Elogio de la ciencia ¡°no tan grande¡±
El proyecto cient¨ªfico m¨¢s necesario es conservar el Estado del Bienestar, en el que todos los europeos puedan acceder libremente a la sanidad o la educaci¨®n y no se vean desamparados si est¨¢n en paro o son ancianos
El 4 de julio del a?o pasado, el CERN, el laboratorio europeo de f¨ªsica de altas energ¨ªas, anunci¨® que en el LHC (Gran Colisionador de Hadrones) se hab¨ªa detectado una part¨ªcula que posiblemente sea el bos¨®n de Higgs, cuya existencia hab¨ªa sido prevista te¨®ricamente en tres art¨ªculos publicados en 1964, en el mismo tomo de la revista Physical Review Letters. El primero estaba firmado por Robert Brout (fallecido en 2011) y Fran?ois Englert, el segundo por Peter Higgs y el tercero por Gerald Guralnik, Carl Hagen y Thomas Kibble. Habida cuenta de este n¨²mero, y a pesar de algunas manifestaciones (como alguna del propio Higgs), el Comit¨¦ Nobel encargado de asignar el Premio de F¨ªsica tendr¨¢ un problema si decide que esta predicci¨®n te¨®rica merece, como en principio parece, el tan preciado galard¨®n. Pero no es de esto de lo que quiero tratar.
La noticia del resultado del CERN fue primera p¨¢gina en los peri¨®dicos de todo el mundo, y m¨¢s de medio a?o despu¨¦s el inter¨¦s se mantiene. Con justicia, el bos¨®n de Higgs ha encabezado las listas de los ¡°10 descubrimientos cient¨ªficos m¨¢s importantes del a?o¡±. En el n¨²mero del 31 de diciembre de Time, dedicado a ¡°Los Personajes del a?o¡±, a Fabiola Gianotti, directora del experimento ATLAS, el principal en el descubrimiento, se le asign¨® el quinto puesto, tras Barack Obama, Malala Yousafzai, Tim Cook y Mohamed Morsi. Asimismo, y con una rapidez inusitada, al ya viejo, que no obsoleto, La part¨ªcula divina (1993), el libro de Leon Lederman y Dick Teresi, publicado en Espa?a por Cr¨ªtica, han comenzado a un¨ªrseles otros, destinados a satisfacer la curiosidad popular. Uno de ellos (me limito a los que se han publicado en castellano), El bos¨®n de Higgs, de Alberto Casas y Teresa Rodrigo, es apropiado para la colecci¨®n en la que se ha publicado, ?Qu¨¦ sabemos de? (CSIC/Los Libros de la Catarata), pero el otro, El descubrimiento del Higgs, de la catedr¨¢tica de Harvard Lisa Randall, muestra otras dimensiones de ese logro cient¨ªfico y fen¨®meno social: se trata de un libro, oportunista, de 71 p¨¢ginas, en formato peque?o, con un tipo de letra algo m¨¢s grande lo normal, que desentona con el conjunto de la magn¨ªfica colecci¨®n de Acantilado en que ha aparecido. Un texto, cuyo recuerdo ser¨¢ ef¨ªmero, publicado en la misma colecci¨®n que acoge a autores como Cicer¨®n, Tolst¨®i, Zweig o Chateaubriand.
El Modelo Est¨¢ndar,
del que forma parte el bos¨®n de Higgs, es uno de los grandes logros
del siglo XX
Antes de continuar, quiero se?alar que considero al denominado Modelo Est¨¢ndar, del que el bos¨®n de Higgs forma parte, uno de los grandes logros del pensamiento humano, uno cuya memoria figurar¨¢ ¡ªjunto a la relatividad general, la mec¨¢nica cu¨¢ntica y el desciframiento del c¨®digo gen¨¦tico¡ª entre los avances m¨¢s sobresalientes del siglo XX. El problema es que detecto que no son pocas las personas, legas en ciencia (y en esta categor¨ªa entran la mayor¨ªa de los pol¨ªticos), que est¨¢n extrayendo la conclusi¨®n de que este tipo de investigaci¨®n es la m¨¢s importante y prioritaria. Aunque no quiero decir que los responsables de esta visi¨®n sean necesariamente los propios f¨ªsicos de altas energ¨ªas, es indudable que algunos de estos no han dejado pasar la oportunidad de favorecer su causa, algo por otra parte razonable: todo el mundo, todas las profesiones, lo hacen. El 31 de agosto del a?o pasado, el director general del CERN, Rolf Heuer, publicaba un art¨ªculo (La b¨²squeda del bos¨®n de Higgs) en esta misma p¨¢gina, en el que tras explicar en qu¨¦ consist¨ªa el descubrimiento, recordaba la dimensi¨®n paneuropea del centro que dirige. ¡°Hoy el CERN¡±, manifestaba, ¡°es indudablemente el centro de una comunidad global de cient¨ªficos haciendo avanzar las fronteras del conocimiento. Es un ejemplo brillante de lo mejor de Europa¡±. Y no olvidaba destacar la participaci¨®n espa?ola: ¡°Espa?a es una parte vital de la comunidad del CERN¡±.
