El negocio de llorar a Jenni Rivera
Tras su tr¨¢gica muerte en un accidente a¨¦reo, el pueblo mexicano mitifica la figura de la cantante Mientras, la industria discogr¨¢fica y su padre se lanzan a hacer caja
Un d¨ªa despu¨¦s de la muerte de la cantante mexicana Jenni Rivera, ocurrida en un accidente a¨¦reo el 9 de diciembre, los vendedores ambulantes ofrec¨ªan en Ciudad de M¨¦xico un disco pirata con sus ¨¦xitos y un DVD con sus mejores v¨ªdeos. Mientras tanto, iTunes ya hab¨ªa formado una colecci¨®n titulada Remembering Jenni Rivera y enseguida se aceleraron las descargas. Las tiendas de discos reacomodaron en sitios m¨¢s visibles Joyas prestadas, el ¨²ltimo ¨¢lbum de la int¨¦rprete. Dos polic¨ªas vendieron las fotos que hicieron del cuerpo de Rivera en el lugar donde se desplom¨® la avioneta. Y los medios de informaci¨®n de M¨¦xico y EE UU no escatimaban esfuerzos en forjar ¡°la leyenda¡± provocando el impacto y la consternaci¨®n entre el p¨²blico.
Con su muerte, Rivera parece haber alcanzado el ¨¦xito mercantil que siempre anhel¨®. Porque formaba parte de la industria musical, principalmente, para hacer negocios. ¡°Yo, por encima de todo, soy una empresaria¡±, dec¨ªa. Cuando cumpli¨® 15 a?os, comenz¨® a vender discos y casetes en un mercadillo de su natal Long Beach (California). A esa edad ya era madre. Termin¨® el bachillerato y estudi¨® Empresariales, una carrera que le ayudar¨ªa a asentar despu¨¦s todo un emporio en tono a su figura. Cuando su hermano Jos¨¦ Guadalupe Lupillo Rivera comenz¨® a triunfar en los escenarios con sus corridos norte?os, Jenni le pidi¨® que de vez en cuando le dejara cantar en sus conciertos. Esos fueron sus pinitos art¨ªsticos, y en 1999 grab¨® su primer disco con un t¨ªtulo aspiracional: Reina de reinas.
Junto a su banda, cantaba sobre el amor y la infidelidad a los miles de inmigrantes mexicanos en EE UU. En un g¨¦nero musical conocido como regional mexicano, dominado por los hombres, su recio car¨¢cter interpretativo fue adue?¨¢ndose del gusto del p¨²blico en ambos lados de la frontera. ¡°Sab¨ªa que dominar¨ªa el mercado porque ninguna mujer compet¨ªa con ellos¡±, dec¨ªa en alarde a su condici¨®n de se?ora de negocios. Con sus primeras ganancias fund¨® una inmobiliaria para facilitar que ¡°los inmigrantes compraran su primera casa¡±. Para ella adquiri¨® una mansi¨®n de 800 metros cuadrados con pisos de m¨¢rmol y piscina.
Lanz¨® una l¨ªnea de belleza ¡°de gran calidad al alcance de gente humilde y sencilla¡±. Tambi¨¦n dos perfumes, para que todos sus fans supieran c¨®mo ol¨ªa. Quiso consentir a ¡°las rellenitas¡±, como ella, y confeccion¨® una l¨ªnea de vaqueros para ¡°las latinas caderonas¡±. En abril de 2011 recorri¨® Anaheim (California) con su Taquer¨ªa Ambulante, un cami¨®n que luego regal¨® a sus sobrinos ¡°para que con ese negocio puedan salir adelante¡±. Y cre¨® la Jenni Rivera Love Foundation para ayudar a v¨ªctimas de la violencia sexual y dom¨¦stica. Ella sab¨ªa lo que era sufrir eso.
