Esc¨¢ndalos, peleas y Rihanna: la tormenta diaria de Chris Brown
Una ri?a con Frank Ocean devuelve a las portadas al pol¨¦mico novio de la cantante barbadense
Chris Brown fue multado por conducir su Porsche a unos 90 kil¨®metros por hora en una carretera de Beverly Hills (California) de 50 el s¨¢bado; un d¨ªa antes de que el cantante Frank Ocean anunciara, no sin condescendencia, que hab¨ªa decidido no demandarlo por la pelea que tuvieron el domingo anterior en el aparcamiento de un estudio de grabaci¨®n de Santa Monica. Era el broche final a la semana horribilis de Brown, un int¨¦rprete de R&B de moderado ¨¦xito e ingente talento para ser odiado; siete d¨ªas de frenes¨ª medi¨¢tico que han recuperado uno de los principales pasatiempos de la prensa del coraz¨®n de Los ?ngeles: darle al p¨²blico motivos para criticar al novio de Rihanna, la estrella a la que ¨¦l propin¨® una famosa paliza la noche de los Grammy de 2009.
El altercado con Ocean abri¨® la veda quiz¨¢ por su poder simb¨®lico. Ambos coincidieron junto a sus respectivos equipos, a la salida del estudio el domingo 27 de enero. Seg¨²n testigos, la gente de Ocean bloque¨® el acceso de Brown a su coche, lo que provoc¨® una pelea entre ambos grupos sin v¨ªctimas rese?ables pero con los grandes ingredientes de la ¨¦pica del famoseo: egos zaheridos, estrellas de la m¨²sica negra y violencia innecesaria. En la cobertura que recibi¨® el asunto, digna de una guerra nuclear, Brown fue el gran perdedor. Si bien no est¨¢ confirmado qui¨¦n dio el primer golpe, los medios y la polic¨ªa operaron bajo el supuesto de que la v¨ªctima era Ocean, tambi¨¦n cantante de R&B pero mucho m¨¢s amado por p¨²blico y cr¨ªtica por sensible y honesto; lo opuesto a la actitud chulesca, osadas declaraciones y propensi¨®n a la violencia de Brown. Estas diferencias se hicieron evidentes en las publicaciones de ambos implicados en las redes sociales al poco del incidente: ¡°Me ha asaltado Chris con un par de chicos. Jaja. Ojal¨¢ Everett hubiera estado all¨ª¡±, tuite¨® Ocean, en referencia a su perro. ¡°Me he cortado el dedo, ahora no podr¨¦ tocar a dos manos en los Grammys¡±. El un¨¢nimemente vilipendiado Brown public¨® al d¨ªa siguiente un dibujo de Jesucristo en la cruz en Instagram con el comentario: ¡°As¨ª me siento hoy¡±.
El cantante, sin embargo, mantuvo su pose de v¨ªctima y, mientras la pol¨¦mica del primer golpe en esa pelea recordaba a esa otra reyerta que tuvo en un bar de Nueva York con el rapero Drake (en esa ocasi¨®n se dedic¨® a tirarle copas), insisti¨® el martes en que quer¨ªa que los agentes hablaran con ¨¦l para que tuvieran su versi¨®n de los hechos. Si hab¨ªa iniciado ¨¦l la pelea, se considerar¨ªa una infracci¨®n de su libertad condicional tras la paliza a Rihanna. Ocean, sin embargo, zanj¨® la cuesti¨®n el domingo publicando en la red social Tumblr: ¡°Soy un artista y una persona moderna. Elijo la cordura¡±, acaso una referencia al? cruce de acusaciones, posicion¨¢ndose, por agravio comparativo, como hombre moralmente superior.
Para entonces se le hab¨ªa abierto otro frente. El mi¨¦rcoles se publicaba en la web de Rolling Stone una entrevista con Rihanna en la que la cantante de 24 a?os confirmaba lo que ya nadie dudaba: que hab¨ªa vuelto con ¨¦l. Recordaba as¨ª al p¨²blico no solo la ignominiosa la paliza por la que nadie, salvo la v¨ªctima, le ha perdonado; sino tambi¨¦n el hecho de que se le sigue percibiendo como un peligro para la salud de una de las mujeres m¨¢s poderosas y amadas del mundo del entretenimiento seg¨²n Time y Forbes. ¡°Ahora es diferente. No voy a dejar que la opini¨®n de nadie se meta en esto. Si es un error, es mi error¡±, dec¨ªa la cantante. ¡°Nos ves juntos y crees que sabes lo que pasa. Pero ya no discutimos como antes. Ahora hablamos y nos valoramos¡±.
Tu suscripci¨®n se est¨¢ usando en otro dispositivo
?Quieres a?adir otro usuario a tu suscripci¨®n?
Si contin¨²as leyendo en este dispositivo, no se podr¨¢ leer en el otro.
FlechaTu suscripci¨®n se est¨¢ usando en otro dispositivo y solo puedes acceder a EL PA?S desde un dispositivo a la vez.
Si quieres compartir tu cuenta, cambia tu suscripci¨®n a la modalidad Premium, as¨ª podr¨¢s a?adir otro usuario. Cada uno acceder¨¢ con su propia cuenta de email, lo que os permitir¨¢ personalizar vuestra experiencia en EL PA?S.
En el caso de no saber qui¨¦n est¨¢ usando tu cuenta, te recomendamos cambiar tu contrase?a aqu¨ª.
Si decides continuar compartiendo tu cuenta, este mensaje se mostrar¨¢ en tu dispositivo y en el de la otra persona que est¨¢ usando tu cuenta de forma indefinida, afectando a tu experiencia de lectura. Puedes consultar aqu¨ª los t¨¦rminos y condiciones de la suscripci¨®n digital.