El examen

Hoy como todas las ma?anas despierto a seis y algo y mientras me dan la siete para levantarme pongo orden en mi cabeza y programo el nuevo d¨ªa. Pero hoy no tengo que ir a trabajar y como tengo m¨¢s tiempo de lo habitual me he parado a pensar en esta situaci¨®n que nos depara la actualidad. Y he llegado a la conclusi¨®n de que todo esto no es nada m¨¢s que un examen de la vida.

Recuerdo cuando en el colegio la noche antes de una de esas pruebas para nota te la pasabas repasando materias y procurabas mantenerlas frescas para el d¨ªa siguiente. Y a veces ten¨ªa su fruto. Pero ahora desde aqu¨ª, desde mi mesa de corregir ex¨¢menes que no es otra que mi cabeza, tengo que suspender a todos. Y digo a todos porque son todos los que todos los d¨ªas se examinan en las tareas de dirigir este mundo tan desordenado. ?D¨®nde est¨¢ todo aquello que aprend¨ªas en el colegio? ?Para qu¨¦ estudiabas si el final es este?

No logro entender la falta de conocimiento del bien y del mal en mentes tan amplias. Creo que el error est¨¢ en esa conformidad con cuadrar las cuentas sin asegurarse de que est¨¦n bien, y no se dan cuenta de que la vida los est¨¢ examinando y que no se han pasado la noche repasando las materias. Un cero es lo que se merecen pero bueno, le pondremos un dos. Pero todo para que la media el d¨ªa del sobresaliente le suba por encima del aprobado.

Este detalle lo aprend¨ª de un profesor de Matem¨¢ticas en los Salesianos. Claro, el dos siempre iba a los mismos. Recuerdo cuando nos repet¨ªa ¡°Cuando salg¨¢is del colegio os dar¨¦is cuenta de las dificultades que hay en el mundo¡±. Y recuerdo todo esto con gran pena porque profesores as¨ª hab¨ªa muchos, ten¨ªan la ilusi¨®n de construir personas de utilidad en la vida, ense?arte para salir de dificultades tanto laborales como humanas. Pero ?d¨®nde ha ido eso? No s¨¦. S¨®lo me queda la esperanza de que a m¨ª no se me olvide y pueda seguir mirando a mi alrededor y recordando que ma?ana tengo un examen.¡ª Gabriel Mois¨¦s Herrero Campo.