7 fotosDe visita en PemberleyTe invitamos a recordar la galer¨ªa de personajes de Orgullo y prejuicio?, de Austen en su bicentenario.Jos¨¦ C. Vales28 ene 2013 - 02:13CETWhatsappFacebookTwitterLinkedinCopiar enlaceElizabeth (la hija segunda de los Bennet) se presenta como una mujer inteligente, divertida, maliciosa, aventurera y, sobre todo, independiente (probablemente es la primera hero¨ªna literaria a la que no le importar¨ªa quedarse soltera). Lizzy ya nada tiene que ver con las j¨®venes acartonadas y de moral p¨¦trea que pintaba Samuel Richardson y que fueron modelos literarios hasta principios del siglo XIX. Su voluntad de ¡°independencia¡± y esa pertinacia en ¡°pensar por s¨ª misma¡± la convierten en una rebelde que exige libertad para elegir c¨®mo y con qui¨¦n vivir. Pero esa vocaci¨®n de pionera de la independencia femenina tambi¨¦n la conduce a errores: en esa danza social que es Orgullo y prejuicio, Elizabeth elabora una red de prejuicios respecto al noble, atractivo y acaudalado Fitzwilliam Darcy. Darcy es severo, inflexible y orgulloso de su linaje y su posici¨®n social: los primeros encuentros con Elizabeth (en sendos bailes, claro) revelan una profunda antipat¨ªa mutua. A lo largo de la novela, ambos aprender¨¢n a no fiarse de las apariencias, a no fingir en las conversaciones y a fundar sus acciones en los sentimientos; esto es, aprender¨¢n a despojarse de los envarados cors¨¦s sociales de la Inglaterra georgiana y de este modo se adentrar¨¢n en el romanticismo sentimental decimon¨®nico que ha convertido a Jane Austen y su Orgullo y prejuicio en un cl¨¢sico inmortal.Jane Bennet, primog¨¦nita de los Bennet de Longbourn, es el modelo de la joven pre-austeniana. Jane es una joven hermosa, buena y cari?osa; su vocaci¨®n de madre y esposa se adivina incluso en el trato que tiene con sus sobrinos. Naturalmente, todo el mundo espera que encuentre un buen partido, se case y tenga una bonita mansi¨®n en los alrededores de Meryton. El hombre elegido ser¨¢ el joven, apuesto y acaudalado Charles Bingley, amigo de Darcy. Todo parece ir a las mil maravillas, hasta que Darcy y las arp¨ªas Caroline y Louisa (hermanas de Bingley), por intereses personales o por prejuicios sociales, consiguen separar a los dos j¨®venes. Bingley, t¨ªmido e influenciable, escuchar¨¢ los consejos de sus amigos y se distanciar¨¢ de Jane. ?sta muestra entonces su verdadero rostro: llora y se resigna a perder el amor de su vida. Es incapaz de dar un paso para conseguir lo que desea. De hecho, su situaci¨®n amorosa con Bingley se resuelve gracias a la decisi¨®n de Elizabeth, dispuesta a desenredar todo el embrollo de malentendidos, manipulaciones y prejuicios que rodean esa relaci¨®n. El se?or Bennet, fil¨®sofo campestre y c¨ªnico impenitente, dir¨¢ de ellos: ¡°No tengo ninguna duda de que ser¨¦is muy felices juntos. Ten¨¦is unos temperamentos muy parecidos. Los dos sois tan dubitativos que nunca decidir¨¦is nada¡±.El se?or y la se?ora Bennet viven con sus cinco hijas y algunos criados en Longbourn, a una milla de Meryton. El se?or Bennet, refunfu?¨®n y fil¨®sofo de ocasi¨®n, observa los aspavientos femeninos de su prole convencido de que sus hijas son tontas. Ante tanta conversaci¨®n vac¨ªa, prefiere encerrarse con sus libros en la biblioteca. De talante seco y c¨ªnico (y con propensi¨®n a la desidia, seg¨²n Elizabeth), ha renunciado a educar moralmente a sus hijas, y lo pagar¨¢ caro. La novela desvelar¨¢ que el se?or Bennet siente predilecci¨®n por Elizabeth, cuya decisi¨®n y libertad admira y apoyar¨¢ hasta las ¨²ltimas consecuencias, especialmente cuando su madre se empe?a en casarla con el rid¨ªculo se?or Collins: ¡°Tu madre no quiere volver a verte si no te casas con el se?or Collins, y yo no volver¨¦ a mirarte a la cara si lo haces¡±. La se?ora Bennet, por su parte, tiene una inquebrantable tendencia a hacer el rid¨ªculo. Su ¨²nica obsesi¨®n es casar a sus hijas de acuerdo con los par¨¢metros de ostentaci¨®n, peculio y chismorreo que le son propios. Sus torpezas y meteduras de pata, en las que incurre haciendo gala de una estupidez sensacional, averg¨¹enzan a su marido y a sus hijas, y a punto est¨¢n de dar al traste con las relaciones de Jane y Lizzy. En buena medida, ella es la culpable de la ¡°tragedia¡± que asolar¨¢ Longbourn poco despu¨¦s.Imagen de la serie de la BBC, dirigida por Simon Langton.No hab¨ªa nada m¨¢s humillante y deshonroso para una familia que la ¡°fuga¡± de una hija. Ello se deb¨ªa a los estrictos procedimientos matrimoniales de la ¨¦poca, en los que eran important¨ªsimos los contratos econ¨®micos. Por esa raz¨®n, una sombra de desolaci¨®n