Traici¨®n en la mansi¨®n ¡®Playboy¡¯
El marido de la hija de Hugh Hefner, exsenador dem¨®crata, us¨® informaci¨®n privilegiada para lucrarse con la venta de acciones de la empresa de las ¡®conejitas¡¯
La l¨ªnea que separa la infidelidad sentimental de la traici¨®n econ¨®mica en ocasiones es muy difusa. Christie Hefner, la hija del fundador de Playboy, ha aprendido que el cocktail que implica poder y amor a veces puede ser un brebaje muy venenoso. El marido de la heredera de Hugh Hefner emple¨® durante cinco a?os informaci¨®n privilegiada sobre la compa?¨ªa del conejito durante los a?os en los que su mujer la dirigi¨® (entre 1988 y 2009) para lucrarse con la venta de acciones de la empresa horas antes de que anunciara ampliaciones de capital o p¨¦rdidas, seg¨²n ha desvelado Bloomberg.
La SEC calcula que durante los cinco a?os que el expol¨ªtico estuvo haciendo uso de informaci¨®n privilegiada, se embols¨® 100.652 d¨®lares
Hefner, de 60 a?os, descubri¨® la traici¨®n de su marido, el exsenador dem¨®crata por Illinois William Marovitz, en 2010, cuando este le confes¨® que estaba siendo investigado por la agencia reguladora del Mercado de Valores de EE UU (SEC en sus siglas en ingl¨¦s). Semanas m¨¢s tarde, la entidad ampli¨® sus pesquisas a la propia hija del fundador de Playboy. Al parecer, desde 2004, Marovitz hizo uso de los datos sobre la situaci¨®n de la compa?¨ªa que su esposa le confi¨®, convencida de que jam¨¢s har¨ªa uso particular de los secretos de alcoba, para lucrarse a sus espaldas. La SEC calcula que durante los cinco a?os que el expol¨ªtico estuvo haciendo uso de informaci¨®n privilegiada, se embols¨® 100.652 d¨®lares. En 2011, este accedi¨® a pagar 168.352, multas e intereses incluidos, para evitar ir a juicio y sin la necesidad de reconocer que su conducta fue inapropiada, de acuerdo con la informaci¨®n de Bloomberg.
En 1998, justo a los tres a?os de contraer matrimonio, Hefner le hizo llegar a su marido un memor¨¢ndum redactado por un alto ejecutivo de Playboy en el que se le advert¨ªa de los riesgos que podr¨ªa suponer hacer negocios con las acciones de la compa?¨ªa. La heredera del fundador de la revista er¨®tica por excelencia debi¨® pensar que Marovitz hab¨ªa entendido el aviso, a juzgar por lo que confes¨® a los investigadores de la SEC. ¡°Siempre pens¨¦ que nunca comprar¨ªa o vender¨ªa acciones de Playboy mientras yo fuera su consejera delegada. Solo el hecho de pensarlo me resulta repugnante¡±, reconoci¨®.
Justo a los tres a?os de contraer matrimonio, Hefner le hizo llegar a su marido un memor¨¢ndum redactado por un alto ejecutivo de Playboy en el que se le advert¨ªa de los riesgos que podr¨ªa suponer hacer negocios con las acciones de la compa?¨ªa
Hefner y Marovitz se casaron en 1995, aunque su amistad ya ven¨ªa de lejos. En 1993, cuando este ¨²ltimo abandon¨® su carrera pol¨ªtica para dedicarse al sector inmobiliario, la heredera de Playboy encarg¨® a su futuro marido la construcci¨®n de un casino en Rodas, Grecia. Al poco tiempo de casarse, Marovitz, comenz¨® a insinuar la posibilidad de comprar acciones de la compa?¨ªa, algo de lo que su mujer siempre lo trat¨® de disuadir hasta el punto de remitirle un memor¨¢ndum elaborado ex profeso para ¨¦l.
La victoria de Barack Obama en 2008 determin¨® a Hefner, que comenz¨® su carrera profesional como periodista en Boston, a abandonar la direcci¨®n de Playboy, tras 20 a?os dirigi¨¦ndola, para dedicarse a actividades relacionadas con la promoci¨®n de derechos civiles. Colabora habitualmente con el Center for American Progress, una organizaci¨®n independiente centrada en la defensa de las libertades p¨²blicas, y con la revista de la Universidad de Columbia, The Columbia Journalism Review. En la actualidad es la presidenta ejecutiva de Canyon Ranch Enterprises, una compa?¨ªa de Arizona especializada en programas relacionados con la salud y la est¨¦tica y que posee varios complejos hoteleros con spa en diferentes Estados del pa¨ªs.
Desde principios de 2012, la pareja hace vidas separadas
Cuando en 2010, en la intimidad de su lujoso apartamento en el ¨²ltimo piso de la torre Lincoln Park de Chicago, Marovitz le confes¨® que se hab¨ªa valido de esa misma intimidad para lucrase, Hefner trat¨® de superar el desenga?o econ¨®mico-sentimental y contrat¨® a un bufete de abogados para que defendiera sus intereses comunes. Al constatar que la SEC tambi¨¦n la investigaba a ella, busc¨® otro representante legal. Dos a?os despu¨¦s, tambi¨¦n se mud¨® de apartamento. Desde principios de 2012, la pareja hace vidas separadas, seg¨²n Bloomberg. Al parecer, la hija del fundador de Playboy es incapaz de perdonar la infidelidad, al menos la financiera.
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