De la buena estirpe
La sociedad espa?ola se vuelca con Tito Vilanova, el entrenador del Bar?a, en la reca¨ªda de su enfermedad
Tito Vilanova es de la buena estirpe de entrenadores que se parecen, en la nobleza del alma y en la paz de la palabra, a Vicente del Bosque, entre otros benem¨¦ritos deportistas que han hecho del entendimiento del contrario su modo de entender tambi¨¦n la competici¨®n futbol¨ªstica.
Hace un a?o tuvo un serio traspi¨¦ en su salud, un c¨¢ncer. Entonces supo qu¨¦ era la dificultad y aprendi¨® de ella para ennoblecer a¨²n m¨¢s su conversaci¨®n competitiva y para comprender mejor qu¨¦ es la vida m¨¢s all¨¢ de las trifulcas sobre ¨¢rbitros u otros competidores.
Antes y despu¨¦s de ese momento al que Jaime Gil de Biedma identific¨® tan bien en uno de sus poemas (¡°Que la vida iba en serio¡¡±), Vilanova se convirti¨® en alma del Bar?a que concibi¨® Guardiola, que es de su estirpe, y luego la directiva del club azulgrana tuvo el acierto de confiarle el equipo cuando Pep decidi¨® hacerse a un lado y descansar de temporadas tan largas y triunfales.
Durante la sucesi¨®n hubo rumores de todo tipo, rumores que Vilanova desminti¨® con el silencio a veces y con el sentido com¨²n siempre. El Bar?a de Vilanova (y ya es de veras el Bar?a de Vilanova, respetuoso, c¨®mo no, con la buena herencia recibida) se ha constituido en la sorpresa del a?o (?otra vez!): ha perdido en la Liga tan solo un punto, frente al Real Madrid; ha mantenido la concepci¨®n de la belleza del juego como una se?a de identidad irrenunciable y ha adiestrado a sus jugadores para que hagan lo que ¨¦l y Guardiola saben que es la ense?anza de la Mas¨ªa: como dec¨ªa Adriano en EL PA?S que hace su hijo en esa escuela, ah¨ª, en la cantera, a los chicos del Bar?a se les ense?a a respetar al contrario.
Esa m¨¢xima sencilla, el respeto por el otro, marca un estilo y marca a Vilanova. Por todo eso, por su buena estirpe, ahora que la vida le ha enviado un recado tan serio, que ¨¦l ha afrontado con la serenidad que muestra tambi¨¦n para la competici¨®n, toda la sociedad espa?ola, la del f¨²tbol y la que vive al margen de ¨¦l, se ha alzado a favor de su ¨¢nimo y le ha trasladado el abrazo que merecen su conducta y su historia. Es un luchador. Volver¨¢ a la banda.
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