Independientemente de la justicia de este reconocimiento, seguramente Heuer ten¨ªa tambi¨¦n en mente que Espa?a, el quinto mayor contribuyente al presupuesto del CERN con un 8,11 % del total, debe a este, o deb¨ªa entonces, 110 millones de euros, correspondientes a la mitad de la cuota del a?o 2011 y a la cuota ¨ªntegra de 2012. Obviamente, no es una cantidad despreciable, que hay que considerar desde una perspectiva m¨¢s amplia. A partir del presente a?o, por ejemplo, Espa?a reducir¨¢ a la mitad su participaci¨®n en los programas de la Agencia Europea del Espacio (ESA), a la que contribuye con el 7% del presupuesto: de los 200 millones anuales de los ¨²ltimos a?os, a 102 millones. Y no olvidemos que la ciencia y tecnolog¨ªa aeroespaciales tienen una larga tradici¨®n en Espa?a, y una innegable importancia econ¨®mica. Ante esta situaci¨®n, surge, inevitablemente, la cuesti¨®n de si teniendo en cuenta la actual crisis econ¨®mica, debe Espa?a continuar dedicando la cantidad mencionada al CERN. ¡°S¨ª¡±, respond¨ªa el director del Instituto de F¨ªsica de Altas Energ¨ªas de la Universidad Aut¨®noma de Barcelona (El Mundo, 9 de noviembre de 2012). Y entre sus argumentos mencionaba que ¡°el CERN es una oportunidad formativa ¨²nica para decenas de j¨®venes cient¨ªficos, ingenieros y t¨¦cnicos cada a?o¡±. Adem¨¢s, a?ad¨ªa, ¡°en el CERN se gestan avances t¨¦cnicos, y no solo de ciencia fundamental, como el World Wide Web, que en unos 20 a?os ha transformado el comercio mundial¡±.
¡°Ning¨²n problema es demasiado peque?o si realmente podemos hacer algo con ¨¦l¡± (Feynman)
Efectivamente, Espa?a deber¨ªa continuar siendo un miembro activo del CERN. Sin embargo, si el dinero que el Gobierno est¨¢ dispuesto a dedicar para I+D no es suficiente para todo (por ejemplo, para ESA, o para el CIEMAT, el Centro de Investigaciones Energ¨¦ticas, Medioambientales y Tecnol¨®gicas), entonces la discusi¨®n sobre cu¨¢les deben de ser las preferencias tiene que ser limpia, basada en un amplio rango de consideraciones, una discusi¨®n no contaminada por la mayor o menor popularidad social de las disciplinas involucradas. Es preciso tambi¨¦n ser muy cuidadoso con algunos de los argumentos utilizados para defender la causa del CERN, como el ya citado de la www, o el empleado por Heuer en EL PA?S, referente a la experiencia que los j¨®venes espa?oles que pasan alg¨²n tiempo en Ginebra obtienen en campos como ¡°la electr¨®nica de punta y el desarrollo de software¡±. Internet debe mucho al CERN, pero tambi¨¦n, por ejemplo, a ARPANET, la red de computadoras creada por el Departamento de Defensa de Estados Unidos, de la que ya exist¨ªan planes en 1968, mucho antes de los trabajos de Tim Berners-Lee. En cuanto a la electr¨®nica o el software, no ser¨ªa justo dar la vuelta al argumento: aunque haya contribuido a su desarrollo, en esos campos la f¨ªsica experimental de altas energ¨ªas es un beneficiario de otras disciplinas, ¡°no tan grandes¡± (esto es, a las que no calificamos de Big Science), como la f¨ªsica de la materia condensada, en la que englobo a la electr¨®nica y la ciencia de los materiales.
