M¨¤xim Huerta: "Siempre he sido peque?o, peludo y suave"
Una charla con el presenmtador sobre las mujeres como protagonistas literarias, vestir a lo Marichalar y la rivalidad por el amor de Ana Rosa
Pregunta. Una tienda en Par¨ªs, su tercera criatura novelada, est¨¢ entre los primeros libros m¨¢s vendidos. ?Cree que es para tanto?
Respuesta. Los piropos y los regalos, bienvenidos sean. Para m¨ª, que est¨¦ bailando en el cuarto o quinto lugar es un regalo.
P. En su primer libro hablaba de las tripas de la tele. No arriesgar¨ªa mucho cuando sigue vivo.
R. Yo creo que arriesgu¨¦ demasiado. Fui un inconsciente y un incendiario, propio de un valenciano.
P. Porque son ustedes muy falleros para sus cosas.
R. Y para quemarnos a nosotros mismos, tambi¨¦n.
P. Dice que suele enamorarse de sus protagonistas. Fuera de la ficci¨®n, ?est¨¢ a por uvas?
R. Fuera de la ficci¨®n he pasado periodos de sequ¨ªa. Supongo que me toca el periodo de barbecho ahora, y de recoger frutos. Pero yo soy muy solitario.
P. Sus protagonistas son siempre mujeres. ?Se aburre con las limitaciones de los hombres?
R. Es que creo que la mujer, gen¨¦tica y emocionalmente, es muy superior al hombre.
A corta distancia
Caf¨¦ Comercial de Madrid. Ah¨ª, en una mesa del fondo, lee y corrige sus textos. Est¨¢ cerca de su casa, y este es como su segundo sal¨®n. O despacho. Ca?a en ristre, explica que lleva casi quince a?os, desde que lleg¨® a Madrid, bajando a desayunar. Es, cuenta, parte del mobiliario. Para comer, alg¨²n bareto de Malasa?a, porque no toca un fog¨®n: ¡°Secundario en la tele y pinche en la cocina¡±, se define. Su ¨²ltimo libro transcurre en Par¨ªs, adonde dice que acabar¨¢ y¨¦ndose.
P. Con El susurro de la caracola, su segunda novela, tuvo 10 ediciones, y la de bolsillo. A ver si va a resultar que sabe escribir.
R. Al menos, s¨¦ que disfruto escribiendo, pero porque soy un lector voraz. Y escribo como consecuencia de leer. En mi casa se lee mucho.
P. Le encanta hacer cameos en series de televisi¨®n ?Qui¨¦n querr¨ªa ser en el discurso de Navidad del Rey?
R. La foto, porque me parece que editorializa m¨¢s que las propias palabras del Rey. Aparece y desaparece la Princesa, aparece la mujer, no aparece la mujer, los ni?os, el hijo, la selecci¨®n... Siempre estoy pendiente de la foto que cuelgan.
P. Ana Rosa, con quien copresenta El programa de Ana Rosa, ?le quiere m¨¢s a usted o a Joaqu¨ªn Prats?
R. Ana Rosa me quiere m¨¢s a m¨ª porque son muchos a?os. Aunque solamente sea por relaci¨®n matrimonial, me quiere m¨¢s a m¨ª.
P. ?Valencia es la tierra de las flores, de la luz y del amor, como dice la canci¨®n?
R. Y ¨²ltimamente, de la corrupci¨®n. Y como valenciano me molesta infinitamente que todos los casos de mierda se relacionen con Valencia.
P. Si Rita Barber¨¢ protagonizara un libro suyo, ?ser¨ªa una novela negra, un misal o un relato porno?
R. Una novela negra con mucho polic¨ªa. Lo digo por eliminaci¨®n.
P. Uno de sus t¨ªtulos de cabecera es Platero y yo. ?En qui¨¦n piensa que sea peque?o, peludo y suave?
R. Yo [r¨ªe]. Siempre he sido peque?o, peludo y suave.
P. ?Y tambi¨¦n blando por fuera, que parece de algod¨®n y no tiene hueso?
R. Pero por dentro, fuerte. Soy influenciable, pero poco permeable. Y peque?o, peludo y suave¡ Mis perras.
P. ?Las pasea y las saca usted mismo?
R. Al rev¨¦s. Ellas me sacan a m¨ª.
P. Le sacan a hacer pis.
R. Me sacan a hacer pis. Ellas son las que me pasean.
P. Confiesa que el Twitter y el gin-tonic son sus dos adicciones. ?Qu¨¦ se calla?
R. Nunca cuento qui¨¦n apaga la luz en mi casa [risas].
P. Porque usted es de los que prefieren la luz apagada.
R. S¨ª. Me gusta mucho apagar la luz. M¨¢s que encenderla, porque no me gusta madrugar.
P. Dice que ya no viste a lo Marichalar. Ahora qu¨¦ va, ?a lo Urdangarin?
R. Qu¨¦ horror. No. No tengo ninguna empat¨ªa ideol¨®gica con la Casa del Rey. Es que yo al principio dec¨ªa a todo que s¨ª, y me vest¨ªa como me mandaban. Y recuerdo haber ido vestido muy Marichalar. Espantoso. Me sent¨ªa rid¨ªculo, y lo m¨¢s alejado de m¨ª estil¨ªsticamente. Y espero no parecerme a Urdangarin, con esa cara que se le ha puesto de preso.
P. Se considera m¨¢s sensual que sexual. Ha dicho: ¡°Me gusta m¨¢s la v¨ªspera¡±. Luego, ?el d¨ªa de autos nada de nada?
R. No, yo soy m¨¢s de la v¨ªspera. Como el refr¨¢n catal¨¢n: De la festa, la vespra. Y creo que es mucho m¨¢s emocionante y sexualmente morboso la cena, el cine, el caf¨¦ y el vino hasta que te quitas la ropa.
P. ?Ahora qu¨¦ perpetra?
R. Una nueva novela. Dicho as¨ª, parece una amenaza, pero estoy metido de lleno ya en los a?os setenta. Y las mujeres me deben de haber abandonado, porque los protagonistas son masculinos. He empezado la novela desde el pudor de los sentimientos masculinos.
P. ?La situaci¨®n de Espa?a no le inspira nada?
R. Creo que el pa¨ªs est¨¢ como anestesiado. A¨²n no es consciente de lo mal que est¨¢. Nos tratan como si fu¨¦ramos los hijos, lo estamos haciendo por vuestro bien todo. Y a m¨ª esa sensaci¨®n de padre me horroriza. El Gobierno no es mi padre.
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