El ¡®glamour¡¯ vampiriza a la autora de ¡®Crep¨²sculo¡¯
Stephenie Meyer ha pasado de ama de casa mormona a sofisticarse como estrella planetaria En su vertiginosa escalada, la autora busca reinventarse tras exprimir el fen¨®meno adolescente
El pasado lunes, en la alfombra roja del Nokia Theater de Los ?ngeles, Kristen Stewart y Robert Pattinson robaban las miradas. El mundo escudri?aba si su romance roto hab¨ªa reflorecido de verdad o si tan solo era una treta promocional para no romper el impacto taquillero de la entrega final de Crep¨²sculo. Unos pasos por detr¨¢s, Stephenie Meyer, de 38 a?os, art¨ªfice de la serie literaria, resplandec¨ªa envuelta en un vestido de escamas de sirena. Nada que ver con la mujer apocada y definitivamente menos estilizada que recorri¨® el primer estreno, hace cuatro a?os. La transmutaci¨®n del ama de casa mormona en sofisticada mujer de negocios parece haberse completado.
Mientras Pattinson y Stewart huyen de Crep¨²sculo (¨¦l, trabajando con realizadores como Cronenberg; ella, ti?¨¦ndose de musa indie), Meyer a¨²n necesita la alargada sombra de su creaci¨®n vamp¨ªrica para reivindicarse en Hollywood, la industria de tiburones a la que parece haber decidido consagrarse. No solo los fans le reclaman m¨¢s; tambi¨¦n su productora, que ha amasado con la franquicia 2.000 millones de euros. En el ¨²ltimo Festival de Toronto, en febrero, Rob Friedman, copresidente de Lionsgate, ejerc¨ªa presi¨®n en p¨²blico: ¡°Para que haya una sexta pel¨ªcula, solo hace falta un quinto libro¡±. Pero la autora se ha negado a terminar ese famoso quinto libro, Midnight sun, que recoger¨ªa la versi¨®n del amor de Bella y Edward contada por el vampiro. En 2008, se filtr¨® en Internet un borrador de esa novela y Meyer desestim¨® continuarla.
En la reciente Comic Con de San Diego, aseveraba: ¡°Son 10 a?os de vampiros, suficiente¡±. Meyer acudi¨® a ese evento audiovisual en calidad de productora de La hu¨¦sped, adaptaci¨®n de su libro hom¨®nimo ¨Ctildado por su editorial como su primera novela adulta¨C, que ha dirigido Andrew Niccol (Gattaca) y que se estrena en marzo de 2013. Con ella se supone que abre una nueva trilog¨ªa donde cambia chupasangres por alien¨ªgenas en un tri¨¢ngulo de amor bizarro entre un miembro de la resistencia terr¨¢quea (Max Irons), una humana (Saoirse Ronan) y la marciana que ha parasitado su alma. Decimos se supone porque, aunque el libro vio la luz en 2008, a¨²n no hay visos de publicaci¨®n de su continuaci¨®n. En su vertiginoso ascenso a la fama, Meyer se ha despegado de la m¨¢quina de escribir. La semana pasada declaraba a Efe: ¡°Mi reloj interno me est¨¢ diciendo que necesito ponerme a escribir. Ha pasado ya bastante tiempo desde la ¨²ltima vez que publiqu¨¦ algo¡±. Y a?ad¨ªa: ¡°Escribo una palabra cada 15 minutos, y eso me vuelve loca¡±.
Meyer parece estar muy distra¨ªda con su labor de productora. Ya asumi¨® este rol en los cr¨¦ditos de Crep¨²sculo y acaba de fundar su propia compa?¨ªa, Fickle Fish Films, con la que llevar a la pantalla obras literarias rom¨¢nticas. La primera, Austenland, escrita por su amiga Shannon Hale, trata sobre una treinta?era obsesionada con Darcy, el protagonista de Orgullo y prejuicio. Meyer se sabe responsable de la fiebre por recuperar la literatura g¨®tica y est¨¢ dispuesta a seguir explotando ese fil¨®n. Ella misma se bas¨® en la novela de Austen para el arranque de Crep¨²sculo y convirti¨® Cumbres borrascosas en el libro favorito de Bella, reactivando el inter¨¦s popular en la obra de Bronte, que volvi¨® a encabezar las listas de best sellers en el mercado anglosaj¨®n gracias a una reedici¨®n convenientemente basada en las portadas de Crep¨²sculo. Tambi¨¦n propici¨® una oleada de adaptaciones f¨ªlmicas g¨®ticas de corte filo-emo. Ahora que una nueva generaci¨®n abrazaba el g¨¦nero, todos quer¨ªan su parte del pastel.
