Acoger
Me entusiasm¨¦ cuando supe que Cospedal hab¨ªa invitado a un pobre a su mesa. La especial sensibilidad de esta gente me puede
Tengo en alto aprecio los cuentos navide?os que destacan la bondad de los poderosos y la piedad de las damas del ropero, de modo que galop¨¦ en el ¨¦ter de puro entusiasmo cuando corri¨® la nueva ¡ªignoro si rumor o leyenda urbana, hoy en d¨ªa nunca se sabe cuando te ensartan la trola¡ª de que do?a Mar¨ªa Dolores de Cospedal hab¨ªa invitado a un pobre a su mesa para que la viera deglutir mazapanes con la peineta calada. La especial sensibilidad de esta gente me puede.
Y es por ello que formulo un deseo ¨ªntimo, a la par que p¨²blico, ante el d¨ªa de Reyes y su gozosa v¨ªspera, y con la reforma del C¨®digo Penal del se?or Gallard¨®n en tr¨¢mite como leiv motiv y est¨ªmulo para la proeza. Mi idea, ante el peligro que corren de sufrir castigo legal las personas de buen coraz¨®n que acogen en sus casas a inmigrantes ilegales desamparados por el sistema, es ofrecerme para hacerme cargo, en plan ejemplarizante, del ¨ªnclito ministro de Justicia, a quien ofrezco desde aqu¨ª mi humilde pero limpia y venturosa morada.
Se preguntar¨¢n ustedes ?necesita el Justiciero mi acogida? No, pero yo s¨ª, y estoy dispuesta a poner en pr¨¢ctica ese otro c¨®digo, el de conducta, que, con fecundo af¨¢n, practican los gobernantes del PP: la caridad bien entendida empieza por uno mismo. A m¨ª me sentar¨ªa muy bien tener a don Alberto en el cuarto de planchar, que mide bastante m¨¢s que la plancha, aunque carece de calefacci¨®n, pero yo misma no dudar¨ªa en calentarle cada 15 minutos, asomando la cabeza por la puerta para dedicarle un ardoroso y alborozado ¡°?Feliz A?o!¡±.
No digo que al experimentar ¨¦l mismo, en sus propias carnes, mi especial ternura, cambiara de conciencia: pero igual cambi¨¢bamos de ministro.
Un par de d¨ªas ser¨ªan suficientes.
Tu suscripci¨®n se est¨¢ usando en otro dispositivo
?Quieres a?adir otro usuario a tu suscripci¨®n?
Si contin¨²as leyendo en este dispositivo, no se podr¨¢ leer en el otro.
FlechaTu suscripci¨®n se est¨¢ usando en otro dispositivo y solo puedes acceder a EL PA?S desde un dispositivo a la vez.
Si quieres compartir tu cuenta, cambia tu suscripci¨®n a la modalidad Premium, as¨ª podr¨¢s a?adir otro usuario. Cada uno acceder¨¢ con su propia cuenta de email, lo que os permitir¨¢ personalizar vuestra experiencia en EL PA?S.
?Tienes una suscripci¨®n de empresa? Accede aqu¨ª para contratar m¨¢s cuentas.
En el caso de no saber qui¨¦n est¨¢ usando tu cuenta, te recomendamos cambiar tu contrase?a aqu¨ª.
Si decides continuar compartiendo tu cuenta, este mensaje se mostrar¨¢ en tu dispositivo y en el de la otra persona que est¨¢ usando tu cuenta de forma indefinida, afectando a tu experiencia de lectura. Puedes consultar aqu¨ª los t¨¦rminos y condiciones de la suscripci¨®n digital.