?Qui¨¦n gan¨®?

En Espa?a, a la vista de las reacciones, todos los partidos y todos los pol¨ªticos est¨¢n contentos con la victoria de Obama. Lo que m¨¢s sorprende, en principio, es la alegr¨ªa de los dirigentes del PP, a quienes supon¨ªamos, en imperdonable despiste hist¨®rico, m¨¢s cercanos al candidato Romney. Hemos visto, por ejemplo, muy indignado al se?or ??igo M¨¦ndez de Vigo y Montejo, IX bar¨®n de Claret, y secretario de Estado para la Uni¨®n Europea, cuando la presentadora de 24 horas (TVE) le dio el p¨¦same por la derrota de la derecha estadounidense. ?Por qu¨¦? Por afinidad ideol¨®gica, se atrevi¨® a sugerir la perpleja entrevistadora. El conservador espa?ol se mostr¨® muy ofendido ante semejante suposici¨®n. Por si alguien ten¨ªa todav¨ªa dudas, las despej¨® todas con su habitual facundia diplom¨¢tica el ministro de Asuntos Exteriores, Garc¨ªa-Margallo: ¡°Ha ganado el nuestro¡±. As¨ª que nos encontramos ante un desarrollo exponencial del enigma de Cabanillas (P¨ªo): ¡°Hemos ganado, aunque no sepamos qui¨¦nes¡±. O expresada a la manera de la conjetura del matem¨¢tico Poincar¨¦: ¡°Si todo lo que parece una esfera es una esfera, todo lo que parece una victoria es una victoria¡±. De esta forma, tanto Rajoy como Rubalcaba pueden reivindicar como propio el triunfo de Barak Obama. E incluso con m¨¢s raz¨®n podr¨ªa hacerlo Cayo Lara, pues no han sido pocos los cr¨ªticos y analistas que han tildado de ¡°socialista¡± o ¡°comunista¡± al presidente dem¨®crata. Ya puestos, Artur Mas podr¨ªa sacarle partido a esta victoria de quien en su d¨ªa fue acusado por poderosos adversarios de ser un ¡°diablo extranjero¡±, con la misi¨®n de destruir el sagrado imperio. Ante tanta unanimidad, quiz¨¢s encontremos alguna luz en la opini¨®n siempre chispeante del fallecido cascarrabias Gore Vidal, quien afirmaba que en EE UU hay dos grandes partidos: el conservador y el reaccionario. Est¨¢ claro que en USA gan¨® Obama, pero me temo que en Espa?a, digan lo que digan, gobierna ya Mitt Romney.