Vuelve la caspa
Ana Botella estaba tan mona de azafata de Madrid 2020, con su 'blazer' y su 'carr¨¦' anudado al cuello como en su ¨¦poca, y no teniendo que dar explicaciones de ninguna tragedia ni cesando a sus esbirros
He debido de ser mala, muy mala, pero mala de acostarme, que cantaba Martirio en los ochenta, porque, entre t¨² y yo, he tenido una birria de Reyes. Por ah¨ª he dicho que me han echado este iPad que he pillado a 36 meses, no soy la primera ni la ¨²ltima. Pero ni tableta ni e-book ni smartphone. Ni siquiera la mascota Chichi Love, de Simba ¨Ceso es un nombre bien puesto y no Snoopy¨C que hab¨ªa pedido para tener perrito que me ladre. Por no traerme, no me han tra¨ªdo ni carb¨®n, con tanto recorte est¨¢n las cuencas mineras para chuminadas. Eso, precisamente, me han endosado los Magos: arrobas de baratijas de chichinabo, otro vocablo redondo arrumbado a los m¨¢rgenes del DRAE por zafio, Blecua, eminencia: haz algo. Porque si vamos de antig¨¹edades, cacofon¨ªas y caspa generalizada, con poner la tele o ver las revistas estamos aviados.
?Soy yo o ¨²ltimamente vivimos en un dej¨¤ vu permanente? Algunos lo llaman vintage pero, en plata, aqu¨ª huele a rancio que tumba. No es solo que vuelvan a la parrilla Cu¨¦ntame y Amar es para siempre, me juego la diestra a que acaban ambos repartos recreando juntos el advenimiento del aznarato en el balc¨®n de G¨¦nova. Es que la realidad supera con creces a la ficci¨®n de palacio para abajo. No nos hab¨ªamos repuesto de los florilegios de Hermida con el monarca en la Conversaci¨®n en La Zarzuela ¨CVargas Llosa, marqu¨¦s, est¨¢s tardando en registrar el t¨ªtulo¨C, cuando llega la Pascua Militar y algunos morimos de verg¨¹enza ajena.
Cuando llega la Pascua Militar algunos morimos de verg¨¹enza ajena. Letizia, princesa, no te vistas de Mar¨ªa Estuardo, que una cosa es el rigor y otra el rigor mortis
Y no hablo de la pompa y la circunstancia y el marco incomparable, menudo fest¨ªn para los ¨¢caros ese delirio de alfombras, pendones y cortinajes. Ni del vestuario de las se?oras, de ellos no opino porque van de uniforme: Letizia, princesa, no te vistas de Mar¨ªa Estuardo, que una cosa es el rigor y otra el rigor mortis. Me refiero, mayormente, a Moren¨¦s y sus soliloquios. S¨ª, hombre, ese ministro que no abr¨ªa el pico y quiz¨¢ por eso era el mejor valorado del Ejecutivo. Pues se ve que el titular de Defensa se ha tomado a pecho lo de que la mejor ¨ªdem es un ataque y se puso a loar la serenidad de los militares ante la ¡°provocaci¨®n¡± de terceros. Mira, de o¨ªr a ese hombre decir eso, me entr¨® un repel¨²s que ni Raphael en sus tiempos. Y es que una, a pesar de su ardor guerrero, prefiere el ruido de flashes al de sables.
Pero ya ni eso. Con se?alar que el photocall del siglo ha sido el Bal¨®n de Oro est¨¢ todo dicho. Unos multimillonarios y sus despampanantes parejas cogidos del bracete en plan trofeo mutuo: m¨¢s antiguo que el hilo negro, que dir¨ªa Ana Botella. Por cierto que la regidora estaba tan mona de azafata de Madrid 2020, con su blazer y su carr¨¦ anudado al cuello como en su ¨¦poca, y no teniendo que dar explicaciones de ninguna tragedia, ni cesando a sus esbirros por la presi¨®n de los medios, y todo ese l¨ªo de la alcald¨ªa.
En fin, todo vuelve. Antonio David Flores le ha puesto a su ni?a Lola, con dos test¨ªculos, ya son ganas de amargarle el cole a la criatura. Y, acab¨¢ramos, el esc¨¢ndalo del milenio. Ni Strauss-Khan, ni Petraeus, ni Hormigos. Para sofoc¨®n de la aludida, Pipi Estrada ha revelado que se lo mont¨® con Lydia Lozano en un seiscientos antes de que Martirio gastara peineta. A lo hecho, pecho, Lydia: en peores garitas hemos hecho guardia. Yo, por si acaso, voy a pillar un Chichi Love en rebajas.
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