Sin clases ni argumentos

Al menos, los profesores universitarios pueden formalizar su protesta llevando las aulas a la calle. Fue lo que hicieron los de la Complutense la semana pasada. Muchos impartieron sus clases al raso, desafiando el fr¨ªo polar que se cerni¨® sobre Madrid, para llamar la atenci¨®n sobre la precariedad en la que se encuentra la Universidad. Los profesores de primaria y secundaria lo tienen ahora un poco m¨¢s dif¨ªcil porque muchos no tendr¨¢n, ni siquiera, alumnos que llevar a la calle. Seg¨²n los presupuestos de 2013 ya no hay dinero tampoco para las clases de refuerzo de los alumnos m¨¢s rezagados de primaria y secundaria. Costaba 60 millones de euros ese programa llamado PROA (Programas de Refuerzo, Orientaci¨®n y Apoyo), pero era un dinero crucial para atajar la desigualdad. Tambi¨¦n se ha suprimido la partida de 40 millones dedicada a combatir el abandono escolar, el gran tal¨®n de Aquiles de la educaci¨®n espa?ola sobre el que han llamado la atenci¨®n todas las instituciones internacionales.

Entre los recortes educativos que se est¨¢n acometiendo ¡ª6.300 millones de euros menos en 2013 respecto a 2010¡ª se han incluido estos dos programas. Algunas comunidades no han esperado al a?o que viene y ya han suprimido sin previo aviso las clases de recuperaci¨®n. Se trata de Arag¨®n, Madrid y Castilla-La Mancha.

Puede que sea una casualidad, pero lo cierto es que las clases de refuerzo se empezaron a implantar en 2004 y cinco a?os m¨¢s tarde la tasa de abandono escolar empez¨® a declinar. Casi uno de cada tres (31,02%) alumnos dejaban tempranamente los estudios sin lograr el t¨ªtulo de bachillerato o FP. El a?o pasado, ese porcentaje era ya del 26,3%; a¨²n muy elevado con respecto a la media de la UE (14,4%), pero que mejoraba en tiempo r¨¦cord los porcentajes anteriores.

No es dif¨ªcil adivinar cu¨¢les ser¨¢n las consecuencias de este nuevo recorte. M¨¢s dif¨ªcil ahora es saber si el ministro del ramo, Jos¨¦ Ignacio Wert, ser¨¢ capaz de seguir sosteniendo que los tijeretazos no mermar¨¢n la calidad educativa y cu¨¢les ser¨¢n sus argumentos. Los que defienden lo contrario ya deben estar aburridos de explicar lo obvio.