empresario ¨Cantiguo activista contra el franquismo, comunista y catalanista¨C, aprovech¨® su generosidad y su vesania para arrebatarle su parte de elBulli de forma injusta.
Hace dos a?os, un juez incapacit¨® a Horta por un trastorno bipolar y dio la tutela a sus hijos, que demandaron a Adri¨¤ y a Juli Soler, exdirector de elBulli y compa?ero de viaje del cocinero durante m¨¢s de 30 a?os. El juicio se ha celebrado esta semana en Barcelona. La clave de b¨®veda del caso es una compraventa de acciones de elBulli en 2005. Ese a?o, Adri¨¤ y Soler compraron a Horta su parte en el negocio (un 20%) a cambio de 1,2 millones de euros, cuatro veces la cantidad que hab¨ªa aportado inicialmente.
El negocio atraves¨® un duro bache debido a la crisis de 1993. El chef y su mano derecha esperaban como agua de mayo un pr¨¦stamo bancario. Y apareci¨® Horta, con el que Adri¨¤ hab¨ªa trabado amistad tras haberlo conocido en una exposici¨®n. A cambio de prestarles unos 300.000 euros, el qu¨ªmico industrial se hizo con una quinta parte del restaurante con la condici¨®n de que, si no recuperaba la inversi¨®n, se har¨ªa con todo el negocio. La familia considera que, con aquella aportaci¨®n, Horta deber¨ªa haber sido, en realidad, due?o del 84% de la empresa. Y cree que esa proporci¨®n debi¨® ser respetada en 2005. Teniendo en cuenta el valor que sus peritos atribuyen a elBulli, eso significa que a la familia le corresponden al menos 67 millones. Una valoraci¨®n que la defensa considera err¨®nea y fuera de lugar.
Teniendo en cuenta el valor que sus peritos atribuyen a elBulli, la familia Horta considera que le corresponden 67 millones de euros. Una valoraci¨®n que la defensa considera fuera de lugar
¡°No ten¨ªamos ning¨²n inter¨¦s en comprarle su parte. Solo lo hicimos para ayudarle¡±, sostuvo en el juicio Adri¨¤, que negaba con la cabeza cada vez que le acusaban de enga?ar a Horta. A la vista oral no acudi¨® su socio Soler porque padece una enfermedad neurodegenerativa. Ante la prensa, el chef dijo sentirse ¡°indignado¡± por la ¡°mala fe¡± de la familia ¨Cpara Miquel Horta tuvo palabras de elogio¨C y ¡°triste¡± porque se haya puesto en duda su honor. Pese a haber acumulado una gran riqueza junto a su hermano Federic con la venta de la firma Nenuco, Horta se vio en la ruina. Y pidi¨® ayuda a Adri¨¤, seg¨²n la versi¨®n del chef. Entre todos decidieron que la mejor forma de devolverle el favor era comprarle sus acciones de un negocio que un a?o antes, en 2004, ya facturaba cuatro millones de euros y que en los siguientes ejercicios creci¨® de forma espectacular aupado por la euforia econ¨®mica.
Los hijos interpretan que, cuando elBulli caminaba hacia el ¨¦xito global, Adri¨¤ y Soler quisieron deshacerse de su padre. Y lo hicieron, dicen, de malas maneras, aprovechando su estado mental para pagarle menos de lo que le correspond¨ªa. Se trata de hacer justicia, ¡°y no de sacar tajada¡±, resalt¨® el abogado de la familia. Para la parte contraria esa es precisamente la motivaci¨®n de la demanda: lograr un beneficio econ¨®mico a costa del prestigio y de la riqueza generada por Adri¨¤. ¡°El ¨¦xito tiene un precio¡±, dijo el chef.
La mayor¨ªa de psiquiatras que desfilaron por la sala de vistas explicaron que, el a?o de la compraventa, Horta ya padec¨ªa una enfermedad mental que le imped¨ªa tomar decisiones. El profesional que le ha atendido desde siempre afirm¨® que era una persona ¡°especialmente manipulable¡±. Seg¨²n relat¨® el abogado de los demandantes, Horta lo mismo acud¨ªa a un restaurante en zapatillas que prestaba dinero para un negocio ficticio o pagaba 54.000 euros para celebrar por todo lo alto, en elBulli, su 25? aniversario de boda. Su secretaria llamaba a todo eso ¡°migueladas¡±. ¡°Era un hombre incapaz y un infeliz, y todo el mundo lo sab¨ªa¡±, zanj¨® el letrado. Sus palabras pusieron l¨¢grimas en los ojos de los hijos de Horta.
