Infidelidad y pol¨ªtica, una combinaci¨®n explosiva
El caso Petraeus se suma a una larga lista de aventuras sexuales protagonizadas por presidentes y senadores que pusieron en peligro sus carreras profesionales
De habitual la imagen es ya reiterativa. Una esposa ultrajada al lado de su infiel marido compareciendo ante los medios de comunicaci¨®n para asegurar al mundo entero que todo lo sucedido fue un error y que van a trabajar juntos en su matrimonio. En ocasiones hay l¨¢grimas. Siempre prop¨®sito de enmienda. La historia pol¨ªtica estadounidense est¨¢ plagada de escenas como estas. De hecho, la m¨¢s reciente ha sido protagonizada por el ya exdirector de la CIA, David Petraeus, que hace unos d¨ªas anunci¨® su dimisi¨®n con una carta en la que admit¨ªa una relaci¨®n extramatrimonial.
Hace bastante m¨¢s tiempo, Hillary Clinton puso sello propio y se defendi¨® como una leona atacada cuando un periodista describi¨® su matrimonio con el entonces gobernador de Arkansas, Bill Clinton, como ¡°un acuerdo¡± tras estallar el esc¨¢ndalo de Gennifer Flowers (una cabaretera que declar¨® que hab¨ªa sido amante de Bill durante 12 a?os). Hab¨ªa que ganar las primarias para llegar a la Casa Blanca. ¡°Sabe, yo no estoy aqu¨ª sentada como una pobrecita mujer que apoya a su hombre como Tammy Wynette [cantante country que en su canci¨®n Stand by your man perdona todo a su hombre]. Estoy aqu¨ª sentada porque le amo, le respeto y entiendo todo por lo que ha pasado y por lo que hemos pasado juntos¡±, declar¨® con dureza la se?ora Clinton sin saber que lo peor estaba por llegar. A?os m¨¢s tarde, su marido, ya convertido en presidente de Estados Unidos, dir¨ªa enf¨¢tico a todo el planeta aquello de ¡°no tuve sexo con esa mujer¡±. Result¨® ser mentira y aquella mujer es, quiz¨¢, la becaria m¨¢s famosa del planeta Tierra. Bill Clinton tuvo relaciones sexuales con Monica Lewinsky en el Despacho Oval y¡ Hillary volvi¨® a perdonar. Al menos siguen juntos y ¨¦l se desvive porque la carrera pol¨ªtica de ella tenga ¨¦xito.
Antes que Clinton hubo otros presidentes con infidelidades que eran secretos a gritos. Despu¨¦s de ¨¦l no se conoce ning¨²n caso. Dicen que Jacqueline Kennedy sab¨ªa de la aventura de su marido con Judith Exner, tambi¨¦n relacionada con el mafioso Sam Giancana; de su relaci¨®n con su secretaria; de su idilio con una supuesta esp¨ªa alemana; y por supuesto, de su affaire con Marilyn Monroe. De Lyndon B. Johnson escriben sus bi¨®grafos que hizo de la infidelidad un h¨¢bito, una costumbre sin la que no sab¨ªa vivir. Y que, por supuesto, lady Bird Johnson estaba al corriente. Lady Bird supo incluso ¡ªy acept¨®¡ª que el mandatario tuviera un hijo con una de sus amantes.
Eleanor Roosevelt ofreci¨® el divorcio a Franklin cuando descubri¨® las cartas de amor de su marido a su secretaria social. Pero la todopoderosa madre del presidente no lo permiti¨®. Roosevelt se comprometi¨® a no volver a ver a su amante nunca m¨¢s. Sin embargo, Lucy Page Mercer visitaba la Casa Blanca cada vez que Eleanor estaba fuera e incluso estuvo con el mandatario el d¨ªa de su muerte.
El esc¨¢ndalo Petraeus no es nuevo. Lo llamativo del caso es que ha dinamitado la trigonometr¨ªa para elevar la aventura al Pent¨¢gono: adem¨¢s del propio Petraeus, y su bi¨®grafa, Paula Broadwell, est¨¢ implicado en el esc¨¢ndalo el m¨¢ximo jefe militar de las tropas en Afganist¨¢n, John Allen; una amiga de la familia, Jill Kelley; y un agente del FBI que dej¨® de lado la investigaci¨®n que realizaba sobre el exdirector de la CIA para enviar a Kelley fotos suyas con el torso desnudo.
Historia dolorosa fue la del matrimonio Edwards. John y Elizabeth Edwards parec¨ªan inmunes a los problemas de alcobas conquistadas por terceros. Cuando la se?ora Edwards anunci¨® que ten¨ªa c¨¢ncer ¡ªincurable¡ª su marido estaba a su lado y comunic¨®, a la vez, que su campa?a por la candidatura presidencial del Partido Dem¨®crata para 2008 continuaba. Elizabeth mor¨ªa en diciembre de 2010. En ese espacio de tiempo, su marido fue acusado de usar fondos de su campa?a para ocultar una relaci¨®n extramatrimonial, admiti¨® el romance y, a pesar de negarlo en un principio y taparlo haciendo que otra persona asumiera la responsabilidad, reconoci¨® la paternidad de una hija con su amante, Rielle Hunter.
Nombres de infidelidades made in the USA hay muchos m¨¢s. Eliot Spitzer, exgobernador de Nueva York envuelto en un esc¨¢ndalo con prostitutas. Mark Sanford, exgobernador de Carolina del Sur que desapareci¨® por tres d¨ªas y resulto haberse ido a Argentina a visitar a su amada, con la que acaba de comprometerse. Newt Gingrich, exl¨ªder de la C¨¢mara de Representantes y candidato a la nominaci¨®n republicana en 2012, que fue el azote del ad¨²ltero Bill Clinton cuando ¨¦l mismo llevaba una doble vida. Gingrich admite ahora haber enga?ado a sus dos anteriores esposas.
Y por supuesto, el actor reconvertido en pol¨ªtico, Gobernator, Arnold Schwarzenegger, casado con Maria Shriver-Kennedy, y modelo del sue?o americano. Pocos d¨ªas despu¨¦s de abandonar la mansi¨®n del gobernador, la pareja anunciaba su separaci¨®n tras m¨¢s de 25 a?os de matrimonio y cuatro hijos en com¨²n. Result¨® que Arnold hab¨ªa tenido tambi¨¦n descendencia ¡ªy el hijo es una fotocopia del padre¡ª con su empleada del hogar, Mildred Patricia Baena, y no solo con su esposa.
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