El valor de Obama
El presidente de EE UU inaugura su segundo mandato con un canto a la unidad y al progreso
Aunque a menudo cargados de ret¨®rica, los grandes discursos que marcan visi¨®n y valores son parte esencial del liderazgo pol¨ªtico. El de la inauguraci¨®n del segundo y ¨²ltimo mandato de Barack H. Obama ha sido menos concreto pero m¨¢s profundo que el primero, con un canto a la acci¨®n p¨²blica y colectiva, a la lucha contra una creciente y desestabilizadora desigualdad y a la protecci¨®n de los m¨¢s vulnerables. Obama ha sido el primer presidente de EE UU que en su toma de posesi¨®n ha pronunciado la palabra ¡°gay¡±, y se lo deb¨ªa a este colectivo, igual que los gestos hacia hispanos y mujeres. Y en el cap¨ªtulo exterior, su primera menci¨®n fue sobre el cambio clim¨¢tico.
Claro que la realidad es tozuda. El calentamiento global sigue avanzando y en su primer mandato Obama ha hecho poco para frenarlo. La c¨¢rcel de Guant¨¢namo sigue abierta, con presos que nunca ser¨¢n juzgados ni puestos en libertad. Y en el horizonte inmediato, le queda lidiar con la reducci¨®n de la deuda y los recortes para controlar el d¨¦ficit fiscal, poner en marcha la prometida nueva ley de inmigraci¨®n y sacar adelante la legislaci¨®n para limitar la venta de armas. Y aunque ha cumplido la promesa de la retirada de Irak, las tropas estadounidenses a¨²n est¨¢n enfangadas en Afganist¨¢n, donde el prematuro premio Nobel de la Paz parece arrepentido de haberse dejado llevar a una mayor presencia, aunque la est¨¢ empezando a reducir. Si Eisenhower se despidi¨® de la presidencia del pa¨ªs m¨¢s poderoso de la Tierra previniendo contra el ¡°complejo industrial-militar¡±, Obama, m¨¢s po¨¦tico, no ha quedado muy lejos al afirmar que ¡°garantizar la seguridad y una paz duradera no requiere una guerra perpetua¡±.
Para el presidente, ¡°ha empezado una recuperaci¨®n econ¨®mica¡±, y hay que aprovecharla para ¡°actuar¡± sin demora y ganar el futuro. No se trataba de concretar propuestas: para eso estar¨¢ su discurso sobre el estado de la Uni¨®n del 12 de febrero. El presidente sabe que tiene que actuar en los dos primeros a?os de su segundo mandato. Despu¨¦s, toda la atenci¨®n girar¨¢ hacia su posible sucesor o sucesora.
El de Obama ha sido un canto a valores progresistas que ¨¦l quiere hacer compatible con una insistente apelaci¨®n a la unidad, no ya con los republicanos ¡ªcon los que se tiene forzosamente que entender, porque dominan la C¨¢mara de Representantes¡ª, sino con una sociedad profundamente dividida. De ah¨ª las continuas referencias a actuar ¡°juntos¡±, f¨¢cilmente inspiradas por ese ¡°nosotros, el pueblo¡±, que abre la Constituci¨®n.
Obama sabe que la sociedad ha cambiado: los afroamericanos est¨¢n m¨¢s integrados gracias a que ¨¦l ocupa la Casa Blanca, pero tambi¨¦n unos hispanos cada vez m¨¢s relevantes y en ascenso social. No entenderlo cost¨®, entre otras cosas, la derrota electoral a los republicanos. La pol¨ªtica en esta sociedad postracial ser¨¢ muy diferente. Y Obama marca el antes y el despu¨¦s.
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