Mila Kunis reta a su propio ¡®sex symbol¡¯
Tras recuperar los 11 kilos que baj¨® para 'Cisne negro', la actriz pierde peso como icono En sus apariciones junto a Ashton Kutcher subyace la voluntad de huir de los estereotipos de belleza impuestos en Hollywood

Hace cosa de un mes, la casa Chris??tian Dior anunci¨® a bombo y platillo que ten¨ªa una nueva cara oficial: la de Jennifer Lawrence, de 22 a?os, la zagala protagonista de la taquillera Los juegos del hambre. El anuncio fue debidamente procesado por los medios sin valorar, de primeras, la otra cara del asunto: esto significaba el despido de Mila Kunis, de 29 a?os, otra actriz en alza que lo mismo otorga credibilidad a taquillazos como Ted que mantiene el tipo frente a Natalie Portman en la laureada Cisne negro. La rumorolog¨ªa se ha encargado ahora de llenar ese vac¨ªo con los kilos de m¨¢s que ha echado Kunis. ¡°Cuando la contrataron en Dior, en enero de 2012, estaba incre¨ªblemente delgada. No se preocuparon en incluir un l¨ªmite de peso como cl¨¢usula. Ahora se est¨¢n arrepintiendo¡±, glosaba una fuente an¨®nima para la revista Star.
Kunis, que ha confesado haber recuperado los 11 kilos que perdi¨® para interpretar a una bailarina de ballet en Cisne negro, tuvo que salir al paso de otros rumores la semana pasada a trav¨¦s de un comunicado: no est¨¢ embarazada. Unas fotos donde se ve¨ªa su vientre demasiado redondeado hab¨ªan hecho saltar las alarmas.
Seg¨²n Star, la int¨¦rprete ha ca¨ªdo adem¨¢s en otro pecado capital: ¡°Desde que sale con Ashton [Kutcher, el actor], se est¨¢ dejando fotografiar hecha un adefesio. Esa no es la imagen que quiere transmitir Dior¡±, a?ad¨ªa el versado esp¨ªa an¨®nimo. ¡°Le pagaron una fortuna y est¨¢n muy frustrados con su aspecto¡±. Preguntada la casa Dior por el tema, aseguran no haber o¨ªdo nada sobre un supuesto despido de Kunis como imagen de la marca.
M¨¢s all¨¢ de si todo es un invento de la revista Star, lo que se traduce de este relato es que Mila Kunis, la mujer m¨¢s sexy del a?o seg¨²n ha publicado este mes la revista Esquire, carece de trazas de diva.
La historia se ceba con dos de las mayores caracter¨ªsticas de Milena Markovna Kunis, una ucrania que emigr¨® a Los ?ngeles a los siete a?os (en 1991) junto a unos padres que hu¨ªan del antisemitismo: lleva tanto tiempo teniendo ¨¦xito que, en un mundo de fen¨®menos repentinos y dese?chables, existe la tentaci¨®n de encasillarla justo por debajo del estrellato. Y, lo m¨¢s importante, ella nunca ha accedido a comportarse como una estrella seg¨²n las soberbias normas de Hollywood. Si se le dice que tiene ¨¦xito por su ascendente carrera cinematogr¨¢fica, ella responde que solo est¨¢ teniendo suerte en una industria vol¨¢til. Si se le recuerda que es una inmigrante que ha logrado el sue?o americano, replica que solo se dedic¨® a contemplar c¨®mo sus padres las pasaban canutas mientras ella actuaba en anuncios para no ir al colegio. Y as¨ª.
Obtuvo su primer papel de ¨¦xito en la serie Aquellos maravillosos 70, que se estren¨® en 1998, ¡°gracias a una mentira inocente¡±, confiesa Marc Hirschfeld, agente de casting de la serie y parcial responsable de su contrato. ¡°Pedimos actrices a varias agencias y cuando lleg¨® ella y preguntamos su edad, dijo: ¡®En mi cumplea?os cumplir¨¦ 18¡¯. Lo que no dijo era qu¨¦ cumplea?os, porque sab¨ªa que en Hollywood los personajes de 15 los interpretan actores de 18. Hasta que la seleccionamos no nos dimos cuenta de la mentira. Decidimos arriesgarnos porque ten¨ªa una vis c¨®mica y una profesionalidad ¨²nicas¡±. Fue en esa serie donde conoci¨® a Ashton ?Kutcher. Premonitoriamente, hac¨ªan de novietes.