La propia Meyer fue esa joven obsesionada con Austen. Su infancia se ajusta al estereotipo de la chica atormentada y solitaria que encarna Bella. Creci¨® en Phoenix (Arizona), donde a¨²n vive. En el colegio se re¨ªan de ella. Su piel era tan p¨¢lida que los chicos la llamaban ¡°fantasma¡±. Necesit¨® terapia para superarlo. Conoci¨® a su marido, Pancho Meyer, con cuatro a?os. Se ve¨ªan en las actividades de la iglesia local. No fue hasta 16 a?os despu¨¦s que se atrevieron a hablarse. A los nueve meses, con 21 a?os, se casaban. Se licenci¨® en Literatura Inglesa por la Universidad mormona Brigham Young, en Utah, y trabaj¨® un tiempo de recepcionista. Cuando la fiebre Twilight deton¨®, ella le retir¨® de su trabajo de contable y cambiaron las tornas. Ahora ¨¦l es el amo de casa.
¡°Ahora escribo una palabra cada 15 minutos, y eso me vuelve loca¡±, ha confesado
La escalada de triunfo vino acompa?ada por cr¨ªticas y mofas hacia sus vampiros veganos y sus odas a la castidad. La propia Meyer confesaba en Time en 2008: ¡°Me han presionado para que meta una gran escena de sexo, pero el sexo gr¨¢fico me parece un recurso f¨¢cil. Yo florec¨ª tarde. Para m¨ª, ir cogida de la mano a los 16 era como¡ ?guau!¡±. A la mormona m¨¢s famosa de EE UU junto a Mitt Romney no le gusta entrar en materia religiosa. Suele despacharlo con respuestas breves como ¡°ser mormona es una gran parte de m¨ª; me esfuerzo por vivir de la manera correcta, pero no s¨¦ si eso me convierte en un ejemplo¡±. O ¡°procuro mantenerme libre de adicciones. Si Dios nos ha regalado la libertad, ?por qu¨¦ atarnos a cosas como la coca¨ªna, por ejemplo?¡±. A pesar de rechazar el alcohol, confiesa caer de vez en cuando en la tentaci¨®n de la cafe¨ªna tomando una Cherry Diet Pepsi.
No ve pelis clasificadas R (para mayores de 17 a?os) ni lee novelas de terror. ¡°Soy demasiado cagada para los libros de Stephen King¡±, confesaba a Entertainment Weekly en 2008. El autor de Salem¡¯s Lot soltar¨ªa despu¨¦s en una entrevista: ¡°La aut¨¦ntica diferencia entre J. K. Rowling y Stephenie Meyer es que la primera es una escritora estupenda y la segunda no tiene ni idea de escribir¡±. Tambi¨¦n se mof¨® del ¨¦xito de sus libros, atribuy¨¦ndolo a que ¡°no resultan particularmente amenazantes por tratar el sexo de una manera tan light¡±. Anne Rice, la autora de Entrevista con el vampiro, tambi¨¦n se despach¨® a gusto con ella. En octubre de 2011 escribi¨® en su Facebook: ¡°Lestat y Louie [los protagonistas de Entrevista con el vampiro] sienten pena por esos vampiros que brillan a la luz del sol. Jam¨¢s da?ar¨ªan a inmortales como ellos, que eligen pasar la eternidad repitiendo el instituto una y otra vez en una ciudad peque?a. No les har¨ªan m¨¢s da?o del que har¨ªan a las personas con una discapacidad f¨ªsica o un trastorno mental. Mis vampiros poseen seriedad. Pueden darse el lujo de ser misericordiosos¡±. La furia de los twihards hizo a Rice retractarse y en una conferencia universitaria proclam¨® que se alegraba mucho por Charlaine Harris (autora de los libros de True Blood) y Meyer, pero que ¡°tomarse esta oleada vamp¨ªrica con un poco de sentido del humor no estaba fuera de lugar¡±. Ahora falta por ver si, con humor o gravedad, Meyer logra dar el salto definitivo al mundo adulto preservando su magnetismo para las masas.
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