y tragedia familiar invade Longbourn cuando Lydia (la menor de las Bennet, con quince a?os) se fuga con George Wickham y no hay perspectivas de que acudan a Gretna Green (una localidad escocesa donde se casaban los enamorados menores de edad que se fugaban contraviniendo la legislaci¨®n inglesa). Lydia, digna heredera de todos los vicios sociales de su madre (fr¨ªvola, vanidosa e imprudente) es incapaz de comprender hasta qu¨¦ punto su actitud ha humillado a la familia. George Wickham, un soldado apuesto y encantador, tiene una historia de derroche, desverg¨¹enzas e infamias a sus espaldas, y una enemistad antigua con Fitzwilliam Darcy. Sin embargo, se presenta en Meryton como una v¨ªctima de Darcy, y todos ¡ªincluida Elizabeth¡ª creer¨¢n sus embustes y lo considerar¨¢n un joven de notables prendas hasta que se revele su verdadera faz, precisamente cuando seduce a la joven e insensata Lydia. Tambi¨¦n este terrible embrollo habr¨¢n de solucionarlo Elizabeth y Darcy.fotograma de 'Orgullo y prejuico', de Joe WrightLongbourn, la casa en la que viven los Bennet, tendr¨ªa que pasar a manos de un pariente lejano cuando muriera el cabeza de familia, de acuerdo con el complejo sistema hereditario ingl¨¦s. La casa quedar¨ªa en manos de un tal se?or Collins. Junto con la se?ora Bennet, el se?or Collins es uno de los personajes memorables de Orgullo y prejuicio y de toda la obra de Austen. Se le describe como un hombre poco inteligente cuyas deficiencias s¨®lo se ve¨ªan mitigadas (aunque muy levemente) por sus habilidades sociales: es un verdadero pelmazo, con una verborrea empalagosa, y un miserable rastrero con los nobles. Decidido a casarse, elige desdichadamente a Elizabeth, de quien s¨®lo obtendr¨¢ unas humillantes calabazas. El se?or Collins encuentra esposa en Charlotte Lucas, buena amiga de Elizabeth, quien se sorprende de que una chica tan sensata haya aceptado como marido a un personaje tan rid¨ªculo como el se?or Collins. Pero Charlotte le explica que no todas las mujeres son como ella: ¡°No soy nada rom¨¢ntica, ya lo sabes. Nunca lo fui. Lo ¨²nico que pido es una casa c¨®moda...¡±. Nacida en el seno de una familia humilde, Charlotte Lucas entiende el matrimonio como una operaci¨®n de superviviencia: mejor el se?or Collins que nada.La condesa lady Catherine de Bourgh domina desde su pedestal nobiliario en Rosings los movimientos de sus inferiores. Es la representante del antiguo r¨¦gimen social dieciochesco. Es t¨ªa de Fitzwilliam Darcy y desde que su hija Anne (una joven enfermiza y macilenta) era una ni?a, sus familias hab¨ªan acordado que contraer¨ªan matrimonio; en aquellos antiguos convenios hab¨ªa tambi¨¦n razones econ¨®micas, naturalmente. La presencia de lady Catherine de Bourgh en Orgullo y prejuicio es esencial para que Elizabeth Bennet demuestre hasta qu¨¦ punto estaban cambiando la mentalidad, los comportamientos femeninos y la sociedad en su conjunto. En una de las escenas clave, la condesa recrimina a Elizabeth la presunci¨®n de querer casarse con Darcy. ¡°?Esto es intolerable!¡±, ¡°?Es que no tiene usted ning¨²n respeto?¡±, ¡°?Es que carece usted de cualquier sentido del decoro y la decencia?¡±, ¡°Esperaba encontrarme a una joven m¨¢s razonable¡±. Toda la escena es una implacable reivindicaci¨®n de los sentimientos y la libertad individual de Elizabeth frente a las rancias imposiciones sociales: ¡°?Y a m¨ª qu¨¦ me importa?¡±, le espeta Lizzy a la condesa: ¡°?Ni el deber, ni el honor ni la gratitud pueden exigirme nada a m¨ª!¡±. Y concluye: ¡°S¨®lo he dicho que estoy decidida a actuar de modo que me procure felicidad, sin tener en cuenta lo que piense usted¡±.Pemberley es la propiedad familiar de los Darcy en Derbyshire, y cuenta con una suntuosa mansi¨®n, bosques en los que cazar, estanques y r¨ªos en los que pescar, y una legi¨®n de arrendatarios, criados y lacayos. Cuando Elizabeth visita el lugar durante sus vacaciones con los Gardiner, se siente asombrada ante tanto esplendor y piensa que ¡°ser se?ora de Pemberley... ?ten¨ªa que ser extraordinario!¡±. ?sta es una de las frases por las que suele sugerirse que a Elizabeth no le eran del todo indiferentes las cuentas corrientes de Darcy. En realidad, Pemberley aflora constantemente en las conversaciones sobre Darcy, porque para todos (y en parte tambi¨¦n para Lizzy) es el s¨ªmbolo de la grandeza, de la riqueza, de la ostentaci¨®n nobiliaria y de la seguridad econ¨®mica. Pemberley es el lugar donde acuden los parientes pobres a pedir, los parientes necios a figurar y los amigos a celebrar los banquetes y bailes que honrar¨¢n para siempre la felicidad de Elizabeth y Darcy.