No era esto

Las tres horas dedicadas ayer por Crist¨®bal Montoro al Congreso arrojaron poca luz sobre la amnist¨ªa fiscal de 2012. Tampoco sirvieron para aclarar si el extesorero del PP, Luis B¨¢rcenas, figura en ella. El ministro de Hacienda niega que ese nombre se encuentre entre las personas f¨ªsicas (29.065) acogidas a la regularizaci¨®n y asegura que si lo hubiera hecho no le servir¨¢ para limpiar el pasado, mientras el PSOE e Izquierda Unida sostienen que el ministro debe dimitir si se demuestra que la amnist¨ªa ha beneficiado a B¨¢rcenas.

Por lo dem¨¢s, la comparecencia de Montoro no sustituye en absoluto a las explicaciones debidas por el PP. El Gobierno tiene que tomarse en serio un asunto que cubre de sospechas a la c¨²pula del partido, en vez de llevarlo a un escenario de ri?a tabernaria, como hizo el ministro de Hacienda. Montoro respondi¨® a la oposici¨®n con ataques personales, singularmente al socialista Pedro Saura, descalificaciones que extendi¨® a Alfredo P¨¦rez Rubalcaba y a la portavoz parlamentaria Soraya Rodr¨ªguez ¡ªa quienes adem¨¢s reproch¨® su ausencia¡ª. Les llam¨® reiteradamente ruines, faltos de inter¨¦s (¡°no se leen una ley¡±) y calific¨® de impertinentes preguntas como la de Saura, que quiso saber si el ministro ha cobrado alguna vez en B.

Montoro est¨¢ seguro de que la ¡°regularizaci¨®n especial¡± no encubre los procedimientos penales o administrativos abiertos con anterioridad; tanto, que resalt¨® esa idea como el titular de su comparecencia. Un ministro que se permite se?alar incluso los titulares de su intervenci¨®n tiene dificultades para aceptar el control de la oposici¨®n, si esta no compra su versi¨®n de que la amnist¨ªa ha sido estupenda porque trae r¨¢pidamente dinero a Espa?a y ampl¨ªa las bases imponibles para a?os pr¨®ximos. Esta operaci¨®n ha aflorado 40.000 millones de euros, que han reportado a Hacienda apenas 1.200 millones: a ese precio (3% de media), defraudar sale muy rentable.