No hay derecho

Aunque present¨ªa lo que me iba a encontrar, le¨ª algunos comentarios de lectores en el digital de este peri¨®dico a cuenta del acuerdo econ¨®mico al que han llegado la camarera de un hotel neoyorkino y Dominique Strauss-Khan. Estas son algunas de las perlas que encontr¨¦:

¡°Por favor, vi¨®lame Strauss, soy tan d¨¦bil¡­¡±. ¡°Caso claro de un put¨®n verbenero m¨¢s fea que Picio y un picha floja descerebrado pero con pasta¡±. ¡°Dominique¡­ cuando te d¨¦ por violar a alguien, por favor, que sea un poquito m¨¢s presentable¡­ esta es m¨¢s fea que un tiro de mierda. T¨ªo ya te vale¡±. ¡°Y ahora a gozar de los millones esta negrota Naffisatou¡±. ¡°Ahora al menos se la ve contenta, igual de violada, con el honor igual de mancillado, pero con una pasta. Y a vivir que son dos d¨ªas¡±. ¡°Joer, el tocatetas m¨¢s rentable de la historia¡­ qui¨¦n le iba a decir que con esa cara iba a ganar tanta pasta¡±. ¡°?Los negros siempre buscan justicia?¡±. ¡°Le ha salido caro el polvo¡±. ¡°Cualquiera se f¨ªa de esa rata, seguro que ni la viol¨®¡±. ¡°Al final pasa que a esta t¨ªa, menuda trepa, que la violaran es una de las mejores cosas, o quiz¨¢ la mejor, que le ha pasado en la vida. Tremendo¡±.

Solo he reproducido unos cuantos ejemplos, hab¨ªa otros todav¨ªa m¨¢s vergonzosos y no he querido reproducirlos. De cualquier manera, tal vez sigan ah¨ª, para uso y disfrute de quien quiera leerlos. O para el v¨®mito. Se pasa una la vida cuidando cada palabra que escribe, tratando de no ofender gratuitamente y de ser ecu¨¢nime, buscando las mil maneras para no ser malinterpretada y, de pronto, irrumpe un pueblo soberano que no est¨¢ sujeto a las mismas normas de educaci¨®n y autocontrol que yo.

A¨²n peor, te pasas la vida luchando contra ese resistente muro de la misoginia o del desprecio y te encuentras con esta basura publicada en aras de la ¡°participaci¨®n¡±. No s¨¦ qui¨¦n leer¨¢ esto, pero no hay derecho.