Ser secundaria en una comedia de situaci¨®n no favorece el asentamiento de un estrellato. De igual modo, Kunis volver¨ªa a subrayar justo despu¨¦s que le importa m¨¢s el trabajo que el alto standing. Poseedora de una voz caracter¨ªsticamente d¨²ctil, se incorpor¨® en 1999 a Padre de familia, esa serie de animaci¨®n, dej¨¦moslo en poco elegante, en la que a¨²n pone voz a Meg Griffin, la adolescente fea que todo el mundo desprecia. Si la animaci¨®n es un arte que en Hollywood se percibe como menor (cuando no el destino de los talentos feos), el no abandonarlo cuando se tiene la posibilidad se entiende como una muestra de debilidad y miedo al paro, m¨¢s que de lealtad.
Pero Kunis no dej¨® la serie ni despu¨¦s de que un papel secundario en la exitosa Paso de ti, que reconcili¨® la fama de su voz con su f¨ªsico en 2008. Empez¨® a enlazar una pel¨ªcula tras otra (la publicitada comedia Amigos con derecho a roce, junto a Justin Timberlake, por ejemplo, es del a?o pasado) sin despreciar, en detrimento de su imagen de inaccesible estrella cl¨¢sica, la serie que la hab¨ªa llevado hasta all¨ª. ¡°Trabajar con Mila es hasta surrealista¡±, reconoce Greg Colton, que ha dirigido a Kunis en 14 cap¨ªtulos de Padre de familia desde 2005 hasta ahora. ¡°Ella es la misma compa?era de siempre. Pero a nosotros nos da hasta reparo corregirle la inflexi¨®n de una broma. Piensas: ¡®?Qu¨¦ dir¨ªa de esto [el director de Cisne negro, Darren] Aronofsky?¡±.
Ahora Kunis se encuentra en una extra?a fase de transici¨®n entre la chica conocida y la estrella idiosincr¨¢tica por derecho propio. Prueba de ello es su vida sentimental: en 2010 termin¨® una relaci¨®n de ocho a?os con Macaulay Culkin (el juguete roto de Solo en casa), manteni¨¦ndose alejada de los tabloides todo este tiempo. Ahora, junto a Kutcher, uno de los solteros m¨¢s codiciados de Hollywood, est¨¢ generando titulares a ritmo japon¨¦s. Independientemente de que la opini¨®n sobre el insuficiente glamour can¨®nico que destila su actual imagen sea de Christian Dior o de un aventurado redactor de Star, el hecho de que se est¨¦ poniendo en duda su talla como icono puede ser un buen indicativo de que no puede, o no la dejan, pasar esa etapa. Existe un peligro: que Kunis, aut¨¦ntica e indomable, est¨¦ colisionando contra un techo de cristal del estrellato.
Tu suscripci¨®n se est¨¢ usando en otro dispositivo
?Quieres a?adir otro usuario a tu suscripci¨®n?
Si contin¨²as leyendo en este dispositivo, no se podr¨¢ leer en el otro.
FlechaTu suscripci¨®n se est¨¢ usando en otro dispositivo y solo puedes acceder a EL PA?S desde un dispositivo a la vez.
Si quieres compartir tu cuenta, cambia tu suscripci¨®n a la modalidad Premium, as¨ª podr¨¢s a?adir otro usuario. Cada uno acceder¨¢ con su propia cuenta de email, lo que os permitir¨¢ personalizar vuestra experiencia en EL PA?S.
?Tienes una suscripci¨®n de empresa? Accede aqu¨ª para contratar m¨¢s cuentas.
En el caso de no saber qui¨¦n est¨¢ usando tu cuenta, te recomendamos cambiar tu contrase?a aqu¨ª.
Si decides continuar compartiendo tu cuenta, este mensaje se mostrar¨¢ en tu dispositivo y en el de la otra persona que est¨¢ usando tu cuenta de forma indefinida, afectando a tu experiencia de lectura. Puedes consultar aqu¨ª los t¨¦rminos y condiciones de la suscripci¨®n digital.
Sobre la firma