Tras el funeral, el padre de la cantante fue captado vendiendo y firmando p¨®steres con la imagen de su hija. Antes hab¨ªa dicho que tiene un disco in¨¦dito suyo. ¡°Lo hizo en ingl¨¦s hace ocho a?os. Voy a ver qu¨¦ hago con ¨¦l. Tiene 10 temas¡±
En 2009 denunci¨® al que fue su primer esposo, Jos¨¦ Trinidad Mar¨ªn, ¡°que abus¨® de mi hermana menor y de una de mis hijas¡±. Un a?o antes lleg¨® a las redacciones de los medios latinos de EE UU un v¨ªdeo con escenas ¨ªntimas de Rivera. ¡°La mujer que aparece ah¨ª soy yo¡±, dijo entre l¨¢grimas, ¡°pero que nadie se atreva a publicarlo porque tendr¨¢ consecuencias legales¡±. Nadie lo difundi¨®. Este 2012, la prensa del coraz¨®n involucr¨® sentimentalmente a una de sus hijas con Esteban Loaiza, su tercer esposo, y la cantante opt¨® por divorciarse del jugador de las Grandes Ligas de b¨¦isbol.
Pero entre esc¨¢ndalo y esc¨¢ndalo, o con ayuda de ellos, Rivera se convirti¨® en la Diva de la Banda. Vendi¨® 15 millones de discos, fue nominada tres veces al Grammy Latino. Hace unos meses se integr¨® como coach en la segunda temporada de La voz¡ M¨¦xico, junto a Miguel Bos¨¦, Paulina Rubio y Beto Cuevas. Al igual que en otros pa¨ªses, el programa ha disparado la popularidad de sus protagonistas. Un d¨ªa antes de la retransmisi¨®n de uno de los directos, Rivera dio un concierto en la Arena Monterrey ante m¨¢s de 15.000 personas. Era de madrugada cuando, acompa?ada por su representante, maquillador y abogado, abord¨® la avioneta que la llevar¨ªa a Toluca, una ciudad a 64 kil¨®metros de M¨¦xico DF. Pero la nave cay¨® unos minutos despu¨¦s del despegue.
De inmediato, la noticia agot¨® las reservas emocionales del pa¨ªs. ¡°Todo el revuelo que caus¨® se debe al gran sentimentalismo que domina al p¨²blico mexicano. Rivera ten¨ªa seguidores en muchas partes, pero no era la gran estrella. Que su muerte haya tenido tanta atenci¨®n se debe a que ocurri¨® mientras participaba en el programa estelar de Televisa. De no ser as¨ª, quiz¨¢ no habr¨ªa tenido tanta importancia¡±, opina desde M¨¦xico Juli¨¢n T¨¦llez, de la gu¨ªa de ocio D¨®nde Ir.
La televisi¨®n transmiti¨® en directo el homenaje de cuerpo presente que le hicieron en el Gibson Amphitheatre de Los ?ngeles, un acontecimiento que fue calificado como ¡°la graduaci¨®n celestial de Jenni¡±. ¡°Su principal p¨²blico es la clase social m¨¢s baja de M¨¦xico, esa que consume culebrones y discos pirata. A ellos les fue vendida la idea de una tragedia de una estrella que por esos d¨ªas brillaba en el programa con m¨¢s audiencia. Pero el impacto de su muerte ha sido tan inmediato, sorpresivo y estruendoso que se diluir¨¢ pronto. Saldr¨¢n canciones in¨¦ditas, los v¨ªdeos sexuales que nadie vio, las cartas que escribi¨®¡ Pero, a pesar de todo eso, en dos meses se hablar¨¢ de otra cosa, no lo dudo¡±, dice V¨ªctor Hugo S¨¢nchez, periodista de espect¨¢culos durante dos d¨¦cadas y ahora director de la agencia de relaciones p¨²blicas Hijodevecino.
Tras el funeral, Pedro Rivera, padre de la cantante, fue captado por el portal Rumor Fix vendiendo y firmando p¨®steres con la imagen de su hija. Antes hab¨ªa dicho que tiene un disco in¨¦dito suyo. ¡°Lo hizo en ingl¨¦s hace ocho a?os. Voy a mirar a ver qu¨¦ hago con ¨¦l. Tiene 10 temas¡±. Poco antes de morir, ella dej¨® todo bien atado en su testamento: un fideicomiso de 25 millones de d¨®lares para sus cinco hijos y que su hermana Rosie Rivera ¡°se haga cargo de todos los negocios¡±. ¡°Seguramente, pronto habr¨¢ recopilatorios y homenajes. Incluso se habla ya de llevar su vida al cine¡±, apostilla Juli¨¢n T¨¦llez. A Jenni Rivera la muerte (y la industria medi¨¢tica) la han convertido en leyenda. Y en una mina de oro.
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