Dub¨¢i ofrece un exilio de lujo a cambio de silencio
En el emirato han encontrado refugio c¨¦lebres asilados como la asesinada Benazir Bhutto La madre de Bachar el Asad es la ¨²ltima en llegar
Anisa Makhluf, la madre del presidente sirio Bachar el Asad, se ha reunido en Dub¨¢i con su hija Bushra y los cinco hijos de esta, instalados en el glamurosoemirato desde el pasado verano. La matriarca del clan El Asad es la ¨²ltima incorporaci¨®n de relieve a una variopinta comunidad de refugiados de lujo que huyen de los problemas pol¨ªticos o econ¨®micos de sus lugares de origen. A los exmandatarios de varios pa¨ªses asi¨¢ticos, como el presidente paquistan¨ª Pervez Musharraf o el ex primer ministro tailand¨¦s Thaksin Shinawatra, se han sumado en los ¨²ltimos dos a?os quienes escapan de la inestabilidad generada por las revueltas ¨¢rabes. En su mayor¨ªa, gente af¨ªn a los antiguos reg¨ªmenes y empresarios que intentan poner a salvo su dinero, pero tambi¨¦n algunos opositores.
La cosmopolita Dub¨¢i es un lugar perfecto para pasar desapercibido. Con sus urbanizaciones exclusivas y cerradas a la vista de curiosos, ofrece la suficiente seguridad para un retiro sin sobresaltos. Adem¨¢s, los m¨¢s previsores de estos autoexiliados cuentan de antemano con el colch¨®n de una segunda vivienda, o al menos de una cuenta bancaria. Las autoridades solo les exigen discreci¨®n. Nada de hacer declaraciones que puedan poner en apuros las ambiciones internacionales del emirato, uno de los siete de la federaci¨®n de Emiratos ?rabes Unidos (EAU), cuyo sistema pol¨ªtico tampoco permite la disidencia.
Por eso el Gobierno emirat¨ª rechaz¨® acoger al yemen¨ª Ali Abdal¨¢ Saleh el a?o pasado. No se fiaba de que respetar¨ªa el acuerdo t¨¢cito de guardar silencio. Es lo que pas¨® con Thaksin. Desde el golpe de Estado que le ech¨® del poder en 2006, el ex primer ministro tailand¨¦s pasaba parte de su tiempo en Dub¨¢i. Hasta que en 2009 cometi¨® la imprudencia de dar entrevistas a varios medios extranjeros. A partir de entonces no se ha vuelto a o¨ªr hablar de ¨¦l, ni de las caminatas que, seg¨²n la prensa de su pa¨ªs, se daba por los gigantescos centros comerciales del emirato para mantenerse en forma y evitar sus agobiantes temperaturas.
Aun as¨ª, este centro financiero ha resultado la base de operaciones favorita de varios pol¨ªticos paquistan¨ªes, que bien contaban con inversiones aqu¨ª o simplemente con la generosidad de la familia gobernante. Benazir Bhutto, la ex primera ministra de Pakist¨¢n asesinada en 2007, reparti¨® sus ocho a?os de autoexilio entre Londres y Dub¨¢i, lo que le permit¨ªa sacar partido de lo mejor de los dos mundos. En la capital brit¨¢nica pod¨ªa hacer declaraciones con total libertad, mientras que el emirato, a un par de horas de vuelo de su Karachi natal, le resultaba m¨¢s c¨®modo para reunirse con los miembros de su partido, el PPP.
Un l¨ªder checheno recibi¨® en Dub¨¢i tres tiros en la nuca. La pistola del crimen estaba chapada en oro
Similares ventajas parece haber encontrado el general Musharraf, quien, tras refugiarse en Reino Unido al temer una posible detenci¨®n por la muerte de Bhutto cuando dej¨® el poder en 2008, pasa temporadas en una villa alejada de los rascacielos por los que es conocida esta ciudad-Estado. La seguridad que ofrece EAU a cambio de la discreci¨®n de sus especiales invitados hace que algunos incluso preparen el camino de forma preventiva. Seg¨²n un cable revelado por Wikileaks, el viudo de Bhutto y ahora presidente, Asif Ali Zardari, contact¨® con las autoridades emirat¨ªes para pedirles que, en caso de que muriera o fuera asesinado, acogieran a sus hijos, Bilawal, Bakhtawar y Asifa.
Sin embargo, ese alto nivel de seguridad sin que apenas se note el rigor de la vigilancia no logr¨® evitar el asesinato de uno de sus asilados m¨¢s pol¨¦micos. El l¨ªder checheno Sulim Yamadayev muri¨® de tres tiros en la nuca en 2009. Eso s¨ª, en l¨ªnea con el lujo que se ha convertido en la imagen de marca del emirato, el crimen se cometi¨® con una pistola chapada en oro que apareci¨® junto al cad¨¢ver. Yamadayev, que hab¨ªa cambiado de bando durante la guerra civil de su pa¨ªs, busc¨® refugio en Dub¨¢i tras perder la confianza del presidente checheno aliado con el Kremlin.
A pesar de ese incidente, y de la peliculera operaci¨®n del Mosad israel¨ª que al a?o siguiente acab¨® con un dirigente de Ham¨¢s que se encontraba de visita, esta ciudad sigue resultando mucho m¨¢s atractiva que las del resto del vecindario para los allegados de aut¨®cratas ca¨ªdos en desgracia. Que se lo pregunten a Leila Trabelsi, la peluquera convertida en primera dama de T¨²nez por su matrimonio con Zine el Abidine Ben Ali. Aunque tras el levantamiento popular el dictador tunecino acept¨® la hospitalidad saud¨ª, medios ¨¢rabes han asegurado en varias ocasiones que ella pasa m¨¢s tiempo en Dub¨¢i que en el palacio de Abha donde est¨¢ recluido su marido. Imposible de probar.
Las autoridades ni confirman ni desmienten. Y la (domesticada) prensa local pasa de puntillas sobre esos asuntos. A no ser que pongan en peligro los intereses nacionales. Es lo que debi¨® de sentirse en 2011 cuando, tras la huida de Ben Ali a Arabia Saud¨ª, insistentes rumores aseguraban que el entonces presidente egipcio Hosni Mubarak hab¨ªa aceptado una invitaci¨®n de su hom¨®logo emirat¨ª para instalarse con su familia en Al Ain, un oasis cercano a la frontera con Om¨¢n. Alguna televisi¨®n incluso lleg¨® a anunciar que su avi¨®n hab¨ªa aterrizado en Sharjah, un emirato al norte de Dub¨¢i. La agencia estatal de noticias WAM emiti¨® un inusual desmentido. Con todo, el vecino Abu Dabi termin¨® recibiendo a Ahmed Shafiq, el ¨²ltimo primer ministro de Mubarak y candidato fallido en las primeras elecciones tras la revuelta. Como en otros casos, su hija ya viv¨ªa all¨ª. Shafiq no hace declaraciones pol¨ªticas, pero se muestra muy activo en Twitter.
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