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Flamencos y valones: dos culturas de espaldas M¨¢s all¨¢ de las batallas pol¨ªticas por la independencia de Flandes, valones y flamencos tienen el conflicto menos presente que sus representantes. Recorremos varios pueblos fronterizos para tomar el pulso a la convivencia entre dos culturas que se dan la espalda hablan lenguas distintas, leen peri¨®dicos diferentes, sus asociaciones deportivas y de ocio est¨¢n separadas, y sin embargo, viven puerta con puerta. El bar de la estaci¨®n de Ronse (Flandes) es casi un museo del Anderlecht, el equipo de f¨²tbol regional por excelencia. De las paredes cuelgan posters de jugadores y un mural con las fotos de las alineaciones de 1946 a 2000. La anciana camarera del establecimiento habla en neerland¨¦s con uno de sus clientes sobre los resultados del partido del d¨ªa anterior. En un momento dado, cambian espont¨¢neamente al franc¨¦s. "Es m¨¢s f¨¢cil para m¨ª", reconoce la mujer. EDP Este interminable panel en Ronse muestra indicaciones tanto en franc¨¦s como en neerland¨¦s: Lessen y Lessines son el mismo pueblo. Las "facilidades ling¨¹¨ªsticas" se establecieron en los a?os sesenta para fomentar la integraci¨®n de personas franc¨®fonas que resid¨ªan en territorio flamenco. "En la actualidad, ocurre justo lo contrario de lo que se pretend¨ªa, que en vez de aprender la lengua, cada vez vienen a vivir aqu¨ª m¨¢s personas que solo hablan franc¨¦s, sobre todo turcos y marroqu¨ªes, porque se pueden desenvolver solo en este idioma", explica Ignace Michaud, miembro del Partido Democristiano, ganador de las elecciones en Ronse en octubre de 2012. De vez en cuando, grupos de radicales flamencos tachan los letreros que est¨¢n en franc¨¦s. EDP En una cafeter¨ªa de la Grand Place de Ronse (Flandes), un grupo de mujeres de origen flamenco habla sobre la convivencia entre ambas culturas. Aunque afirman no tener problemas con sus vecinos del sur, ninguna de ellas se ve desplaz¨¢ndose a vivir a un pueblo de Valonia, pese a estar a escasos kil¨®metros del suyo. "Me ir¨ªa solo por un trabajo muy bueno y si no me quedase m¨¢s remedio. O intentar¨ªa ir y venir en coche a diario", reconoce una de ellas. EDP Campo, campo y m¨¢s campo. "Est¨¢is en medio de ninguna parte", dice en ingl¨¦s una se?ora de Nukerke, un pueblo flamenco de 800 habitantes a nueve kil¨®metros de la frontera con Valonia. Aqu¨ª no hay bares, ni tiendas, ni nada orientado al turismo, y sus habitantes prefieren expresarse en la lengua de Shakespeare antes que en franc¨¦s para hablar con los extranjeros porque aseguran que la dominan mejor. EDP El colegio cat¨®lico de Nukerke (Flandes) celebra el d¨ªa de San Nicol¨¢s. Los alumnos de Infantil y Primaria cantan villancicos y bailan ante sus padres y abuelos. Los mayores interpretan despu¨¦s una versi¨®n del famoso tema coreano 'Gangnam Style' traducido al neeerland¨¦s. Tras la funci¨®n, San Nicol¨¢s y sus dos pajes negros entregan a los ni?os regalos y bolsas de dulces. Todo el acto se desarrolla ¨ªntegramente en neerland¨¦s, la misma lengua que se escucha a padres, abuelos y alumnos. "Los 71 ni?os del pueblo est¨¢n repartidos en dos centros, uno cat¨®lico y otro laico, y reciben clases de franc¨¦s desde los ocho a?os, pero las asignaturas son en neerland¨¦s", cuenta Christelle Haelters, la directora del centro, que tambi¨¦n asegura expresarse mejor en ingl¨¦s. EDP La estaci¨®n de