Ahora que la f¨ªsica de altas energ¨ªas ha vuelto a conseguir la popularidad que tuvo en otros tiempos, conviene resaltar la importancia de esa otra ciencia no tan grande, una ciencia absolutamente necesaria para conservar lo que para m¨ª es sin duda lo mejor de Europa: el Estado de bienestar, en el que todos sus ciudadanos puedan acceder libremente a bienes como la educaci¨®n y la sanidad, y no se vean desamparados si carecen de trabajo o son ancianos. M¨¢s a¨²n, la ciencia ¡°no tan grande¡± ¡ªen la que no debemos olvidar a ninguna materia, qu¨ªmica, matem¨¢ticas, etc¨¦tera¡ª es un bien en s¨ª misma, lo m¨¢s caracter¨ªstico de la ciencia. Recordar¨¦ en este sentido lo que se?al¨® un f¨ªsico que sab¨ªa muy bien qu¨¦ era la f¨ªsica de altas energ¨ªas, Richard Feynman. Respondiendo a la felicitaci¨®n que un antiguo alumno suyo, Koichi Mano, le envi¨® tras conocer que acababa de recibir el Premio Nobel, Feynman le escribi¨® (3 de febrero de 1966): ¡°Los problemas que valen la pena son los que uno puede realmente resolver o ayudar a resolver, aquellos en los que uno puede aportar algo. Un problema es grande en ciencia si se presenta ante nosotros irresuelto y vemos alguna manera de avanzar en ¨¦l. He trabajado en innumerables problemas que usted calificar¨ªa de humildes, pero con los que disfrut¨¦ y me sent¨ª muy bien porque a veces pod¨ªa obtener un ¨¦xito parcial. Ning¨²n problema es demasiado peque?o o demasiado trivial si realmente podemos hacer algo con ¨¦l¡±.
Jos¨¦ Manuel S¨¢nchez Ron es miembro de la Real Academia Espa?ola y catedr¨¢tico de Historia de la Ciencia en la Universidad Aut¨®noma de Madrid.
Tu suscripci¨®n se est¨¢ usando en otro dispositivo
?Quieres a?adir otro usuario a tu suscripci¨®n?
Si contin¨²as leyendo en este dispositivo, no se podr¨¢ leer en el otro.
FlechaTu suscripci¨®n se est¨¢ usando en otro dispositivo y solo puedes acceder a EL PA?S desde un dispositivo a la vez.
Si quieres compartir tu cuenta, cambia tu suscripci¨®n a la modalidad Premium, as¨ª podr¨¢s a?adir otro usuario. Cada uno acceder¨¢ con su propia cuenta de email, lo que os permitir¨¢ personalizar vuestra experiencia en EL PA?S.
?Tienes una suscripci¨®n de empresa? Accede aqu¨ª para contratar m¨¢s cuentas.
En el caso de no saber qui¨¦n est¨¢ usando tu cuenta, te recomendamos cambiar tu contrase?a aqu¨ª.
Si decides continuar compartiendo tu cuenta, este mensaje se mostrar¨¢ en tu dispositivo y en el de la otra persona que est¨¢ usando tu cuenta de forma indefinida, afectando a tu experiencia de lectura. Puedes consultar aqu¨ª los t¨¦rminos y condiciones de la suscripci¨®n digital.
Archivado En
- Opini¨®n
- Crisis econ¨®mica
- Recortes sociales
- Estado bienestar
- Fran?ois Englert
- Recesi¨®n econ¨®mica
- PP
- Recortes presupuestarios
- Coyuntura econ¨®mica
- Universidad
- Pol¨ªtica social
- Comunidad educativa
- Educaci¨®n superior
- Malestar social
- Espa?a
- Partidos pol¨ªticos
- Sistema educativo
- Problemas sociales
- Sanidad
- Finanzas p¨²blicas
- Econom¨ªa
- Educaci¨®n
- Pol¨ªtica
- Sociedad
- Salud