El problema, como subray¨® el abogado de Adri¨¤, es que hasta 2007 no existe documentaci¨®n que acredite esa enfermedad. Horta, de hecho, no fue incapacitado hasta a?os m¨¢s tarde. Los hijos, se?ala el letrado, pudieron haber evitado la venta de acciones porque formaban parte de la sociedad del padre, que hizo la venta. Y, sin embargo, no le apartaron de su cargo como administrador. Adem¨¢s, las empresas ¡°no padecen trastornos psiqui¨¢tricos¡±, argument¨®.
¡°No ten¨ªamos ning¨²n inter¨¦s en comprarle su parte. Solo lo hicimos para ayudarle¡±, sostuvo en el juicio Adri¨¤, que negaba con la cabeza cada vez que le acusaban de enga?ar a Horta
Pese a tener una relaci¨®n muy cercana ¨C¡°qued¨¢bamos para comer y reunirnos a menudo, al menos una vez por semana¡±¨C, Adri¨¤ no hab¨ªa observado ning¨²n comportamiento an¨®malo. Cuando ya hab¨ªa decidido clausurar elBulli y crear una fundaci¨®n, el chef lleg¨® a proponer a Horta que ocupara la presidencia. El empresario se emocion¨®. ¡°Era una persona muy cercana a ¨¦l, ?claro que sab¨ªa c¨®mo era!¡±, reproch¨® el abogado de la familia. ¡°[Horta] se consideraba un padre para Ferran Adri¨¤ y al verse enga?ado entr¨® en una profunda depresi¨®n¡±, aleg¨®.
Adem¨¢s de apartarle, precisa la demanda, Adri¨¤ y Soler se enriquecieron a costa de Horta. Cuando este entr¨® en el accionariado, elBulli ya hab¨ªa sido distinguido con estrellas Michelin y Adri¨¤ era un cocinero reputado. Fueron, sin embargo, a?os dif¨ªciles. ¡°Trabaj¨¢bamos m¨¢s de 15 horas al d¨ªa, casi 365 d¨ªas al a?o¡±, dijo Adri¨¤. Su sueldo anual nunca lleg¨® a superar los 40.000 euros. Hasta que vieron necesario actualizar esos salarios. En 2004, por primera vez, Adri¨¤ y Soler facturaron a elBulli por sus derechos de imagen, derivados de su participaci¨®n en conferencias, libros y asesoramientos. Los demandantes consideran que ¡°dejaron a un lado¡± a Horta y, as¨ª, ¡°socavaron el patrimonio de elBulli¡±. Pero la defensa alega que el empresario formaba parte del Consejo de Administraci¨®n de la sociedad y aval¨® esos pagos, de 300.000 euros para cada uno de ellos.
La aportaci¨®n inicial de Horta, seg¨²n la familia, fue clave. ¡°Sin ¨¦l no hubieran llegado a nada¡±, defiende su abogado. El letrado de Adri¨¤, en cambio, considera que elBulli ya ten¨ªa prestigio entonces, y si creci¨® despu¨¦s como lo hizo fue sobre todo gracias al talento y a la creatividad del chef y de su equipo. Adem¨¢s, Adri¨¤ siempre hab¨ªa traspasado todo lo que ganaba por sus derechos de imagen a elBulli. ¡°?Se imaginan que lo que Messi cobra de Nike y de otros sitios se lo lleve el Bar?a?¡±, se pregunt¨® el cocinero en el juicio. ¡°Adri¨¤ trabaj¨® como un negro y nunca cobr¨® lo que cobra un chef de su categor¨ªa. No hubo enga?o, ni desproporci¨®n ni deslealtad¡±, zanj¨® el abogado. En 2009, record¨®, un juzgado de instrucci¨®n de Barcelona ni siquiera admiti¨® a tr¨¢mite una querella por los mismos hechos. ¡°Queremos que resplandezca la honradez y la generosidad de personas que nos han dado a todos su creatividad y han trabajado por hacer realidad su sue?o¡±.
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