tren de Nukerke (Flandes) lleva a?os inutilizada. Los ferrocarriles que cubren el trayecto entre Ronse (Flandes) y Tournai (Valonia) paraban aqu¨ª, hasta que cerr¨® porque con el n¨²mero de viajeros no se cubr¨ªan los gastos de mantenimiento. B¨¦lgica posee la red de ferrocarriles m¨¢s densa de Europa, pero la falta de uso de algunas l¨ªneas est¨¢ causando el cierre de estaciones. "Si hay que recortar, se recorta en Valonia, pues Flandes tiene mayor densidad de poblaci¨®n y genera m¨¢s riqueza", explica Philippe, empleado de la red de ferrocarriles belga. Ahora la ¨²nica manera que hay para salir de Nukerke es en un autob¨²s que pasa cada hora o en coche particular. EDP En Lessines (Valonia), Eug¨¦ne, Phillipe y Marcel (de izquierda a derecha), fot¨®grafos aficionados, reconocen que su regi¨®n es el pariente pobre de Flandes, pero se quejan de la fama de vagos que tienen. "Lo que no saben es que aqu¨ª no hay tanto empleo como en el norte", explica Eug¨¦ne. Actualmente, la tasa de paro en Valonia es del 10%, mientras que la de sus vecinos flamencos baja a apenas el 4%. EDP Color de la cabecera diferente, noticias diferentes en portada y, por supuesto, idiomas diferentes. A tan solo un par de metros de distancia, dos usuarios del suburbano de Bruselas leen dos versiones completamente distintas del peri¨®dico Metro. EDP Lambrex tiene un sal¨®n de belleza en Kraainem, un municipio de Flandes situado al este de Bruselas que cuenta, tambi¨¦n, con las llamadas "facilidades ling¨¹¨ªsticas". La peluquera explica que atiende a sus clientas en el idioma que le pidan: "Ingl¨¦s, franc¨¦s, flamenco... no hay problema". Asegura que tiene m¨¢s clientela franc¨®fona y que la gente se lleva bien en el pueblo. "Es en el Ayuntamiento donde a veces arman mucho ruido", explica. En Kraainem, de casi 14.000 habitantes, un 78% de la poblaci¨®n es franc¨®fona. EDP Arnold d¡¯Oreye, burgomaestre (alcalde) en funciones de Kraainem (Flandes) y miembro del partido Frente Democr¨¢tico Franc¨®fono, hizo su "peque?a batalla personal" enviando las convocatorias electorales en franc¨¦s y neerland¨¦s, pese a que la normativa de este territorio marca que se env¨ªe en franc¨¦s solo si el ciudadano lo pide expresamente. Este gesto de rebeld¨ªa le ha costado el retraso de su investidura. D'Oreye sufre de vez en cuando en su casa ataques del grupo extremista flamenco Voorpost: "Hacen pintadas en las paredes y poco m¨¢s, no me preocupa". La prueba de ello es que ni siquiera tiene puerta en la verja de su casa. EDP El t¨®pico dice que franc¨®fonos y neerland¨®fonos no se casan entre ellos, pero esta pareja es la prueba de lo contrario. La mujer es Sala¨¹n, tiene 86 a?os y naci¨® en la Breta?a francesa. El hombre se llama Dewilde, de 85, y naci¨® en el norte de B¨¦lgica, junto a la frontera con Holanda. Llevan casados 57 a?os y tienen tres hijos. Dewilde aprendi¨® a hablar franc¨¦s para poder comunicarse con su mujer, quien confiesa que no ha conseguido aprender ni una palabra del idioma de su esposo. "Viv¨ªamos en una ciudad puramente flamenca donde los ni?os que iban a clase con nuestros hijos se re¨ªan de ellos porque no sab¨ªan neerland¨¦s, as¨ª que finalmente los escolarizamos en una escuela franc¨®fona", explica Sala¨¹n. Ahora tienen varios nietos, y uno de ellos estudia en Malines (Flandes), pese a que se educ¨® en la valona Waterloo. "Habla perfectamente el neerland¨¦s", cuenta con orgullo su abuelo. EDP