Pertenece al colectivo portugu¨¦s Que se Lixe a Troika, que lider¨® una hist¨®rica manifestaci¨®n contra los recortes en Portugal. Por Antonio Jim¨¦nez Barca
El pasado 15 de septiembre, en una tarde soleada, una impresionante e inesperada manifestaci¨®n de protesta abarrot¨® de golpe las calles de Lisboa y logr¨®, por primera vez en sus 15 meses de mandato, que el Gobierno conservador de Pedro Passos Coelho diera un paso atr¨¢s (solo un paso atr¨¢s) en sus draconianas pol¨ªticas de austeridad. Fue una marcha emocionante, la m¨¢s numerosa en Portugal desde la hist¨®rica revoluci¨®n de los claveles, y su monumental ¨¦xito sorprendi¨®, antes que a nadie, a sus organizadores: 29 personas an¨®nimas, desconocidas, la mayor¨ªa sin conexiones pol¨ªticas, un grupo inexperto (carec¨ªan hasta de meg¨¢fono), compuesto, entre otros, por un par de profesores de universidad, un parado, una telefonista, un aut¨®nomo, una actriz, varios funcionarios y una profesora precaria de instituto. ¡°No pod¨ªamos creer lo que est¨¢bamos viendo¡±, dice Belandina Vaz, de 38 a?os, la profesora. Acababa de nacer Que se Lixe a Troika (que se joda la troika), un movimiento ciudadano que se ha convertido en un catalizador del portugu¨¦s ahogado por la crisis. ¡°El nombre sali¨® en una asamblea. Uno dijo: ¡®que se joda¡¡¯. Y otro a?adi¨®: ¡ ¡®la troika¡¯. Y as¨ª se qued¨®¡±. Ahora participan en nuevas manifestaciones, en protestas, se al¨ªan con marchas organizadas con otros, sobre todo sindicatos, y fueron a recibir a Angela Merkel a Lisboa con su pancarta (Que se lixe a troika: queremos as nossas vidas). Vaz asegura que lo que est¨¢ en juego es grave: la escuela p¨²blica, la ense?anza p¨²blica, las pagas extras, el dejar de ser alg¨²n d¨ªa de su vida una treinta?era precaria y de dar vueltas por Portugal a la b¨²squeda de una plaza fija. ?Y qu¨¦ puede una pancarta contra un nuevo orden financiero internacional? ¡°Quedarse parado s¨ª que no cambiar¨¢ nada¡±, responde.
Antonio Jim¨¦nez Barca es corresponsal de?EL?PA?S en Lisboa.