La camisa blanca
"Cuando Obama la viste, siempre con las mangas remangadas, subraya su propio color de piel pero tambi¨¦n denota esfuerzo, trabajo f¨ªsico, un mensaje directo a la clase media"

Si Javier Bardem es rico lo es sin duda porque ha sabido unir trabajo y talento. No naci¨® rico. Pero eso no es tan importante. Lo importante es que en una democracia todo el mundo, con o sin talento, puede decir lo que piensa. Afortunadamente, all¨ª esta Obama con su camisa blanca, tambi¨¦n con su esfuerzo y su talento. Y esa camisa blanca recupera un terreno que hab¨ªa ido cediendo, a lo mejor sin darse cuenta, al estampado, el azul clarito y el bals¨¢mico rosa.
La camisa blanca es s¨ªmbolo de fuerza interior m¨¢s que de pureza. Por eso combina con todo. Cuando Obama la viste, siempre con las mangas remangadas, desde luego que subraya su propio color de piel pero tambi¨¦n denota esfuerzo, trabajo f¨ªsico, un mensaje directo a la clase media. Est¨¢ claro que si Rajoy o Rubalcaba la vistieran y de esa manera, a todos nos dar¨ªa una impresi¨®n similar. Est¨¢n trabajando. Siempre hemos sospechado que nuestros pol¨ªticos tienen limitados asesores de imagen, que reparan poco en estas cosas aunque sean completamente evidentes. Solamente cuando tiene que atender a las v¨ªctimas del hurac¨¢n en New Jersey, Obama se cubre y cambia el color de su camisa por el azul. Y al recobrar la campa?a electoral, recupera tambi¨¦n la camisa blanca ya fetiche.
Concha Velasco promociona su espect¨¢culo autobiogr¨¢fico con una camisa blanca, que la hace muy Liza Minelli, con la que comparte ese amor por las tablas. La revista Lecturas public¨® que estar¨ªa en quiebra y Velasco ha tenido que esforzarse en aclarar que no es completamente cierto. Como muchos otros espa?oles, tiene deudas que pagar y lo hace. Sus hijos han comentado que el problema de su madre es contarlo todo. Velasco volvi¨® a demostrar que su vida va unida a la de Espa?a, de alguna manera inusual ha conseguido que su existencia est¨¦ entrelazada a las vivencias del pa¨ªs, un reflejo permanente de todo lo que hemos pasado. Quiz¨¢ por eso emplea tambi¨¦n camisa blanca, porque se sabe bandera y superviviente.
Kate Moss, que es de otra nacionalidad y generaci¨®n, y que se lo ha puesto todo, tambi¨¦n es partidaria de la camisa blanca cuando tiene que trascender y desnudarse. En un libro de pr¨®xima publicaci¨®n dice m¨¢s que las medidas palabras que expulsa en actos de promoci¨®n. Y ha dicho que jam¨¢s ha atravesado episodios de anorexia pero que s¨ª vivi¨® crisis nerviosas precisamente durante el rodaje de la campa?a de Calvin Klein que la convirti¨® en estrella. Y que Johnny Depp fue su sost¨¦n durante los a?os de su ic¨®nica relaci¨®n. El consejo que Depp le dio, de ¡°nunca te quejes, nunca te expliques¡±, en realidad deber¨ªamos aplicarlo a nuestro d¨ªa a d¨ªa de la misma manera que otra de las recetas de Moss: ¡°Si siempre llevas vaquero negro o gris los fot¨®grafos ya no te persiguen¡±.
Volviendo a las palabras de Bardem, ?deben los actores expresarse con respecto a la pol¨ªtica de sus pa¨ªses? Hay quien piensa que s¨ª y hay quien piensa que no, como Robbie Williams, que ha declarado que le pone enfermo escuchar a m¨²sicos y actores ¡°que se toman demasiado en serio. La industria del entretenimiento adora las estupideces porque es est¨²pida¡±, ha declarado. Probablemente, Hollywood le recomendar¨ªa a Bardem no entrar en ese juego de opiniones, pero tambi¨¦n al ser espa?ol, Bardem se siente diferente. Como tambi¨¦n se manifiesta diferente nuestra reina al decidirse a demandar a t¨ªtulo personal una red de contactos que la emple¨® como imagen. Para su cumplea?os quiso darse un gusto dando un disgusto a su familia, que no recordar¨¢ este a?o como una fiesta. La decisi¨®n de seguir adelante con la demanda genera un nuevo roce familiar en palacio y atrae los focos de nuevo hacia su matrimonio. Y es que la reina, al contrario de lo que propon¨ªa el anuncio, no est¨¢ sola. Su hermana Irene, siempre est¨¢ cerca y seguro que anoche habr¨¢n soplado a la vez una velita en palacio, recordando, por un instante, Tatoi.
La que a¨²n no se ha puesto camisa blanca remangada pero se ha manifestado a trav¨¦s de correo electr¨®nico, es Carme Chac¨®n. Las declaraciones fueron breves, bastante electr¨®nicas. No apoyar¨¢ la independencia catalana y eso se lo han aplaudido muchos medios. Lo que quiz¨¢s no estuvo tan bien fue lo de no aparecer en carne y hueso. Parece que la t¨¦cnica Rajoy de manifestarse como las v¨ªrgenes, una vez al a?o, se expande en todas las direcciones, tambi¨¦n hacia la socialdemocracia. Para muchos es confuso que mientras todo el mundo clama a Rubalcaba que escuche el mensaje y deje 2016 para viajar a R¨ªo a los Juegos Ol¨ªmpicos y acelere la renovaci¨®n en su partido, Chac¨®n no diga nada. Que no sudase la camiseta. Los pol¨ªticos no es que sean todos iguales, es que, a veces, sin darse cuenta, act¨²an todos cortados por el mismo patr¨®n. Chac¨®n ya no es tan diferente.
Todas estas cosas no pueden hacernos olvidar que lo malo de la camisa blanca es que se mancha. Y que la devastaci¨®n del hurac¨¢n Sandy ha golpeado a un pa¨ªs que generalmente se opone a cualquier resoluci¨®n para defender el medio ambiente. Tras el paso de Sandy, el cambio clim¨¢tico vuelve a ser esa mancha que quiz¨¢s defina la pr¨®xima legislatura en Estados Unidos. Nada mejor que una camisa blanca nueva.
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