Y la mujer asi¨¢tica lleg¨® al poder
Tailandia, Corea del Sur y Jap¨®n, ¨²ltimos pa¨ªses en que las f¨¦minas acceden a la c¨²pula pol¨ªtica China es la gran asignatura pendiente
Que una mujer d¨¦ a luz tras un proceso de fertilizaci¨®n in vitro ya no es noticia. Que lo haga a los 50 a?os de edad, s¨ª tiene mayor relevancia. Y que la madre en cuesti¨®n sea una importante pol¨ªtica japonesa es todo un esc¨¢ndalo. M¨¢s a¨²n si trasciende que, despu¨¦s de haber probado varios tratamientos y de haber sufrido alg¨²n aborto, para hacer realidad su sue?o busc¨® una donante de ¨®vulos estadounidense, algo que en Jap¨®n coquetea con lo ilegal. No obstante, Seiko Noda, quien incluso escribi¨® un libro sobre esas experiencias ¡ªQuiero dar a luz¡ª, es una de las dos mujeres que se han aupado esta semana a la c¨²pula del Partido Liberal Democr¨¢tico (LDP), y refleja la revoluci¨®n de la mujer asi¨¢tica en el siglo XXI.
El reci¨¦n elegido primer ministro nip¨®n, el reincidente Shinzo Abe, es consciente de que su formaci¨®n sufre un preocupante empacho de corbatas y exceso de rostros acartonados. As¨ª que, despu¨¦s de su arrolladora victoria en la C¨¢mara Baja el pasado d¨ªa 16, apuesta ahora por dos carism¨¢ticas mujeres, con el objetivo de ganarse el ap¨¢tico y desencantado voto juvenil y firmar otra victoria en los comicios para la C¨¢mara Alta, donde a¨²n est¨¢ en minor¨ªa.
¡°Los votantes todav¨ªa dudan de si nuestro partido ha cambiado. Con estos nombramientos creo que podemos confirmar que lo ha hecho¡±, sentenci¨® el mandatario, que se ha propuesto conseguir que haya al menos un 30% de mujeres en todos los c¨ªrculos de poder para 2020. Para conseguirlo, Seiko Noda, nueva presidenta del Consejo General del partido, y Sanae Takaichi, situada ahora al frente del Consejo Pol¨ªtico del LDP, pueden resultar clave.
De hecho, a pesar de que enfureci¨® a los m¨¢s conservadores de su propio partido, Noda defiende a capa y espada el proceso que le ha llevado a la maternidad. ¡°Pens¨¦ en adoptar un ni?o, pero me di contra una pared¡±, explic¨® a la edici¨®n nipona de la revista Vogue. ¡°Ahora que he dado a luz y que tengo experiencia como madre, promover¨¦ con m¨¢s ah¨ªnco la regulaci¨®n de estas t¨¦cnicas y la igualdad de g¨¦nero¡±, a?adi¨® en la publicaci¨®n femenina Josei Seven. No en vano, es una de las impulsoras de la propuesta para que las mujeres mantengan su nombre tras el matrimonio.
Por su parte, Takaichi tambi¨¦n ha rechazado colgarse del apellido de su marido. Aunque abandera una l¨ªnea m¨¢s conservadora y promueve la protecci¨®n de los valores tradicionales de la familia, su experiencia en Estados Unidos, donde trabaj¨® junto a la congresista dem¨®crata Patricia Schroeder, la aleja del prototipo de abnegada ama de casa que impera en una sociedad cuyos raqu¨ªticos avances en materia de g¨¦nero contrastan con el aire futurista de sus virguer¨ªas tecnol¨®gicas.
Noda y Takaichi no est¨¢n solas. La mujer asi¨¢tica escala posiciones en el ¨¢mbito pol¨ªtico, incluso en pa¨ªses como Corea del Sur, donde sufre la mayor discriminaci¨®n de cualquier pa¨ªs desarrollado. No en vano, la hermana capitalista de la pen¨ªnsula coreana ha elegido este mes a su princesa de hielo, Park Geun-hye, como primera presidenta de la historia.
Park sabe bien qu¨¦ riesgos entra?a el poder. Muy a su pesar, le toc¨® servir al pa¨ªs como primera dama en 1974, con solo 22 a?os, despu¨¦s de la muerte de su madre en un atentado de agentes norcoreanos que iba dirigido al padre, el dictador Park Chung-hee, al que s¨ª consigui¨® asesinar su propio jefe de Seguridad cinco a?os despu¨¦s. Ahora, ella promete una sociedad m¨¢s igualitaria, ¡°en la que el 70% de la poblaci¨®n sea de clase media¡±, y la continuaci¨®n del milagro econ¨®mico que inici¨® su padre.
Con promesas parecidas, y haciendo valer su conciliador ¡°car¨¢cter de mujer¡±, el a?o pasado lleg¨® al poder en Tailandia Yingluck Shinawatra, la novena descendiente del poderoso clan de los Shinawatra. ¡°Es una chica mona¡±, lleg¨® a decir de ella un exministro de Finanzas, Korn Chatikavanij. Y, sin duda, ha sabido explotar a fondo esa indiscutible belleza. Sumada a la sutil elegancia propia del budismo que profesa, cre¨® un poderoso c¨®ctel con el que atrajo a miles de votantes indecisos.
Pero tambi¨¦n ha mostrado su mano de hierro al frente del Gobierno. ¡°He vivido la vida pol¨ªtica desde ni?a y s¨¦ lo que hago¡±, dijo en campa?a electoral. ¡°Es una loba con piel de cordero¡±, escribi¨® el Bangkok Post. Sus decisiones han resultado consistentes, as¨ª que han tenido que cerrar la boca quienes la criticaban por su falta de experiencia pol¨ªtica, y tambi¨¦n los que ve¨ªan en ella una marioneta cuyos hilos manejaba su hermano Thaksin, un controvertido ex primer ministro al que los militares se quitaron de en medio con un golpe de estado incruento y que se ha exiliado para evitar la condena por corrupci¨®n que pesa sobre ¨¦l.
Shinawatra y Park se unen a la creciente lista de mandatarias asi¨¢ticas. India, Pakist¨¢n, Bangladesh, Indonesia, o Filipinas son pa¨ªses en los que una mujer ya se ha estrenado al mando. Y si el proceso de democratizaci¨®n de Birmania prospera, la l¨ªder de la oposici¨®n, Aung San Suu Kyi, que ha vivido dos d¨¦cadas en un arresto domiciliario intermitente, podr¨ªa sumarse pronto a ese selecto grupo de dirigentes pioneras.
La nota negativa la pone China. No importa que Mao proclamase que ¡°la mujer sujeta la mitad del cielo¡±, porque ahora tiene menos peso en el Partido Comunista que cuando gobernaba el Gran Timonel. El Comit¨¦ Permanente del Politbur¨® sigue estando compuesto por siete hombres almidonados, y la mujer que mejor posicionada est¨¢ para entrar en la c¨²pula del poder chino tendr¨¢ que esperar al menos cinco a?os para marcar un hito que reclama ya la sociedad.
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