Discreci¨®n y silencio en casa de los Zorreguieta
Los padres de M¨¢xima, futura reina de Holanda, mantienen un perfil bajo La vida de su hija ha estado marcada por el pasado pol¨ªtico de su progenitor
Discreci¨®n absoluta. Los padres de la argentina M¨¢xima Zorreguieta, futura reina de Holanda, se esfuerzan estos d¨ªas en extremar el sigilo del que han hecho gala desde que su hija se comprometi¨® en marzo de 1999 con el pr¨ªncipe Guillermo de Holanda. Tras anunciarse la semana pasada que la reina Beatriz ceder¨¢ la corona a su hijo el 30 de abril y M¨¢xima se convertir¨¢ en la reina consorte, algunos periodistas acudieron a la calle del barrio porte?o de Recoleta para entrevistar a los padres. ¡°Estamos muy orgullosos de nuestra hija¡±, fueron las ¨²nicas palabras que la madre, Mar¨ªa del Carmen Cerruti, confi¨® a un reportero del bisemanario Perfil. El periodista cont¨® que a ella se la ve m¨¢s por el barrio que al padre. ¡°Se levanta muy temprano, hace algunas compras en un supermercado vecino a su casa. Otras veces, tambi¨¦n por la ma?ana, va a Pilates. De vez en cuando, lleva ropa a la tintorer¨ªa: ella misma deja las corbatas y trajes de su marido. Los fines de semana, va a visitar a su otra hija, In¨¦s, quien en el ¨²ltimo tiempo estuvo sufriendo algunos problemas de salud¡±.
En cuanto al padre, Jorge Zorreguieta, a¨²n habla menos. Una revista argentina acaba de publicar una foto suya desplaz¨¢ndose por Buenos Aires en autob¨²s. Aparece con chaqueta, corbata y el peri¨®dico en la mano, como uno de tantos se?ores de 85 a?os del distinguido barrio de Recoleta. Quedan ya muy lejos los tiempos en que ejerci¨® de tecn¨®crata durante la dictadura del general Jorge Rafael Videla. Fue precisamente su desempe?o en aquel Gobierno, primero como subsecretario y despu¨¦s como secretario de Agricultura entre 1976 y 1981, lo que impidi¨® su asistencia a la boda en febrero de 2002.
Previamente, el ministerio de Asuntos Generales, dependiente del Primer Ministro, hab¨ªa encargado un informe al especialista holand¨¦s en temas latinoamericanos Michiel Baud. El especialista puso como condici¨®n que al concluir su investigaci¨®n tendr¨ªa que hac¨¦rsela llegar al padre de la futura princesa y conocer su opini¨®n de forma directa.
Despu¨¦s de varios meses consultando a diversas fuentes, Baud indic¨® que era ¡°casi seguro¡± que los funcionarios como Zorreguieta ¡°no estuvieron involucrados personalmente en la represi¨®n¡±. Pero se?al¨® como probable el hecho de que el padre de M¨¢xima estuviera informado ¡°de las violaciones de los derechos humanos, de las desapariciones y de las torturas atroces que se practicaron durante el r¨¦gimen militar¡±. ¡°Es inconcebible que una persona con ese cargo no supiera lo que ocurr¨ªa en la sociedad argentina¡±, explica Baud en conversaci¨®n telef¨®nica desde su despacho en la Universidad de Amsterdam.
¡°Era un secretario de Estado importante cuando la comisi¨®n de derechos humanos de la Organizaci¨®n de Estados Americanos (OEA) visit¨® Argentina en septiembre de 1979. (¡) Pero por si fuera poco, al igual que todos los altos funcionarios, debi¨® recibir cartas de familiares desesperados, llam¨¢ndole la atenci¨®n de que algo sospechoso estaba ocurriendo en materia de derechos humanos. Sin embargo, al igual que tantos argentinos, debi¨® pensar que las cosas no estaban tan mal. O que era necesario un poco de represi¨®n para solucionar el problema del caos y del orden. O quiz¨¢s estaba de acuerdo con los militares en que se trataba de una guerra, una guerra que conllevaba excesos inevitables¡±, relata el informe.
Michiel Baud finalmente se encontr¨® con Jorge Zorreguieta en Nueva York. El informe ten¨ªa unos 250 folios. Baud no sabe si el antiguo ministro de Videla tuvo tiempo de leer todo, pero al menos se ley¨® la parte que le concern¨ªa. ¡°Acept¨® el informe como un relato concreto y ver¨ªdico. Pero no estaba de acuerdo con la conclusi¨®n. Me dijo que ¨¦l no sab¨ªa nada de la represi¨®n, que solo trabajaba en el ministerio de Agricultura¡±.
La investigaci¨®n concluy¨® en enero de 2001 y la boda se celebr¨® en febrero de 2002. M¨¢xima Zorreguieta pidi¨® que sonara Adi¨®s Nonino, el tango que el compositor Astor Piazzolla compuso nada m¨¢s enterarse de la muerte de su padre, apodado Nonino. Y la princesa, como todo el mundo sabe, llor¨®. La semana pasada, tras anunciarse la abdicaci¨®n de la reina Beatriz, en un tono m¨¢s sereno y profesional, M¨¢xima Zorreguieta inform¨® de que sus padres no asistir¨ªan a la coronaci¨®n.
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